INFO 3. X JORNADAS DE LA ELP. Zaragoza, 19 y 20 de noviembre 2011

Reseña sobre JAUME PLENSA

“El Alma del Ebro” es el nombre de la escultura que nos recibe en la entrada del Palacio de Congresos de Zaragoza y que fue realizada por Jaume Plensa, (Barcelona 1955), para la Exposición Internacional del 2008. Se trata de un espacio delimitado por letras ensambladas en aluminio blanco, cuya forma sugiere a una persona sentada, y que permite al visitante penetrar en su interior. Así, se presenta ante el espectador una perspectiva con vocación de totalidad, ya que en el exterior vemos la forma delimitada por la malla de las letras y al penetrar dentro de la escultura, la mirada se encuentra con el tamiz de la red conformada por los grafos.

La posibilidad de adentrarse en la escultura, ofrece al visitante un espacio para la meditación y una visión del entorno a través de la grafía. Plensa entiende la letra, como la unidad mínima de la palabra y la presenta como la metáfora de la célula en el ser humano, ya que al igual que las diversas asociaciones celulares generan modos de organización de superior complejidad, la letra es el material del que se sirve para “construir cuerpos orgánicos”: Dice el escultor “Parece que una letra no sea nada, pero en asociación con otras tiene esta fuerza de formar palabras, las palabras con otras, textos, y los textos junto a otros cultura”.

Plensa toma al ser humano como motivo central de su trabajo, y el cuerpo aparece como algo cambiante que intenta fijar por medio de la escultura. “La escultura convierte al cuerpo en un objeto inerte, pero el alma sigue creciendo”. De esta idea surgen sus autorretratos abrazando arboles, figuras de bronce con letras que se sobreimprimen al cuerpo y que representan al” yo con todos sus datos”, el árbol vivo que rodean con sus brazos, viene a ser metáfora del alma que sigue creciendo.

En otros trabajos, las cabezas se iluminan o se alargan al igual que la llama, en un intento de representar físicamente la espiritualidad. Las cabezas humanas son para el artista “contenedores del alma”. Plensa intenta plasmar la esencia de lo humano, eligiendo materiales como el alabastro, que con su cualidad traslúcida, le permite expresar la luz interior de los personajes.

El arte público de Plensa, crea lugares donde la gente puede interactuar. “Crown Fontaine” la obra que realizó en Chicago para conmemorar la entrada en el Milenio, condensa este propósito. Las dos gigantescas torres de vidrio proyectan los rostros de mil habitantes de Chicago, de cuya boca surge por sorpresa un chorro de agua que moja a los visitantes. Los materiales usados, vidrio y agua, representan la interacción de lo vivo y de lo inerte, siendo el agua el elemento que da vida, en una recreación de las gárgolas medievales. El artista explica la pieza como “el lugar de encuentro entre la gente real y la gente que proyectan las pantallas, figuras sin nombre que recuerdan que detrás de cada rostro se aloja una identidad singular”. “Crown Fontaine” se postula como un espejo donde la gente puede mirarse y encontrarse.

Dice Plensa que si el Arte tiene una fuerza es porque que no sirve para nada, por lo tanto es imposible de manipular. “El Arte ilumina el mundo, así como en el hombre hay una energía interior que nos ilumina”.

Las diferentes familias de obras de Jaume Plensa, trasmiten su amor por la humanidad. Las cabezas, los grabados de rostros humanos con las letras sobreimpresas, las instalaciones basadas en textos como el Cantar de los Cantares o Macbeth, sostienen su investigación sobre los modos de plasmar materialmente elementos tan inmateriales como las ideas, el alma o el silencio. En la instalación sobre el Cantar de los Cantares, el sonido de los gongs que llevan grabados los versos del poema, permiten hacer presente como objeto artístico el silencio posterior.

“El alma del Ebro” pertenece conceptualmente a una serie de trabajos en los que Plensa realiza un vaciado de la forma para transmitir su idea de lo que se inscribe en el cuerpo, letras y grafos de diferentes alfabetos, que muestran el lenguaje que hace al humano y que lo trasciende. La reproducción grafica de esta pieza sirve a la ELP como cartel de presentación de las X Jornadas.

Cómo no reseñar, en los albores de nuestras Jornadas, la intuición del artista que dice en una de sus entrevistas: “el lenguaje no es un adorno, es un contenedor de la memoria. Tengo la sensación de que las palabras quedan flotando, que nos van tatuando como una tinta invisible y de pronto alguien lee en tu piel y pasa a convertirse en tu cuerpo, en tu amante”.

Referencias: Citas del escultor extraídas del documental de La2 TVE http://www.rtve.es/television/imprescindibles y de artículos publicados en El Periódico de Aragón

Teresa Colomer. Comisión Organizativa X Jornadas ELP