SABER LEER, APRENDER A LEER. (Primera Parte). Por HEBE TIZIO (Barcelona)


Fragmento del cartel del XII Encuentro Internacional del Campo Freudiano, París, 2002, del cuadro de René Magritte: La lectrice soumise.

La preocupación existente alrededor del tema de la lectura es una constante en los medios educativos: se lee cada vez menos, cómo hacer para que los niños y jóvenes amen la lectura… Cuando es difícil sostener una interrogación se precipitan las sentencias catastrofistas que en realidad sirven para tapar ese agujero que nos cuestiona. Por eso es prudente mantener la cuestión abierta: ¿Se lee menos o se lee diferente?

No todas las lecturas son iguales

El proceso de transformación del ser viviente en un ser hablante, su socialización, sienta las bases de la lectura. Vivir en el mundo es vivir leyendo, desde el campesino analfabeto que lee en el cielo los signos de las nieves y las tormentas futuras hasta el que lee en un rasgo del otro su condición de amor o busca en el poema los giros de las letras que siempre dicen otra cosa. Sin embargo, no todas las lecturas son iguales.
Desde un punto de vista general toda lectura es interpretación aunque hay la lectura del lado del sentido que se otorga a las líneas del texto - porque el lector rescribe, tiene la capacidad de decidir sobre el sentido-, y la lectura del inconsciente como intérprete. El inconsciente intérprete es un aparato de lectura que interpreta la realidad siempre de la misma manera, de allí el dicho "las cosas son según el cristal de las gafas con las que se mira". Podríamos decir que ese aparato de interpretar colorea los cristales de las gafas.

El sujeto y la lectura

El inconsciente implica la suposición de un sujeto que sabe leer y que puede aprender a leer porque se parte de la afirmación de que hay escritura en el inconsciente.
El ser viviente nace a un mundo donde el significante introduce su marca y esa marca primera es productora de goce. Esto configura la estructura de la repetición que es así búsqueda de un goce particular a cada sujeto. La repetición se lee pero hay allí una zona de irrepresentabilidad, por eso es una lectura sin sujeto.
En todo caso el efecto de esa lectura es el sujeto. Se trata de un saber leer distinto del que da el sentido de la cadena significante, es una pura pragmática de la satisfacción. En este sentido leer no implica comprender.

Libro abierto

El niño debe descubrir que no es un libro abierto para el Otro, cosa que a veces el adulto explota cuando le dice:"mírame a los ojos que me daré cuenta si dices la verdad". Por eso hay un momento donde el niño cuenta mentiras al adulto para comprobar, con júbilo, que puede engañarlo lo quiere decir, entonces, que no es omnipotente. Claro que tampoco nadie es un libro abierto para sí mismo. La introspección encuentra un límite por eso muchas veces para saber de si se tiene que pasar por el Otro como lo demuestra el psicoanálisis. Es un saber leer que se reduce a un gozar sin saber de allí que el analizante deba aprender a leerlo bajo transferencia.
Alrededor de la marca se organiza un mundo. Los primeros aprendizajes dan elementos para envolverla ya que la necesidad debe someterse al lenguaje para ser satisfecha. Hay saber en el Otro y debe aprenderse y esto permite que se anuden los registros que dan existencia a la realidad psíquica.

Alicia en el país de las maravillas

Para realizar el aprendizaje de la lectura hay que tocar el sin-sentido por eso Lacan (1) recomienda Alicia en el país de las maravillas como libro introductorio para trabajar con niños por el juego del sin sentido.
Violeta Núñez (2) decía que el niño para aprender a leer deberá disponerse a atravesar una barrera, que por un lado aboca al sinsentido radical de la m con la a, ma, y por otro, le da acceso a la posibilidad de encontrar una significación propia, una particular combinatoria para anudarse a un mundo nuevo.

La lectura y la particularidad de cada uno

La lectura tiene efectos incalculables porque existe la interpretación íntima del sujeto que fija algo, que recorta un mundo posible pero el agente de la educación no puede anticipar qué será. No se puede evaluar el efecto en sus repercusiones futuras. Leer puede dar elementos para encontrar un camino, una salida a la particularidad de cada uno.
En última instancia, la educación es un intento de ayudar a que cada uno pueda hallar recursos para hacer con su modo de satisfacción algo que le permita circular socialmente. Lo que implica también que ayuda a velar, a regular, la relación con el mal que habita en cada uno.
Así, una cosa es el soporte de la letra en el inconsciente y otra en la cultura. Cuando se dice que cada vez se lee menos hay que pensar si esto es así o si se lee de manera diferente y por otro lado, si las diferentes formas de lectura en lo social influyen en la forma de leer el inconsciente.

Hebe Tizio (Barcelona)
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Este texto toma como base las presentaciones de los dos últimos Stages del Grupo de Investigación sobre Psicoanálisis y Pedagogía y fue presentado en la Universidad de Deusto en la Conferencia organizada por el SCF de Bilbao el 14.10.05.

Notas:
(1) LACAN,J. Seminario "El deseo y su interpretación" (inédito) 21.1.59. París
(2) NÚÑEZ,V. Conferencia en el VI Stage organizado por el Grupo de Investigación sobre Psicoanálisis y Pedagogía "Lo incalculable de la educación". Barcelona , 2002.
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(REDACCIÓN: Presentamos en dos partes en este BLOG un resumen del texto completo, que el lector puede hallar en NODVS, www.scb-icf.net/nodus