LA ORIENTACIÓN LACANIANA

La orientación lacaniana entiende que la posición del analista se funda y se sostiene en la experiencia del análisis personal, piedra angular de su formación, junto con el control de su práctica. En este sentido, es distinta de la formación reglada, propiamente universitaria, tal como lo explicita Jacques-Alain Miller en el Prólogo de Guitrancourt.

Además del análisis y el control, también es preciso estudiar la teoría psicoanalítica, desde su origen hasta la actualidad. Para ello, existen distintas instancias dentro del Campo Freudiano que fomentan el estudio epistémico.

Entendida de este modo, la orientación lacaniana ofrece formación a dos niveles:

  1. La formación del analista, que compete a la red de Escuelas que conforman la AMP (ELP, EOL, ECF NEL, SLP, NLS). Su punto de partida es la proposición de Lacan de 1967, según la cual el analista se autoriza de sí mismo, pero debe dar cuenta ante otros de su práctica. Para ello la Escuela cuenta con diversos medios, de los privilegia el dispositivo del cartel y el procedimiento del pase.
  2. La formación continuada, clínica y epistémica, que se lleva a cabo en el ámbito del Instituto del Campo Freudiano (ICF). Este tipo de formación es reglada e impartida por diversos docentes, que desbrozan las enseñanzas de Freud y Lacan, desde sus comienzos hasta sus últimos avances. Todos los cursos impartidos por el ICF dan lugar a la concesión de diplomas, que certifican la realización de estudios en sus diferentes modalidades.