Dossier: II Velada intercomunidades de cárteles "Temas de Escuela"

II Velada intercomunidades de cárteles
"Temas de Escuela"

8 de mayo de 2024 · online.

 


Presentación

Victoria Vicente, miembro de la Comunidad de Catalunya de la ELP y de la AMP.

Buenas noches a todos.

Esta noche, bajo esta modalidad online, planteamos la segunda velada intercomunidades de cárteles. Las veladas se proponen como un espacio de intercambio entre los cárteles y son la oportunidad para que el trabajo de investigación llevado a cabo se ponga a discusión en el interior de la Escuela. Pasar lo elaborado en un espacio privado al espacio público.

Desde la Secretaría, al revisar el catálogo de los cárteles de la ELP, vimos que diversos cárteles se habían organizado en torno a temas de Escuela, en torno a lecturas de los textos fundacionales y nos interrogamos sobre este punto en el cual la investigación de numerosos cartelizantes se localizaba.

¿Por qué volver a dirigirse a estos textos? ¿se trata de releer, de recomenzar, de renovar o de introducirse en ellos? qué supone su lectura en la época actual para cada cartelizante? En definitiva, la propuesta de hoy en esta Velada es provocar una elaboración a una doble pregunta. Por un lado, nos interesa el encuentro con lo nuevo, con lo novedoso en el interior de estos escritos y la segunda, supongo que la perciben, es la que toca a la dimensión del tiempo.

Nos interesa ese hacer presente lo que está en los textos fundacionales . Un hacer presente que comporta no solo una lectura de época sino que plantea de alguna manera la dimensión viva del tiempo. Si el cártel es contemporáneo de la Escuela, de qué forma los cartelizantes abordan este “significante de lo contemporáneo”

Propusimos estas interrogaciones a dos cárteles en activo. Uno con el titulo de Textos fundacionales de Lacan y el otro con el título de La política de la Escuela, con diferentes recorridos de trabajo. Un cártel lleva un año de funcionamiento, el otro está en el tiempo de concluir.

Cada cartelizante ha elaborado un pequeño texto, en el que se nota, lo van a escuchar, el trazo de los avatares singulares que para cada uno ha desatado su investigación.

Podemos decir que desde ángulos diferentes miran la escuela, ponen su mirada sobre ella.

Sus textos entonces son la puerta de entrada para debatir y conversar.

Cinco cartelizantes, revueltos por azar, en cada una de las dos mesas y 50 minutos para cada mesa. Julia Gutiérrez se encarga junto conmigo de estar al tanto de los turnos de palabras y coordinar la conversación.

Los delegados de cárteles y sus comisiones de cada una de las sedes y comunidades de la ELP están invitados a formular sus comentarios en el debate.

Empecemos.

 

Rasgo: El Malestar del Psicoanálisis

Fabiana Lifchitz, miembro de la Comunidad Valenciana de la ELP y de la AMP.

En Mayo de 2022 comenzamos a trabajar en un cartel intercomunitario en torno a los Textos Fundacionales. Había sido admitida como miembro de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis tres meses atrás y me sentí concernida por la afirmación de J.A. Miller -pronunciada en la secuencia de los Presidentes en Paris, el 4 de Abril de 2022- : “Hay una enfermedad en la ELP”. Dicha afirmación resonó, retrospectivamente, con un valor de causa, como un Significante Uno, a partir del sintagma: La Escuela como refugio, incluso base de operaciones contra el malestar en la civilización del Acto de Fundación en 19711.

Sin embargo, aquello que me puso al trabajo fue la cuestión del Malestar. La interrogación acerca de porqué Lacan habla de la Escuela como refugio contra el malestar en la civilización, pero, seguidamente después habla del malestar en relación al Psicoanálisis.

Me ha supuesto una paradoja que me interroga: Freud, en el Malestar en la cultura, sitúa al Psicoanálisis como respuesta, como recurso contra ese malestar2, pero, por otro lado, el malestar no es ajeno, no es algo exterior al Psicoanálisis mismo.

¿Desde dónde pensar la Escuela como refugio? Miller indica en las Charlas Brasileñas, que la Escuela no es un Hospital de analistas3, entonces no se trata de pensar la Escuela desde lo imaginario/simbólico del grupo identificado a la ficción del Padre Edípico. Ni desde la Sociedad jerarquizada sostenida por el significante del ideal. La pregunta misma por la definición de analista horada la homogenización. Refugio no es sinónimo de salud ni de bienestar. En La Proposición del 9 de octubre de 1967 escribe Lacan: "La razón por la cual nunca atacaré las formas instituidas es que ellas me aseguran sin problemas una rutina que me es cómoda. En esto no se puede caer4.

Escribe Miller en el Banquete de los analistas: “…ceder en su deseo y, por ejemplo, acomodarse al grupo, esta terapéutica del malestar, es de hecho, el resorte mismo del malestar”5, con lo cual podríamos localizar esa cuerda que tensa y pone al trabajo de forma continua los puntos de fuga y el filo cortante del malestar sintomático que apunta a lo real.

En el recorrido del trabajo en el que me encuentro, surge ahora un punto de viraje: desde el malestar al síntoma, a la Escuela como sujeto.

Notas:

  1. Lacan, Jacques. “Acto de Fundación”. Otros Escritos. Ed. Paidós. Buenos Aires, 2021, p. 256.
  2. Miller, Jacques-Alain. “El Banquete de los analistas”. Los cursos psicoanalíticos de J.-A., Miller. Ed. Paidós, Buenos Aires, 2010, p. 198.
  3. Miller, Jacques Alain. Elucidación de Lacan. EOL Paidós, Buenos Aires, 1998, p. 414.
  4. Lacan, Jacques. “Proposición del 9 de Octubre de 1967”. Otros escritos. Ed. Paidós, Buenos Aires, 2021, p. 277.
  5. Miller, Jacques- Alain. “El Banquete de los analistas”. Los cursos psicoanalíticos de J.-A., Miller. Paidós, Buenos Aires, 2010, p. 303.

 

Rasgo: La Escuela un lugar para el trabajo. La Escuela, S(A/)

María Verdejo, miembro de la Comunidad del País Vasco de la ELP y de la AMP.

Habitar la pregunta, comprometerse con ella, hacerla entraña, me condujo a realizar este cártel el consentir en hacer pasar al trabajo la “incomodidad” que insistía en relación al término “trabajo” y al término de “Escuela”; ponerla al trabajo volviendo a “la lectura” de los textos fundacionales de Lacan.

Comienza el trabajo para cada cartelizante en torno a estas lecturas sobre los textos fundacionales de la Escuela de Lacan, acompañados de aquellos textos de Miller especialmente, aunque no solo, que giran en torno de los mismos.

Cada cartelizante va exponiendo su trabajo de lectura, se inicia una discusión, a veces hay entrecruzamientos que abren interrogantes, lecturas que aportan para otro cartelizante desde su rasgo. La más Uno devuelve al trabajo sobre cada rasgo, a la “no simetría” con el otro, manteniendo y provocando el trabajo en el corazón del cártel.

Del recorrido realizado hasta ahora, y para esta II Velada de cárteles de la ELP, recorto una pregunta en relación a la elección del término de Escuela por Lacan, una de las preguntas que animan a esta cartelizante y que la devuelven a releer textos a través de las discusiones y las preguntas que van surgiendo en los diferentes encuentros del cártel.

La relectura del texto del Acto de Fundación de 1964 acompañada de determinados textos de Miller1 y las preguntas y discusión alrededor de ellos, fueron dando forma a una pregunta que la hace retornar al seminario 6 de Lacan; momento en el que Lacan comienza un nuevo trabajo privilegiando la vía del deseo sobre la vía de la metáfora; ésta no le alcanza para dar cuenta de la dimensión del deseo.

En el deseo se encuentra, por primera vez la fórmula S(A/) contrapunto radical a lo que era la figura del Otro del lenguaje que sabe todo; una dimensión nueva en referencia al deseo, que ya no es el deseo del Otro y que ahora está del lado del sujeto, nueva dimensión cuya condición es esa barra en el Otro.

La Escuela, entonces, como lugar para hacer del deseo, causa, ( no sé si se puede decir así) causa analítica y su progreso. La Escuela, entonces, es el esfuerzo de Lacan por mantener un lugar vivo para la elucubración de la práctica del Psicoanálisis, para el trabajo de formación permanente, formación en torno a un agujero central sobre que es un analista.

La Escuela esa construcción “permanente” que tiene en el cártel su instrumento prínceps para el trabajo, que se alimenta de la transferencia de trabajo, o dicho de otra manera, construido como instrumento de alojamiento de la transferencia de trabajo, Más bien, creo que puedo decir que Escuela y trabajo (cártel) van de la mano; y depende, entonces, de cada uno, uno por uno, porque en referencia a la causa, como indicó Lacan, se está solo, depende de cada uno, servirse de este instrumento que es el cártel para que trabajar a favor del porvenir del psicoanálisis.

Estamos siempre en ruta, siempre en camino, como decía Charlot, personaje de Charles Chaplin

La Escuela, como dice J.-A. Miller forma parte de la enseñanza de Lacan.

Nota:

  1. Miller, J.-A., “Teoría de Turín acerca del sujeto de la Escuela", Wapol.

 

Rasgo: Deseo de Escuela, deseo del analista

Elena Esther Gómez Santoyo, socia de la sede de Bilbao.

Este texto parte de una pregunta que me ha interrogado en un determinado momento de mi trabajo en este cartel: ¿cómo saber si un grupo de cuatro más uno es realmente un cartel? Porque inscribir un grupo de 4+1 como cartel no asegura que lo sea.

El ser humano está habitado por un goce, y ese goce circula también en los vínculos sociales y por supuesto en los grupos de trabajo. Todo grupo está sometido a una vertiente imaginaria, en la que anida un real, que puede provocar efectos que dificulten el trabajo de ese grupo. En un cartel no se trata de negar esa vertiente imaginaria, sino de saber hacer con ella.

De ahí la importancia del Mas Uno para el cartel, que permite superar los obstáculos imaginarios y los efectos de grupo. El Mas Uno tiene una función fundamental, porque además de hacer frente a esas crisis que obstaculizan las elaboraciones de los cartelizantes, también orienta, ordena la dirección del trabajo, y poniendo su cuerpo compromete también un real que no está tampoco exento de dichos efectos de grupo. Tendrá que saber hacer con ese real. Debe poner el cuerpo, pero su presencia no debe ser tanta que llegue a hacer obstáculo al uno por uno de los miembros del cartel. Y a la vez, ha de hacer lazo con la Escuela, pues efectivamente el cartel, como Lacan dijo en su Acto de Fundación, es el órgano base de la Escuela, es el motor; no lo son los seminarios, los cursos, etc., son los carteles que se llevan a cabo y mantienen abierto el deseo de saber de cada miembro según su propio momento en relación al psicoanálisis.

Cada cartel tendrá su propio estilo dependiendo de ese saber hacer de su Mas Uno. El Mas Uno puede ser cualquiera, mientras sea miembro o socio de una sede de la Escuela, ya que su función no depende tanto de su saber epistémico, como de su propio recorrido analítico, que le permitirá ese “saber hacer” con los efectos de grupo, porque efectivamente la función del Mas Uno no es desplegar su propio saber, sino producirlo, provocar la elaboración y dar cauce a lo singular de cada miembro del cartel.

Y esto ha hecho la Mas Uno de este cartel, me ha empujado al trabajo respecto al interrogante surgido como efecto imaginario del grupo, animándome a esta pequeña elaboración que ha permitido que ceda algo de mi goce en juego, a favor del lazo con la Escuela.

 

Rasgo: “Análisis didáctico y política psicoanalítica”

Cristina Villafranca Garreta, socia de la sede de Barcelona de la Comunidad de Cataluña de la ELP.

Empezaré dando cuenta muy brevemente de mi elección de rasgo en este cártel, el segundo en el que participo. Hace algún tiempo que a raíz de mis sesiones de análisis me surgen algunas preguntas en relación a poder articular episteme y singularidad. ¿Cómo localizar conceptos psicoanalíticos en mi propio análisis?, ¿cómo poder analizar mi propio caso como si de la construcción de un caso se tratara? la investigación que propone mi rasgo en el cártel pone en cuestión si es esto algo que tenga algún sentido realizar y creo que puede orientar mi pregunta o incluso hacerla virar.

En el transcurso del cártel voy descubriendo, aspectos de la política de la Escuela Lacaniana que desconocía, a través de los textos “Acto de Fundación” y “Situación del psicoanálisis en 1956”, este último, en una lectura a la letra, nos lleva a revisar textos en relación a la IPA, entre otros.

Lacan, fundando su escuela, recuperó la causa Freudiana de la que otros se habían alejado por su empeño de instaurar un reglamento que iba en detrimento del deseo de Freud.

Lacan en su escrito “Acto de fundación” constata que “el psicoanálisis se constituye como didáctico por el querer del sujeto, y que este debe estar advertido de que el análisis pondrá en tela de juicio ese querer, en la medida en que vaya acercándose al deseo que encubre1.

Hoy día, sigo investigando la cuestión del análisis didáctico en Lacan al mismo tiempo que me empapo de un saber relacionado con la creación de las diversas instituciones ligadas al psicoanálisis a lo largo de sus tiempos.

Nota:

  1. Lacan, Jacques. Otros escritos. Paidós, Buenos Aires, 2016, p. 252.

 

Rasgo: El inconsciente es la política

María Guardarucci, miembro de la Comunidad de Catalunya de la ELP y de la AMP.

La propuesta de este cártel es efecto de una serie de movimientos en el seno de la Escuela durante los últimos años. Por aquel entonces, debates sobre política y Escuela cobraron importancia en encuentros informales entre algunos miembros del cartel, debates serios, pero estériles en el contexto en que tenían lugar. ¿Qué mejor que llevarlos al dispositivo que Lacan pensó para someter a condiciones de crítica y control todo trabajo a proseguir en la Escuela?1.

Con el rasgo escogido para ello, “el inconsciente es la política”, di con un primer impasse, el inconsciente siempre es lo que se está por definir porque no se sabe lo que es2. ¿Por dónde empezar entonces? El encuentro con los textos institucionales me ha permitido ensayar una articulación posible entre inconsciente y política, teniendo en cuenta los desarrollos de Lacan y los distintos momentos de la institución analítica. Comenzamos por el Acto de fundación, donde Lacan propuso el cártel y la función del más-uno como dispositivo base para su Escuela, en tiempos en que sus propios desarrollos sobre la no universalidad del discurso le llevaron a revisar una vez más el lugar de excepción como aquel que sostiene el grupo. De allí a un antecedente fundamental, Situación del psicoanálisis3 con sus críticas a la jerarquía de la IPA basada en una repetición petrificada del saber. Queda aún recorrido por hacer. Mientras tanto, el cártel ha resultado ser una herramienta útil para una elaboración epistémica y, simultáneamente, en su mismo ejercicio, una orientación sobre el trabajo que conviene a la Escuela y su política.

Notas:

  1. Lacan, Jacques. “Acto de fundación”. Otros Escritos. Paidós, Buenos Aires, p. 248.
  2. Miller, Jacques-Alain. “Intuiciones Milanesas”. Revista El Psicoanálisis, nº 30/31, pp. 333-361.
  3. Lacan, Jaques. “Situación del psicoanálisis y formación del psicoanalista en 1956”. Escritos. RBA, Barcelona, 2006, p. 441.

 

Rasgo: Sobre la orientación Lacaniana

Carolina Martini, miembro de la Comunidad Valenciana de la Elp y de la AMP.

Tras recibir la invitación a participar en este cártel sobre textos fundacionales consideré que sería una buena oportunidad profundizar sobre los orígenes de la Escuela de cara a un horizonte futuro en el que podría participar en funciones institucionales y para lo cual este trabajo aportaría un acercamiento en la búsqueda de lo que es un analista.

En una primera lectura a la letra, de la Proposición1 se identifican dos “puntos de empalme”: el inicio y el final del psicoanálisis y en uno de ellos un “pivote”: la transferencia. Durante la conversación en el seno del cártel surge la orientación lacaniana como un axioma, pero ¿qué es la orientación lacaniana? A partir de allí se abren una serie de preguntas sobre este término abstracto: ¿Podría nombrarse con palabras a modo de definición? ¿Hay algo que queda por fuera, un innombrable en esta orientación? Se podría pensar que la desviación del psicoanálisis va en el sentido contrario a esta orientación

“La orientación es la transferencia de trabajo”, una primera noción extraída del título del texto de Miquel Bassols2 ordena la idea de la transferencia de trabajo como una orientación que va más allá de las identificaciones y que se vale de los dispositivos de la Escuela como herramientas para sostener esta lógica.

“La orientación lacaniana como una serie de síes y noes, y puntos claves”3, este es un segundo encuentro con una posible definición de la orientación lacaniana, en aquel texto donde Miller sitúa el retorno de Lacan al texto freudiano sobre la negación.

“Nuestra única elección es enfrentar la verdad o ridiculizar nuestro saber”, enuncia Lacan en la Proposición4, definiendo el “veredicto lacaniano” de la orientación por lo real.

Agrego otro término a esta serie: “La orientación lacaniana avanza en la soledad de un sujeto que está en relación con la causa”5, la cita de Miller está orientada hacia el efecto disgregativo de la interpretación. Esta serie de pistas canalizan el trabajo sobre el rasgo en búsqueda de una definición que no existe como tal, pero que bordea la buena orientación del analista en su formación.

Notas:

  1. Lacan, Jaques. “Proposición del 9 de octubre de 1967 sobre el psicoanalista de la Escuela”. Otros Escritos. Paidós, Buenos Aires, 2012, pp. 261-277.
  2. Bassols, Miquel. “La orientación es la transferencia de trabajo”. El psicoanálisis, 36. ELP-RBA, Barcelona, 2020, pp. 171-173.
  3. Miller, Jacques-Alain. “Modalidades de rechazo”. Introducción a la clínica lacaniana. ELP-RBA. Barcelona, 2006, p. 272.
  4. Lacan, Jacques. “Proposición del 9 de octubre sobre el analista de la Escuela”. Op. cit., p. 271.
  5. Miller, Jacques-Alain. "Teoría de Turín acerca del sujeto de la escuela”. 

Rasgo: Sobre la Política del Psicoanálisis

Natali Boghossian, socia de la sede de Barcelona.

La pregunta es: por qué el psicoanálisis? Por qué hoy con el amplio y diverso ofrecimiento de orientaciones y estilos sigo apostando al psicoanálisis?

En la dirección de la cura Lacan presenta a los 3 poderes de un psicoanálisis ubicándolos en torno a los 3 recursos de la guerra. La táctica es la interpretación, la estrategia es la transferencia y la política es la ética. Asimismo parte de que hay en ellos grados de libertad con respecto a la maniobra analítica.

A medida que avanza el análisis propio, la práctica y el control, es claro que partimos habitando una política (no hay saber en el Otro) y esos son los límites en donde vienen a instalarse la táctica y la estrategia.

Eso es lo que hace al psicoanálisis una praxis. Eso es lo que hace que sea ético, por fuera de lo moral. La orientación es hacia eso que habita por fuera del pensamiento, ya que pensar es lo que atribuye juicios de valor.

Lo moral es el campo dual del bien y del mal, por lo tanto ahí suponemos que alguien sabe de eso.

Claro que navegamos en ese binario, esforzándonos por habitar el mundo del bien y huyendo temerosamente de encontrar el mundo oscuro del mal.

¿Por qué el psicoanálisis? En el camino de un psicoanálisis se habitan ambos mundos para desde ahí dentro, trascender esa dualidad y situar lo mas intimo y puro limpio de valoraciones.

La transferencia está orientada por el lugar que ocupa el Otro en el fantasma, la política está orientada por otra cosa, esa cosa pertenece a un sitio que no habita lo simbólico.

Qué es eso entonces?

 

Rasgo: Autorizarse por si mismo

Esther González, miembro de la ELP, Comunidad del País Vasco.

A partir de la lectura de un Comunicado del Consejo, el 13 de marzo de 2022, me surgieron algunas preguntas sobre mi particular relación con la Escuela y propuse a algunos colegas trabajar los textos fundacionales, en especial el Acto de fundación1 y la Proposición del 9 de octubre2.

El cártel y el Pase son una manera de tratar el real que insiste en la Escuela. En el Acto de fundación Lacan define el cártel como órgano de base y puerta de entrada a la Escuela; un pequeño grupo donde se puede articular un lazo y se pone en juego la transferencia al trabajo para producir una elaboración colectiva que da un lugar a la propia enunciación de cada uno de los cartelizantes. No olvidemos que puede haber un trabajo colectivo, pero no hay enunciación colectiva.

Entonces, en el cártel se trata de que cada uno de los cartelizantes se haga cargo de su propia enunciación. ¿Esto supone una autorización por parte del cartelizante?

Es en la Proposición donde podemos leer este principio de Lacan, que está inscrito en los textos originales de la Escuela: “el psicoanalista no se autoriza sino a sí mismo”3. Estableciendo la experiencia del Pase como central en la Escuela. Siempre me ha parecido difícil la construcción gramatical de este principio, un tanto tautológica. A lo largo de nuestra vida nos autorizamos a algunas cosas sin que eso signifique que devengamos analistas, entonces ¿a qué autorización se refiere?

“Autorizarse por sí mismo” nos envía a la cuestión de que no existe una definición única y universal de analista, echando por tierra la idea de que pudiera existir una formación capaz de dar como resultado analistas.

Cuando hay analista, este surgió del lado del a; el objeto a, una vez aislado y extraído, indica el goce que nos es propio y ya no es posible autorizarse por el Otro, que en definitiva valida siempre la identificación. Para el psicoanálisis lacaniano, el fin de análisis no consiste en la identificación al analista; uno se vuelve analista con algo extraído de su propio análisis.

Notas:

  1. Lacan, Jacques. “Acto de fundación”. Otros Escritos. Paidós, Buenos Aires, 2012.
  2. Lacan, Jacques. “Proposición del 9 de octubre de 1967 sobre el psicoanalista de la Escuela”. Otros Escritos. Paidós, Buenos Aires, 2012.
  3. Ibid., p. 261.

 

Rasgo: Los Atolladeros de la Escuela

Lucía Icardi, socia de la sede de Barcelona.

“La política de la Escuela” es la nominación de este cártel que, iniciado hace un año, es efecto de los debates en torno al pase y sus disfuncionamientos, que tuvieron lugar en el año 2022. Fue a partir de poner sobre la mesa la crisis que surgió ya no el deseo, sino la necesidad de tener un espacio para investigar sobre el concepto de Escuela y la política lacaniana.

Mi interés, centrado en el significante “crisis”, me llevó a plantear el rasgo elegido: los atolladeros de la Escuela. La conformación del cártel tuvo una orientación específica: que la elección de sus miembros no estuviera condicionada por una historia común en espacios previos de trabajo ni tampoco por una afinidad amistosa, sino por su reciente aproximación a la Escuela, algunos en calidad de socios de sede.

Lo destaco porque, en esa elección, había ya una política en juego: que no sea la transferencia establecida previamente la que oriente el trabajo, sino que haga nudo el deseo de saber de los “recién llegados” en esta iniciática aproximación.

Este cártel, entonces, responde a una coyuntura especifica, en donde se vuelve a abrir el debate sobre el funcionamiento del dispositivo del pase y se pone el ojo en el porvenir, con la implementación de la política de juventud. El cártel, por lo tanto, se vuelve el lugar indicado para dar curso a esta “elaboración sostenida”1, medio por excelencia para el trabajo de Escuela.

El interés vivo por volver hoy a los textos fundacionales, que vertebran la política lacaniana, que revisan la historia, que sitúan los factores de desviación y los impasses de la institución, es un faro que orienta en la relación singular de cada uno a la causa analítica.

Nota:

    1. Lacan, Jacques. “Actos de fundación”. Otros escritos. Paidós, 2012, p. 247.