Intervención en la clausura de las XXIII Jornadas de Xavier Giner Ponce, presidente de la ELP

Agradecimientos

Es el momento de concluir nuestro trabajo de estos dos días. Un trabajo intenso y vivo que muestra una Escuela capaz de trabajar juntos,

Al tomar la palabra en el momento de la clausura de estas jornadas, voy a hacer una pequeña torsión y empezaré por el final, por los agradecimientos.

Quiero agradecer a Marta Berenguer y Julio Gonzalez, verdaderos motores móviles, por el trabajo discreto y eficaz que han realizado y que ha movilizado a más de cien colegas entre la preparación de las Jornadas, excelente trabajo de preparación, y la realización de estas magníficas Jornadas que ahora concluimos. Muchas gracias.

Pero estas Jornadas llevan también la marca de Montserrat Puig, presidente saliente de la ELP, que sostuvo, acompañó y orientó el trabajo de los directores. Gracias también por el trabajo que ahora se concluye.

Sobre el trabajo de las jornadas

“Del malestar al síntoma: entradas en análisis” nos ha convocado al trabajo estos dos días. Hemos podido recorrer el estado actual de nuestra práctica clínica en relación con esta experiencia tan particular como es la entrada en análisis, esa experiencia que va desde el modo en que recibimos y ubicamos la demanda, pasando por el lugar que damos al malestar para poder captar algo de lo que ahí se satisface, hasta llegar al valor que toma el acto analítico como condición de posibilidad del establecimiento de la transferencia y, en su caso, de la entrada en análisis.

Este modo de hacer marca una diferencia fundamental y radical con respecto a cualquier otra práctica de la palabra y de la escucha.

Comparto con vosotros un deseo, el de publicar un libro que recoja una selección amplia del trabajo de preparación hecho, junto con los trabajos presentados en las plenarias y una amplia selección de casos de las simultáneas. Se trata de dejar constancia y poner en circulación el producto de nuestro trabajo: recopilar en una publicación “esto es lo que la ELP aporta sobre las entradas en análisis en 2024”. Un volumen para ser releído y para ser difundido más allá de nuestra comunidad de trabajo. Este es mi anhelo

Se trata, en última instancia, de poner en valor la lógica que sostiene nuestro acto y los efectos terapéuticos y de mutación subjetiva que tiene nuestra clínica sobre el malestar.

De nuestra clínica tomamos hoy nuestra fuerza en lo social, es mi opinión, no la tomamos como antes de la cultura o del arte, antiguos aliados de la experiencia del inconsciente de la que hoy reniegan, capturados por los cantos de sirena de la tecnociencia o de la espiritualidad por la promesa de un sentido que diga sin resto “soy lo que digo que soy”, ignorando la falta en ser, ignorando la lógica del tiempo que rige cualquier certidumbre anticipada. Nuestra práctica es nuestra fuerza, la experiencia analítica que se experimenta en el encuentro y transmite uno por uno, es nuestro modo de hacernos valer en lo social.

Hasta aquí las Jornadas y sus productos.

Un programa de trabajo posible

Ahora, hacia dónde podemos ir. Tomo el sintagma “Del malestar al síntoma” como un programa de trabajo para elucidar una práctica clínica orientado por lo real en una época como la actual, que se organiza alrededor de un profundo rechazo del inconsciente como experiencia, no sólo del inconsciente freudiano sino del inconsciente real tal como Lacan lo plantea en su última enseñanza.

Aceptamos la promoción del objeto a al cenit de lo social, como una verdad de época, les propongo que no desconozcamos lo que se inscribe en el nadir de lo social como lo rechazado. El nadir es el punto opuesto del cénit en la esfera celeste, el que nunca se ve cuando se mira al cielo, pero es la condición de posibilidad de la esfera celeste

Si el objeto a está en el cenit de lo social, en su nadir tenemos el S(/A)

Este llamado al goce que va acompañado de un rechazo feroz del “no hay relación sexual” y sus efectos de malestar, nos da un programa de trabajo que nos articula con el tema del próximo Pipol, sobre el “malestar en la familia” hoy, y con el tema del próximo congreso de la AMP, que coloca en su centro este “no hay relación sexual”.

Estos dos próximos encuentros nos proponen como horizonte de trabajo cómo hacer con la experiencia analítica hoy, o quizás, mejor, qué saber hacer conviene a esta época marcada por lo real sin ley y su rechazo.

Corresponde al Consejo de la ELP definir el tema de nuestras próximas Jornadas, estas notas son tan sólo el esbozo de un trabajo por hacer.

Muchas gracias.
Bilbao, 24 de noviembre de 2024,
Xavier Giner Ponce, presidente de la ELP.