“Un desorden creciente de la sexuación”. Liliana Mauas (Buenos Aires)

Transitamos este inicio de siglo como un “gran desorden en lo real”, frase acuñada por J.-A. Miller en el Congreso de la AMP de abril de este año. Asistimos al siglo de las ciencias biológicas, la genética y las neurociencias. Observamos cómo el Discurso científico viene en franca avanzada, traspasando las fronteras del “orden de la naturaleza y lo real” para mostrar casi sin velo alguno, el caos y los neo-estilos, que dejan a cielo abierto el accionar de la pulsión de muerte desintrincada de la vida.

Voy a servirme del discurso jurídico enlazado al discurso Psicoanalítico para re-pensar las consecuencias sobre el parlêtre de la “Ley del matrimonio igualitario” y la “Ley de identidad de genero”, en función de su lazo a lo simbólico o al encuentro de lo real sin ley.

Frente al cambio de paradigma, a la ruptura epistemológica solidaria de un nuevo orden para las familias a partir de la legalización de las Uniones del mismo sexo, Jacques Alain Miller en el Journal des Journées Nº 78, se preguntaba: “¿De qué modo un psicoanalista que no sepa orientarse en la sociedad en la que vive y trabaja, en los debates que inquietan a la misma, sería apto para tomar a cargo los destinos de la Institución Analítica?” ¿Puede el psicoanalista, hacer caso omiso de la subjetividad de la época?

En este siglo XXI asistimos a un nuevo tiempo en el cual el matrimonio se basa en los derechos y obligaciones que la ley simbólica promulga para todos los cónyuges; es decir, que “el discurso jurídico ha comprendido que no existe un partenaire sexual natural para el hablante ser”.

Estamos frente a una escansión, un tiempo histórico, bisagra, que atañe tanto a la libertad de los sujetos en cuanto a su elección sexuada, como a la modificación de la estructura familiar clásica.

Tiempos de actos simbólicos que nos confrontan con nuevos entramados familiares, ya que las parejas homosexuales pueden acceder al matrimonio igualitario y en consecuencia a la adopción. Ubicados desde la lógica del discurso jurídico, el matrimonio igualitario no está en consonancia ni con lo homo, ni con lo Uno, sino con la Ley. Se trata de la proposición Universal, “Para todos”. Este aggiornamiento es solidario del respeto por los derechos humanos, que se enlaza a la Ética del bien-decir para cada sujeto.

Se trata así, de poner en el centro de la escena al sujeto y a su singularidad, ya que las leyes alojan el estilo de vivir la vida. Con la promulgación de la “ley de la muerte digna” se apuesta a la subjetividad de aquel al que la ciencia ha objetivado, se trata de poder poner fin a lo injurioso de prolongar la subsistencia de un cuerpo cadaverizado, de un organismo que dejó de estar habitado por un ser hablante.

Volver a poner en el centro al sujeto y sus elecciones trae, al menos en esta parte del continente, buenos aires.

El aggiornamiento del Código Civil no es solo para legislar la ley del matrimonio igualitario y la ley de la muerte digna. También se aprobó la ley de identidad de género, que implica para los analistas estar a la altura de lo que se juega en la escena privada, pero también la responsabilidad de estar presentes en la escena pública-ciudadana, instalando el debate que este tema amerita.

Estar a la altura, es servirse de las herramientas de la época, del avance tecnológico y aceptar los cambios que propone este tiempo. Pero fundamentalmente, se trata de una cuestión Ética en relación a las condiciones de goce, que determina un Discurso.

Es desde estas coordenadas que podremos frente a un nuevo orden, que es desorden, ofrecernos como partenaires de la escucha, bajo el precepto de la Orientación Lacaniana, de que no-Todo es posible.

EL PODER POLÍTICO, YA NO ES MÁS EL QUE ERA
El “espectáculo” del poder político “a tempo” con la época, se ha pronunciado en relación a las uniones del mismo sexo. Con la victoria de François Hollande, en Francia se abre una nueva puerta al matrimonio igualitario, a la adopción homoparental y a la eutanasia en algunos casos. Así, Francia podría convertirse en el onceavo país del mundo en aprobar el matrimonio homosexual.

Al igual que Hollande, Barak Obama se ha pronunciado en estas semanas: “He concluido que es importante para mí, dar un paso adelante y afirmar que creo que las parejas del mismo sexo deberían poder casarse”, declaró en una entrevista en el Despacho Oval con la cadena ABC. Obama, que va por su reelección, fue felicitado por los movimientos de LGTTB del mundo.

NUEVOS DISPOSITIVOS FAMILIARES
Transitamos un tiempo que nos confronta a cambios profundos, inéditos, sobre los modos de hacer una familia por lo cual el dispositivo arquetípico y tradicional, será conmovido en el interior de su trama. Somos testigos de nuevas uniones.

Algunos cuentan con el respaldo del discurso jurídico y conllevan el respeto por lo Otro, lo diverso, lo múltiple, como el matrimonio igualitario.

Este siglo nos despierta así, a investigar estos nuevos dispositivos familiares, verificando desde la clínica si la búsqueda de la inscripción simbólica de la familia homoparental, no es una manera de aplacar la ferocidad del real de estos tiempos, que es un real sin ley.

Vemos nacer dispositivos familiares otros, alojados por el orden simbólico. Un ejemplo tomado del mundo del espectáculo es el canta-autor Ricky Martin. Uds. saben, que es quien protagoniza la Opera Rock Evita, en Brodway. Se trata de un icono de belleza, seducción y objeto de deseo de las jóvenes del mundo. Después de muchos años, decidió dar visibilidad a su vida privada, al ser alojado por el discurso jurídico, que le permitió acceder al matrimonio igualitario y armar su familia con 2 hijos.

Tras reconocer públicamente su homosexualidad en el 2010, Ricky Martin refiere: “Me he acostado con mujeres y me enamoré de ellas y sentí cosas maravillosas. No me arrepiento de mis relaciones. Me enseñaron mucho, hombres y mujeres”.

Podemos ver, cómo la regulación del orden simbólico en el caso del matrimonio Igualitario, sirve de trampolín para apostar a otra vida, echando por tierra la consistencia, la pregnancia que desde Freud han tenido las uniones del mismo sexo en tanto perversiones o desviaciones que habría que normativizar.

NO SERÁ SIN EL AMARRE AL FALO
Si bien transitamos un gran desorden en lo real, pareciera que una hipótesis sería que el pedido de acceso al matrimonio igualitario y su consecuente derecho a la configuración familiar, daría un orden, una “legalidad” a partir de servirse del falo como amarre. No es sin el lazo al falo como significante del goce, que se sostendrá el sujeto de deseo.

Lacan presenta el Discurso capitalista, en el mismo tiempo que sus formulaciones lógicas de la Sexuación, en ellas se distribuyen el lado hombre y mujer del hablanteser, en relación al significante fálico como centro de la diferencia sexual.

R. P. Vinciguerra, refiere: “Si no hay posición sexuada más que por relación a la función fálica, esto no implica por ello un dualismo hombre/mujer, o que la diferencia de los sexos se reparta en un espacio de sexuación ya circunscripto”. En “...O Peor”, Lacan señala “esta bipartición a cada instante huidiza […], del hombre y de la mujer”. Y en "Los No-Incautos Yerran", habla “de opciones, dichas de identificaciones sexuadas”. Así hombre y mujer valen como semblantes.

¡¡¡FAMILIAS LAS AMO!!!
Para el Psicoanálisis lacaniano la familia no es una unidad natural cuyo fin es la reproducción. La familia humana, atravesada por las leyes del lenguaje, se separa del registro biológico por ser una construcción ficcional con la que cada cual escribirá la novela de su vida.

Sabemos con Lacan, que el “arte nos lleva la delantera” y a modo de referencia voy a nombrar dos películas, una de 1998 y la otra del 2010, cuyo argumentos abordan los nuevos ordenamientos familiares.

Tous Les Papas Ne Font Pas Pipi Debout (“No todos los padres hacen pipí de pie”), Francia/Bélgica, dirigida por Dominique Baron, 1998.

No todos los padres hacen pipí de pie es el título en español de este film que cuenta la vida de la familia de una pareja de lesbianas que por inseminación artificial tienen un hijo y los niveles de sufrimiento que vive el niño al ser objeto de burlas y desprecios de sus pares precisamente porque su dispositivo familiar no tiene el armado “normal”. El niño desea un papá..., uno que pueda enseñar a sus amigos.

The Kids Are All Right (“Mi familia”), Estados Unidos, dirigida por Lisa Cholodenkon en 2010, es lo nuevo de esa siempre interesante directora indie-queer que es Lisa Cholodenko (High Art). Narra las desventuras de una pareja lesbiana con dos hijos adolescentes concebidos por inseminación artificial, cuya relación de muchos años se ve trastornada por completo cuando los jóvenes deciden contactar al donante de esperma que resulta ser el simpático dueño de un restaurante naturista que seducirá a todos, generando una gran confusión e incertidumbre en el seno de ese núcleo familiar hasta entonces sólido e inalterable. Los personajes tienen la suficiente carnadura humana para que resulte un retrato sobre los nuevos conceptos de familia, sobre el amor, la lealtad y el respeto.

En Los complejos familiares, 1938, Lacan nos dice: “A medida que lo biológico es más conocido, se hace evidente que la familia no está relacionada para nada con ello. La familia es una estructura simbólica y social. El objetivo de la familia es la transmisión de los bienes y de los valores”. La transmisión que se juega en la familia, con Lacan, es una transmisión anudada a la función del deseo. Y en Dos notas sobre el niño, Lacan nos señala la “función de resto que sostiene y mantiene la familia conyugal” y que pone en valor “lo irreductible de una transmisión de un deseo que no sea anónimo.” Una transmisión de algo que va más allá de lo simbólico, de un resto que apunta a lo real, a la no relación sexual.

Habrá que determinar, para nosotros que estamos más allá de la biología, que apostamos a quien encarna la función, cómo repensar en este siglo “hombres y mujeres, eso es real” frase que sentencia Lacan en “El saber del Psicoanalista” del año ‘71-’72. En ese texto, Lacan refiere: “(…) La homosexualidad muy rápidamente va a definirse como algo normal en el trato de las normas, pero es el goce el que vendrá a perturbar estas normas (…)”.

“LOS ESTRAGOS CONTEMPORÁNEOS Y SUS INCIDENCIAS CLÍNICAS” NUDO CAPITALISMO/CIENCIA
Lacan en la Conferencia de Milán 1972, refiere (...) "la crisis no del Discurso del amo, sino del Discurso capitalista que es el sustituto, está abierta, está destinada a estallar. Es que es insostenible, no puede marchar mejor, pero justamente marcha demasiado rápido, se consuma, se consuma tan bien que se consume. Y ahora ustedes están embarcados (…) pero hay pocos chances que cualquier cosa seria le pase al hilo del discurso analítico, salvo, bueno al azar (…) eso será (…) PESTE.”

El maridaje entre el Discurso capitalista y el Discurso de la ciencia, muestra un sujeto de la apetencia, un sujeto consumidor de objetos que no lo castran, el sujeto está impedido de poner una regulación, un punto de basta a un saber pretendido del cuerpo, sin que nada ponga tope o borde a las consecuencias de esta verdad del goce.

Cuando se trata de operar en acto sobre lo real del cuerpo, que es algo que se desbroza de la ley de Identidad de género, pareciera que la manipulación no regulada de la ciencia puede arrojar resultados siniestros. Miller, en su conferencia de Apertura al IX encuentro de la AMP, refiere que el siglo XXI es el siglo de la Biología y de la eugenesia: “Hay un desorden creciente de la sexuación”. Para los analistas se tratará cada vez de “introducir nuestra medida en la Ética, por medio del goce”, como manera de oponerse a lo real sin ley.

No hay relación sexual, hay goce…, rezan los Seminarios y Escritos de Lacan. Ahora bien, no es lo mismo el goce enlazado al amor para condescender al deseo, o sea, la ley del padre, que lo real del goce que no encuentra un borde, un límite Ético que lo atempere.

Los psicoanalistas, debemos advertir lo que implica para la subjetividad el empuje cientificistata que opera en lo real del cuerpo, “la creación” de LA MUJER que No Existe.

Lacan en el Discurso de clausura de las Jornadas sobre Las Psicosis en el Niño de 1968 refiere: “(…) el problema del derecho a nacer por una parte. Pero también en la línea de: ‘tuyo es tu cuerpo’, en el cual se vulgariza a comienzos de siglo un adagio del liberalismo. La cuestión está en saber si, por el hecho de la ignorancia en la cual es mantenido ese cuerpo por el sujeto de la ciencia, habrá derecho luego a, ese cuerpo, hacerlo pedazos para el intercambio (…)”

Daría la impresión que cuando se va por más, por manipular lo real del cuerpo, el límite vendrá con la ferocidad de la pulsión de muerte sobre el sujeto, que busca hacer existir el imposible lógico de la relación sexual que no hay.

Los analistas, en pleno siglo XXI, debemos alojar lo que se juega en la escena privada pero también consentir a la responsabilidad de estar presentes en el contexto publico-ciudadano para poder participar en estos debates, advirtiendo acerca del tratamiento forclusivo con el que opera la ciencia sobre lo real del sujeto.

En cuanto al discurso psicoanalítico, la familia era el modelo, la clínica era la del Nombre del Padre, o sea, de lo real simbolizado, era el tiempo en el que Lacan refería “hay saber en lo real”. Hoy, acorde a la actualidad, “lo real es sin ley”. “Todo lo que había sido el orden inmutable de la reproducción, está en movimiento, en transformación, sea a nivel de la sexualidad o en la constitución del ser viviente humano. Este nuevo siglo aparece como el gran siglo de la Bio-eugenesia”.

La avanzada desregulada de la ciencia se habilita para operar en lo real del cuerpo. Esto no será sin consecuencias para la subjetividad. En Argentina, hay listas de sujetos que esperan ser operados. Esta avanzada de la ciencia, sin topes Éticos, apuesta en una nueva vuelta a hacer existir la relación sexual y La Mujer que, como sabemos, solo existe en las Psicosis.

Considero que lo que persiste, lo que insiste, lo que no cesa de no escribirse, en un tiempo donde la pulsión está cada vez más desintrincada de la vida, es el retorno del resto entendido como lo real, para arrasar con la dignidad del sujeto e imponer las peores condiciones de sometimiento.

A PROPÓSITO DE UN DESORDEN
El sujeto moderno ha sido arrancado de los lugares fijos que le asignaba la tradición, es decir, de la función operatoria del Nombre del Padre. Lacan desde su escrito sobre “Los Complejos Familiares” ubicaba ya las dificultades para el sujeto de la declinación de la función del padre.

El padre se coloca desteñido, desacralizado, reina pero no gobierna. Se endiosan en su lugar la razón y la ciencia que, por carecer del límite que regula la ley, conducen a la forclusión del sujeto. ¿Dónde detenerse? ¿Dónde poner el límite si no hay tope?

Frente a este atolladero, el Psicoanálisis reinstala la Ética como límite a la satisfacción. La manipulación sin límites, hasta la depredación, incluida allí la de los cuerpos, no se hará esperar.

La posición del inconsciente está en dependencia de la eficacia de esta figura paterna que, necesaria y no contingente, será idealizada por el sujeto. Se trata de un cambio en la subjetividad de la época, se descoloca la posición del padre que dejaría de garantizar el basamento legal e inconsciente del deseo.

Se trata de un sujeto de la apetencia y no del deseo, sujeto no dividido por el objeto a, sino consumidor de objetos que no lo castran. Si un humano vale sólo por su excelencia de objeto a consumir, no habrá funcionamiento del deseo regulado por el fantasma. Qué consecuencias, tendrá tener un hijo o no tenerlo, debiera depender del deseo inconsciente, regulado éste, por quién o quiénes lo hacen venir al mundo.

Una pareja heterosexual puede encargar hoy día un niño para consumir, apto genéticamente, aun como excelente “mercancía”, sirviéndose de la fertilización asistida. Estos proveen un buen ejemplo que permite discriminar el uso legítimo de la ciencia, para quien desea inconscientemente a un hijo y además puede hacer de ese deseo un acto decidido. La ciencia ofrece toda la batería “científica” para llegar al acto de la concepción.

Para quien apetezca un niño, para consumo utilitario o reivindicativo, el mismo recurso conllevará las complejas consecuencias del binarismo capitalismo/ciencia, precisamente porque en ese nudo no hay regulación de la apetencia por el deseo, ni habrá amor real que resguarde la vida de ese niño.

En el discurso capitalista el padre está game-over. Cualquier modalidad de hacer nacer un niño que equivalga a una mercancía, pone en marcha la maquinaria de lo real sin ley.

No se puede decidir, salvo en un análisis cuál de estas alternativas prevalecen en la demanda de llegada al mundo de un hijo. Es decir, caso por caso y en la intimidad de un análisis.

En cambio, cuando se decide tener un niño según la ley del deseo, el Padre estará en el horizonte alcanzable de ese niño. Sería como un retorno a cierto orden, un límite por lo cual la familia parece estar en condiciones de convertirse en un refugio frente a lo real sin ley de nuestra época.

Nos recuerda Miller que: “El Psicoanálisis no podrá continuarse como práctica en el siglo que comienza si los psicoanalistas no retroceden en desencantar los Conceptos Fundamentales del Psicoanálisis”.

Recordemos que a nivel del par sexualidad y muerte freudiano, la práctica del psicoanálisis permitió que el sujeto sea responsable de sus condiciones de amor y de goce, por lo cual las nuevas configuraciones familiares podrían estar inmersas dentro de la lógica fálica que soporte las funciones materna y paterna, hombre y mujer, XX o XY, o el nombre que permita reinstalar la marca en el sujeto, de un deseo que no sea anónimo.

Notes:
1 – J.-A. Miller, « Le réel au XXIe siècle – Présentation du thème du IXe Congrès de l’AMP», La Cause du désir n°82, Paris: Navarin, octobre 2012, p. 89.
2 – NDT: En Argentine, la formule «mariage égalitaire» s’utilise pour nommer le mariage
homosexuel et la formule «mari et femme » est remplacée par le terme «les contractants».
3 – NDT: L’intervention de J.-A. Miller sur « Le réel au XXIe siècle » se tient dans la villede
Buenos Aires qui signifie « bons vents ».
4 – R.-P. Vinciguerra, « Échos du VIIème Congrès de l’AMP », 2010, inédit.
5 – J. Lacan, Le Séminaire, Livre XIX, …ou pire, Paris : Seuil, 2011, p. 187 et suivantes.
6 – J. Lacan, «Les complexes familiaux», Autres écrits, Paris: Seuil, 2001, pp. 23 à 84.
7 – J. Lacan, «Note sur l’enfant», op. cit., p. 373.
8 - J. Lacan, Je parle aux murs, Paris, Seuil, 2011, p. 61.
9 – J.-A. Miller, «Le réel au XXIe siècle – Présentation du thème du IXe Congrès de l’AMP», op. cit., p. 94.
10 – J. Lacan, «Allocution sur les psychoses de l’enfant», Autres écrits, p. 369.
11 – J. Lacan, Le Séminaire, Livre XXIV, «L’insu que sait de l’Une-bévue s’aile à moure»,
Leçon du 15 février 1977, inédit.
12 – J. Lacan, Le Séminaire, Livre XXIII, Le sinthome, Paris : Seuil, 2005, p. 137.
13 – J.-A. Miller, op. cit., p. 92.