Presentación del film “A cielo abierto” | Betina Ganim

presentaciónfilm_A cielo abierto en palma

El 17 de abril de 2015 tuvo lugar en Palma de Mallorca, en el Colegio Oficial de Psicólogos de las Islas Baleares, la proyección del film de Mariana Otero: “A cielo abierto”, evento dirigido a profesionales y público en general, y que fue auspiciado por la Sede Madrid de la ELP.

La actividad estuvo coordinada por Mónica Unterberger, psicoanalista, miembro de la ELP y de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, miembro de la Comisión del Espacio Madrileño de Psicoanálisis con niños y Docente del Nucep Madrid; y por Betina Ganim, psicoanalista en Palma de Mallorca, Socia de la Sede Barcelona de la ELP-Catalunya.

Presentación: Betina Ganim

La idea de presentar esta película reside en mostrar y conversar sobre esta joya del cine documental, que enseña mucho no solo sobre ciertas patologías, sobre lo estructural en juego, sino sobre el sufrimiento subjetivo y la manera particular de abordarlo en una institución llamada Le Courtil, en Leers-Nord, la frontera entre Francia y Bélgica.

Antes  de pasarle la palabra a Mónica, quise destacar el hecho de que es la primera vez que se permite entrar con un cámara, compartiendo y capturando escenas del día a día de una institución de estas características. Una tarea que no fue rápida ni fácil.

Mariana Otero, cineasta francesa, nos revela en varias entrevistas y en el prefacio del libro que lleva el mismo título y que recomiendo- cuál era su deseo inicial cuando decidió emprender tal aventura. Ella quería hacer un film con personas que tenían una relación "radicalmente diferente" con el mundo, con el lenguaje y con el cuerpo; personas a la que comúnmente se las llama “discapacitados mentales”, “locos”, “anormales”…

Más allá de los nombres, de las etiquetas posibles, su deseo tenía que ver con darles la palabra, y poner en escena su manera particular, propia, de ver el mundo.

Después de visitar varios sitios, llega a Le Courtil. Me parece interesante rescatar que no se trataba para ella de quedarse en una posición de contemplación fascinada ante la locura, sino de dar cuenta de que la locura tenía algo para enseñar.

Es así que tuvo que liberarse de ciertos prejuicios sobre su manera de ver el mundo y el cuerpo, sobre su manera de decir “yo”, “él” o “tú”… Tuvo que despojarse de su manera de percibir el tiempo y el espacio.

Y también, algo que dejo para el coloquio, tuvo que liberarse principalmente del prejuicio que ella tenía sobre el papel del discurso psicoanalítico que circulaba en la institución. Es que ella pensaba que sentaban a los niños en una silla y se les preguntaba sobre el padre y la madre…Bueno, es un prejuicio que circula en varios ámbitos, y que pienso que la película desmitifica muy bien.

Pero ¿con qué se encontró la directora de este film? Que allí no hablaban de “discapacitados mentales”, como en otras instituciones… Allí le dijeron que esos niños tenían otra estructura -diferente a la nuestra. Que cada niño tenía una lengua privada -a diferencia de nosotros que tenemos una lengua común.

La sorpresa para ella fue que allí no se abordaba a estos niños desde el lado del “déficit” o del “menos”, sino desde su singularidad.

“A cielo abierto”, a mi entender, muestra fundamentalmente la ética que subyace  a las intervenciones que hacen los operadores del equipo de trabajo de Le Courtil. En este punto, y antes de meternos en la película, le doy la palabra a Mónica que nos pondrá en clima con una serie de puntos que servirán para el coloquio posterior.

Introducción. Por Mónica Unterberger

Mónica Unterberger sostiene en su introducción que el título “A cielo abierto” no es caprichoso; que junto a la fórmula que presenta la película: “cada niño es un enigma”, se las puede considerar como dos introducciones a lo que es mas propio de esta institución. Son dos fórmulas que nos orientan respecto a la concepción del niño en tanto sujeto de pleno derecho.

Le Courtil es una institución que funciona hace 30 años, a lo largo de los cuales se ha ido transformando según el debate en el campo del psicoanálisis. Está dirigida por Bernard Seynhaeve y Alexander Stevens, ambos psiquiatras orientados por el psicoanálisis de J. Lacan.

¿Qué clase de institución encontramos en Le Courtil?

No se trata de un laissez-faire; No un autoritarismo; No una re-educación; No un protocolo para todos por igual.

Sí hay atención a lo que sucede; Sí un modo común a cada de los operadores para tratar lo que sucede y, singular para cada niño. Sí hay un orden, principios que funcionan, en lugar de un juicio previo sobre cada niño que acogen.

Es curioso que sostengan que no se trata de ser amable para el niño, sino de acompañarlo en lo más propio que tenga . Se trata de descubrir lo que es mas singular, descubrir su invención. Deconstruir los ideales educativos, el ideal de ser amado por los niños. De estos principios parten.

Su tarea se define como una “práctica entre varios”. Acogen y se ocupan de niños con gran dificultad psíquica. No prescriben medicamentos, aunque hay allí psiquiatras; no educa aunque hay allí pedagogos, no analiza, aunque hay allí psicoanalistas. Si hacen falta “especialistas”, hay que encontrarlos fuera. No es una clínica pluridisciplinaria como institución, ni se es tratado en la dimensión terapéutica, sino que cuando ésto, cuando sucede, es por añadidura.

Lo que hay es la concepción del sujeto definido por el psicoanálisis. Hay la institución y hay en la institución, el discurso analítico.

Pero ésta es una película no sobre Le Courtil, sino en Le Courtil. Antes de filmar, la directora se queda un tiempo entre los niños, con los operadores, en el trabajo común de la supervisión, de conversación sobre cada estudio de caso. Sólo después de captar la lógica en la que funciona esa institución y con la aceptación del equipo, comienza a filmar.

Aquí, la atención está dirigida a la demanda, a que se la escuche -no a que se la responda. La idea que funciona como base es “no diagnosticar” porque eso querría decir que “hay una solución tipo para todos y, más bien, son todos diferentes”. Por eso, como cuentan, esa institución fue inventada con la idea de alojar “la invención” no la enfermedad.

¿Cuáles son algunas de las hipótesis de las que parte esta manera de concebir el malestar y malestar y, por lo tanto, el modo de tratar los comportamientos de cada uno de los niños? Mónica tomará solo uno: el cuerpo y toma el ejemplo de uno de los niños del documental: gira , gira, y luego hace caca. Luego de varios talleres, gira y se detiene escribiendo, ya no tiene necesidad de perder un pedazo de sí, de hacer caca, para parar; delimita un borde con la escritura.

Lo que enseña este documental -concluye Mónica- es cómo se puede tratar a un niño que no dispone de la lengua como todo el mundo y sin embargo, no es tratado a partir del concepto de déficit.

Luego de ver la película, el coloquio se basó fundamentalmente en la emotividad que transmitía el film en los asistentes, y la sorpresa suscitada por la novedad del abordaje del sufrimiento de estos niños. Se preguntó entonces sobre la posibilidad de trasladar este tipo de trabajo a sujetos adultos, y se abrió la pregunta por la viabilidad de este tipo de centros, de instituciones, en otros lugares del mundo.

Se habló sobre los diferentes talleres, la función de estos talleres, que tienen su base en la lógica de cómo el arte opera estabilizando, ordenando; que la película muestra muy bien cómo cuando se produce ese trabajo, hay un apaciguamiento de ciertos fenómenos que invaden al sujeto.

Se planteó también la cuestión dela angustia de los operadores, de su no saber saber, y de la invención necesaria en lo cotidiano.

Que el analista esté fuera de la institución tiene su lógica; porque en la experiencia analítica ocurren muchas cosas, y aquí se trata más bien de constituir un lugar otro que funcione como un acompañamiento; algo que difiere de la asimetría necesaria para que una experiencia analítica como tal se constituya. Pero esto no significa que no pueda operarse, que no se pueda intervenir teniendo como brújula el discurso psicoanalítico.

El psiquiatra también queda por fuera. Y los operadores se limitan administrar la medicación…Y así las cosas funcionan.

Se conversó principalmente sobre lo que cada uno puede encontrar como lo singular; pero para obtener ese saber, primero, lógicamente hay que construirlo. De ahí Las “formulitas” que usa cada uno, y de lo que da cuenta muy bien esta película.