“Searching for sugar man”. Araceli Fuentes (Madrid)

El documental sobre el artista mexicano nacido en Detroit, al que bautizaron, Sixto Rodriguez, por ser el sexto de sus hermanos, cuenta una historia que parece increíble en nuestros días, más bien apáticos sino desesperados.

Es la historia de un trabajador de la construcción al que sus colegas consideran un artista, Sixto es un músico que tiene cierto éxito en su momento, luego desparece, se cuentas historias sobre él, correr el rumor de que se suicidó en el escenario, no se sabe si vive o está muerto. El azar quiso que uno de sus discos llegara a Sudáfrica en la época del apartheid, y sin que Sixto lo supiera sus canciones se convierten en la voz de la rebelión de los sudafricanos contra aquella dictadura que les oprimía. Vendió millones de discos en Sudáfrica, llegando a ser tan famosos o más de lo que podían serlo los Rolling Stones.

Mientras tanto, en el otro lado del mundo Sixto sigue con su vida, una vida sencilla de trabajador en derribos, una vida sin lujos, pero rica en otras cosas, como declara una de sus hijas en el documental. Por otra parte, inquieto, llegó, incluso, a intentar presentarse a las elecciones para ser alcalde de Detroit,… pero le cambiaron el nombre en las papeletas, no deja de ser un hombre elegante, su colega de la obra, al que entrevistan, dice que es un artista en su profesión. Todo sigue así… Hasta un día en el que un periodista sudafricano decide investigar ¿quién es Sixto Rodriguez y si sigue vivo?

Decide seguir la pista del dinero de los millones de discos vendidos en Sudáfrica, y la pista le lleva a descubrir a quién se había hecho rico a su costa. Finalmente, después de una larga búsqueda da con él, le cuenta la historia extraordinaria de su fama sudafricana y le invita a viajar a Sudáfrica, donde le han preparado un concierto en un estadio atestado de gente que conoce y canta sus canciones, cuando Sixto Rodriguez toma el micrófono, lo primero que hace es darles las gracias por haberlo mantenido vivo, se escucha una enorme ovación.

La fama encontrada en su vejez no trastorna a Sixto Rodriguez, el dinero que le robaron no le preocupa, ni siquiera intenta recuperarlo, sigue trabajando y viviendo en la misma casa aunque ahora se ha hecho famoso, al final la carta llegó a su destino y de vez en cuando da conciertos, uno de ellos será próximamente en Barcelona, según me han dicho.

Lo que me toca y no creo ser la única, de este documental que recibió un Oscar el año pasado, no es sólo que sea una hermosa historia real, que de tan real parece de cine, sino la extraordinaria posición de este hombre. Sixto Rodriguez es alguien que puede aceptar lo que le viene y alguien que ha sabido mantenerse en esa posición en su vida, sin duda está afectado por esa extra pasión a la que Lacan llamó amor por lo real.

¡Un brindis por Sixto Rodriguez!