Crónica: “¿Cómo vivir el VIH? La importancia de una respuesta particular”*. Carolina Tarrida (Barcelona)

El pasado mes de Junio tuvo lugar en Santiago de Compostela, el Decimotercer Congreso Nacional sobre Sida, SEISIDA, y desde el Servicio de Psicología de l’ Associació Catalana de l’Hemofilia participé presentando una ponencia.

La ponencia llevaba por título “¿Cómo vivir el VIH? La importancia de una respuesta particular” y estaba inscrita en una Mesa Redonda cuyo título era “La importancia de la salud psicológica en el bienestar de las personas con VIH”. El objetivo de esta mesa tal como se me transmitió, era el de hablar de cómo aumentar la calidad de vida y el bienestar psicológico, en pacientes con VIH-Sida.

Durante esta sesión, se presentaron dos ponencias más: una que versaba sobre los estudios que se están realizando alrededor de los trastornos neurocognitivos específicos en pacientes VIH, y otra ponencia sobre algunas conclusiones tras la revisión de varios estudios sobre los indicadores de calidad de vida en pacientes con VIH.

Dentro de este marco, mi ponencia intentó cuestionar el concepto mismo de bienestar como si éste pudiera estar descrito de entrada, y apuntaba en cambio, a la importancia de escuchar y atender a la construcción particular que cada una de las personas afectadas puede hacer de su condición, para vivir con ella. Con la ayuda de algunos breves ejemplos clínicos intenté dar cuenta de cómo esta construcción particular se hace siempre desde la subjetividad.

Intentar decir algo sobre el goce no es nunca fácil, y menos aún fuera de nuestros circuitos habituales de trabajo, así que en mi ponencia lo hice presente introduciendo la cuestión de la repetición. Mediante algunas viñetas clínicas ejemplifiqué cómo el sujeto, dentro del marco de un tratamiento, puede reconocer algo de una repetición en su modalidad de respuesta. Si esto deviene pregunta para él y puede dirigirse a otro, iniciará un trabajo de elaboración que le permitirá saber algo más sobre esta posición y así poder hacerse responsable de su propia respuesta. El manejo que cada paciente hace del VIH, VHC o de la hemofilia, encaja por así decirlo en ese escenario particular que ya estaba de entrada, y se trata de poder hacer un cierto tratamiento de eso.

Para concluir, apunté algunos aspectos de la posición desde la que trabajamos las psicoanalistas del Servicio de Psicología de l’ACH. Partimos de una posición que supone un respeto radical a la subjetividad de cada persona a la que escuchamos. Eso supone a su vez, dejar caer el objetivo de buscar el bien para el paciente, y eso hace imposible pensar un bien posible para todos, objetivos tan habituales en el ámbito de la medicina y de la psicología.

Desde nuestra orientación, no hay efecto terapéutico sin pasar por un efecto subjetivo, en el sentido más radical del término.

*Ponencia presentada en el XIII Congreso Nacional sobre SIDA, SEISIDA.