PSICOSIS DISCRETA. Por Fernando Martín Aduriz (Palencia)


Artículo aparecido en DIARIO PALENTINO, hoy, 25 de mayo de 2006, en la columna semanal VECINOS ILUSTRADOS. Accesible en http://www.diariopalentino.es/ (Opinión)

Los vecinos más cinéfilos asocian psicosis a la genial película homónima del año 1960 de Alfred Hichtcock. No obstante interesa a todos los ciudadanos saber qué es la psicosis. Y muy especialmente en qué consisten las psicosis no extraordinarias, las psicosis más modestas, las que pasan desapercibidas, las psicosis cotidianas, las que no causan alborozo, no precisan medicación, sino que se sobrellevan de múltiples modos.
Interesa saber esto, y les recomiendo un libro genial, Las psicosis ordinarias, un libro coral aunque coordinado por un profesor universitario francés, Jacques-Alain Miller. En él se recoge un recuento de este tipo de psicosis discreta, normalizada.
“Psicosis normalizadas” es el título de un Symposium-Conferencia que se va a celebrar este viernes 26 de mayo en nuestra ciudad, en la magnífica Fundación Díaz Caneja, aún gran desconocida para la inmensa mayoría de vecinos. Creo que éste será uno de los actos más interesantes para los vecinos ilustrados que leen sobre temas de salud, cultura y pensamiento. Su atractivo radica en la presencia de jóvenes psiquiatras y psicólogos de nuestra región y de uno de sus maestros, José María Álvarez, de Valladolid, autor de un libro del que les hablaré próximamente, pues está a punto de salir a las librerías, Estudios sobre la psicosis, y del Doctor en Psicoanálisis, Vicente Palomera, de Barcelona, docente anual en nuestra ciudad.
Lo de docente anual, no lo tenía preparado, sorpresas del inconsciente cuando se escribe, pero tiene una posible ‘lectura’. Me parece que son ya tres años seguidos los que acude a nuestra ciudad. Lo cierto es que resulta difícil desprenderse de aquellos profesores que trasmiten su saber de memoria, sin apuntes; es el caso del Dr. Palomera, lo que hace que sea solicitado aquí y allá –creo que este mes de mayo ha estado dando conferencias en Jerusalén, en Pisa, y en no sé qué otro lugar–, y año tras año sus alumnos crecen por los rincones del país del psicoanálisis. En una de sus visitas a Palencia compró en el Kiosco de la calle Barrio y Mier, el libro de Gonzalo Alcalde, La Tierra de Campos palentina. Desde entonces repite algo relacionado con los Campos Palatini, allí aprendido. De suerte que es ya un vecino ilustrado de nuestra ciudad y un amante más de nuestra Calle Mayor. Este viernes los vecinos más interesados tendrán una nueva oportunidad de escucharle en un espacio abierto a todos.
Ya hemos hablado en esta misma columna de lo importante que es para nuestra ciudad la existencia de las conferencias abiertas al público que entidades culturales, profesionales, instituciones públicas diversas, organizan cada tiempo. Y no nos vamos a cansar de repetir que estos espacios son los lugares esenciales del vecino ilustrado, donde el saber se transmite artesanalmente.
El interés ciudadano por el arte, por la salud mental, por la literatura, por el cine, por la política, por la poesía, por la educación, se pone de manifiesto acudiendo a estas conferencias, coloquios, debates. Su ausencia haría a la ciudad más sombría, menos ciudad, más desierto: hay que evitar a toda costa que la ciudad se convierta en un páramo cultural repleta de vecinos hipnotizados frente al televisor, amarrado a las cadenas televisivas, o a las diferentes pantallas cibernéticas.
Precisamente la decisión insondable del ser que evita entrar en el mundo del lenguaje, en el mundo simbólico, esa decisión profunda e inconsciente que toma quien se precipita en la psicosis para finalizar navegando en la fragmentación imaginaria no está muy alejada de la propia fragmentación social y de sus crecientes procesos de segregación y de empuje a un goce solitario. Acompañar desde la infancia al niño o niña que se precipitan en el refugio del delirio, al joven o al adulto alucinado es algo ya incorporado en el discurso social. Quizá corresponda ahora pensar en la existencia de psicosis sin desencadenar, psicosis discreta, normalizada, cotidiana, que pasa desapercibida pero que no es invisible para quienes dialogan a diario con muchas personas así, los expertos que repiten a Séneca y su Tratado de la vida breve: “No hay mejor tiempo que aquel que está consagrado a la sabiduría”.
Algunos de esos ‘sabios’, estudiosos de la psicosis, estarán este viernes en nuestra ciudad.

Fernando Martín Aduriz (Palencia)