En la Bertrand con el Dr. Javier Peteiro. Crónica de la presentación de “EL AUTORITARISMO CIENTÍFICO”. Myriam Chang (Barcelona)

El pasado viernes 4 de marzo se celebró, en la librería Bertrand de Barcelona, el acto de presentación del libro El autoritarismo científico, del doctor Javier Peteiro Cartelle, editado por Miguel Gómez.

Un público numeroso llenó de pleno la sala, requiriéndose para algunos hacer uso incluso del suelo, cuando los asientos extras conseguidos también se ocuparon.

Entre el público, una gran mayoría eran psicoanalistas y participantes de la Sección Clínica de Barcelona, cosa nada inusual siendo un acto organizado, de manera conjunta, por la Biblioteca del Campo Freudiano de Barcelona -BCFB- y la Sección Clínica de Barcelona -SCB-. Lo inusual era ver entre los participantes a colegas miembros de otras sedes de la ELP, algo que la celebración de la XI Conversación Clínica del Instituto del Campo Freudiano en España, aquél mismo fin de semana, hizo posible. Además más, claro está, de un público diverso proveniente de otras disciplinas.

En la mesa: el director de la BCFB, Mario Izcovich. A su costado inmediato los dos invitados: el autor, Javier Peteiro, doctor en Medicina y Jefe de la sección de Bioquímica del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña; y el doctor Joan-Ramon Laporte, catedrático en Farmacología de la Universidad Autónoma de Barcelona y director del Institut Català de Farmacologia.

Situados en los extremos de la mesa, dos psicoanalistas: Miquel Bassols, coordinador de la SCB-ICF y Manuel Fernández Blanco, que trabaja además como psicólogo clínico en la Unidad de Salud Mental del Hospital “Teresa Herrera” de A Coruña, y es autor del prólogo del libro.

Una vez realizada por Mario Izcovich la presentación correspondiente, Miquel Bassols tomó la palabra elogiando, en primer lugar, el rigor científico con que el autor aborda el tema de la ciencia y su valor en la actualidad frente al creciente empuje hacia el cientificismo, cuyo discurso devastador es el de un saber utilizado con fines de poder que toma forma de autoritarismo. Elogió también la erudición desplegada a lo largo de sus doscientas páginas que invitan a un debate de altura.

A continuación, Manuel Fernández Blanco tomó la palabra para narrar en forma anecdótica su buen encuentro con Javier Peteiro. Separados por una planta en el centro hospitalario donde ambos trabajan se cruzan durante años sin llegar a conocerse, hasta que un evento profesional en el que coinciden, les da la ocasión de presentarse; inaugurando a partir de ese momento una sólida amistad hecha de intercambios, en los que la curiosidad intelectual de ambos, les aúna en intereses y posiciones éticas afines.

Manuel Fernández Blanco destacó en el libro su valor epistémico y, a la vez, ético. Una advertencia sobre el modelo de sociedad a la que nos conduce el discurso cientificista al reducir al ser humano a la suma de variables cuantificables. Una sociedad regida por un autoritarismo incorpóreo más difícil de combatir al no estar encarnado en ningún amo.

Llegado su turno, el Dr. Joan-Ramon Laporte dice al inicio que no entiende todo del libro para, a continuación, detallarlo capítulo a capítulo, en un recorrido minucioso que desmintiendo su primera afirmación dejó clara su comprensión del mismo. Al tiempo que comunicaba, de su propia experiencia como profesional, los casos con los que usualmente se encontraba confrontado en tanto que farmacólogo y que dan la razón a cada una de las críticas sostenidas por Javier Peteiro a lo largo del libro.

Entre las frases destacadas que cita el Dr. Laporte consignamos algunas:

- La ciencia no lo sabrá nunca todo. No es ni será nunca omnisciente. La naturaleza probabilística de la Mecánica Cuántica y la íntima relación de la vida con el azar hacen que la ciencia pueda alcanzar, en general, sólo una visión probabilística del mundo.

- Rescata -hacia el final del segundo capítulo- una mención al psicoanálisis como una teoría revolucionaria de la subjetividad.

- La reducción metodológica inherente al avance científico. Sus efectos en el campo de la salud, en general, y la salud mental en particular, que -al dar naturaleza de ser a la enfermedad- anula al enfermo como sujeto, con las consecuencias catastróficas consiguientes. Una vez así aislada, la enfermedad puede medirse, compararse y someterse a norma. Al mismo tiempo que el médico, cuya actuación cada vez más controlada se vuelve defensiva, asume de forma progresiva la función de un técnico, mero intermediario entre el mercado de tecnología diagnóstica y el mercado farmacéutico.

De esta guisa, continúa una lectura muy fina y a la línea del libro de Peteiro, coincidiendo con los anteriores participantes de la mesa en que, no obstante su erudición, el libro se lee de un tirón.

Tras los agradecimientos del Dr. Javier Peteiro, tiene lugar la intervención de la sala, de la que destacaremos también sólo un par de puntos.

- La intervención curiosa de un oyente acerca de la portada. En efecto, una portada que vista de manera rápida da la impresión de ser un cómic, pero que a la luz de una mirada más detenida sobre el título, sumada a la pizca de tiempo para hojearlo, dan la verdadera dimensión de seriedad del mismo.

La respuesta del Dr. Peteiro, atribuye la autoría de la idea a su editor. Quien al presentarle esta imagen, como propuesta de portada, lo sorprende al tiempo que lo convence como la mejor imagen para mostrar el poder adquirido por la ciencia -representada en la fórmula einsteniana- al promoverse como la única posibilidad de acceso a lo real, como su único referente, facilitando el paso siguiente: su autoritarismo.

- Destacar también la intervención de la señora Judith Miller, Presidenta de la Fundación del Campo Freudiano, informando de programas llevados a cabo -con fines difusos- con adolescentes “supuestos ser susceptibles de llegar a mostrar conductas delictivas” y que se difunden como documentales de patente cientificista. Coincidiendo con lo avanzado por Javier Peteiro en su libro, sobre el sueño frankeinsteniano de los genetistas de reprogramar e incluso llegar a crear seres “sin taras”, o lo que es lo mismo, seres más acordes al ideal propugnado por el mercado.

Las palabras del doctor Peteiro con las que concluyó el acto apuntaban a que la ciencia no sabe adónde va. Le hace falta un poco de silencio pues está poblada de charlatanería. Le hace falta un silencio que le posibilite redefinir lo que desea. Y añade, de manera admonitoria y ¡con razón!, que nadie sabe adónde nos llevará la nanotecnología.

* “EL AUTORITARISMO CIENTÍFICO”, Javier Peteiro Cartelle. (Miguel Gómez Editor)