Resonancias del Ciclo “Literatura y psicoanálisis: Migraciones”

La Biblioteca del Campo Freudiano de Barcelona acogió este primer encuentro alrededor del efecto subjetivo del fenómeno migratorio, en el auditorio de la Biblioteca Jaume Fuster. Se propuso la lectura de la novela La invasión del pueblo del espíritu, de Juan Pablo Villalobos1, y contó con la presencia del autor, así como del director de la Comunidad de Catalunya de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis, Daniel Cena. La presentación de la actividad estuvo a cargo de Alejandro Velázquez, miembro de la ELP y de la AMP.

Alejandro presentó el acto recordando que la Hystoria de las humanidades, historias de migraciones. Daniel Cena se preguntó si la novela encaja con una supuesta elaboración de la migración del autor; Juan Pablo Villalobos nació en México y ha vivido a lo largo de su vida en diversos lugares.

Parece que inmigración es un término que surge con la revolución industrial, a raíz de las perturbaciones introducidas en el sistema económico por la aplicación de la ciencia con fines productivos. Dicho así se trata de un hecho nuevo, reciente y moderno como el psicoanálisis. Al inicio de la conversación se constató la diferencia entre los desplazamientos masivos de fuerza mayor como son los desastres naturales, las hambrunas, las guerras… Las historias de las culturas nómadas son otra cosa; aquellos son fenómenos que obligan al desplazamiento. Otras, las migraciones decididas individualmente, ponen en juego el deseo del migrante.

Para Freud el asunto se centra en sus argumentos sobre la experiencia unheimlich, la experiencia de lo no familiar que resulta siniestramente próximo. Y en Lacan la cosa toma la dimensión de la relación con el Otro y la experiencia topológica de extimidad. Un neologismo que sitúa al sujeto migrando entre lo exterior y lo íntimo.

Villalobos especificó su vivencia de extimidad diciendo que llegó a Barcelona con una beca para hacer un doctorado. A continuación, expuso diferentes vicisitudes a las que se enfrenta el migrante. Constató la diferencia, el decalaje o desajuste, entre la ilusión y el deseo de migrar al principio y lo que encuentra en el transcurrir de la vida cotidiana. Entre ellas se produce, o no, la modificación del idioma, de las palabras, de los modismos, de los acentos, las entonaciones... Al migrante le pasa algo con el habla, con la lengua de origen. Estirando este hilo de la conversación se pregunta sobre la identidad. ¿Qué es la identidad?, ¿cómo se transmite?, ¿de dónde somos? La identidad es en función del Otro que comunica.

El autor nos dice: soy emigrante, escribo como un emigrante. No puedo escribir excluyendo esta experiencia vital.

No hay una manera de ser de un lugar sin vivir los diferentes accidentes que nos encontramos a lo largo del recorrido vital. La inestabilidad de la identidad se hace patente en las situaciones migratorias, pero sabemos que es inherente al sujeto, cada uno hace lo que puede con ello. Algunos escriben.

Villalobos tiene dos novelas de migración. La primera, No voy a pedirle a nadie que me crea 2 fue galardonada con el Premio Herralde de novela el 2016. Y la segunda es esta, La invasión del pueblo del espíritu.

La primera está escrita con cierta ironía, con dureza; está escrita como si el escritor aún viviese en México y habla con tensión entre el mundo que dejó y el que hace por fijar en la novela. El tiempo y el lugar son un embrollo. La otra es tierna; se separa de una cierta voz en off que dice de cómo deben ser las cosas y el mundo. Cuenta la fragilidad de unos y otros, esos que van y vienen. Reconocidos sin prejuicios. Son presentados como cono-sureños, próximo- orientales, lejano- orientales, nord-occidentales, indígenas, los que hablan la lengua del invasor… Y se encuentran y viven en un mundo recreado entre el barrio de Gracia y el de la Salut de Barcelona.

¿Qué dice que le ha ocurrido entre la una y la otra? Intentó hacer un libro de no ficción. Un libro objetivo, sobre el viaje de niños centro americanos a Estados Unidos; la crónica se titula Yo tuve un sueño 3.

El choque entre la poesía y el nerviosismo en este texto, por lo visto y escuchado–en palabras de Villalobos, lo empuja a hacer un desguace de la lengua. Y lo orienta hacia la creación de La invasión del pueblo del espíritu. Una novela entre lenguas, no solo las lenguas de los habitantes del territorio imaginado. También están, de alguna manera, ahí el decir de los tubérculos y las verduras del huerto de Gastón y de los extraterrestres de Pol.

Para finalizar, extraemos una cita del Curso Extimidad, de Jacques-Alain Miller4: “Debemos decir que ser un inmigrante es el estatuto mismo del sujeto en psicoanálisis… El problema del sujeto precisamente es que ese país extranjero es su país natal” -el originario previo a la alienación a la lengua-... y es que este estatuto pone en tela de juicio el círculo de la identidad de este sujeto, lo condena a buscarla en los grupos, los pueblos y las naciones.

 

Notas:

  1. Villalobos, Juan Pablo, La invasión del pueblo del espíritu. Ed. Anagrama, 2020.
  2. Villalobos, Juan Pablo, No voy a pedirle a nadie que me crea. Ed. Anagrama, 2016.
  3. Villalobos, Juan Pablo, Yo tuve un sueño. Ed. Anagrama, 2018.
  4. Miller, Jacques-Alain, Extimidad. Paidós, 2010, p.43.