Reseña de la presentación del libro "Estamos todos locos, la salud mental que necesitamos" de Eric Laurent | Carmen Garrido

reseña_estamostodoslocosEl jueves 21 de mayo la Biblioteca de Orientación Lacaniana en A Coruña, presentó en la Sede de Afundación, el libro de Eric Laurent, "Estamos todos locos. La salud mental que necesitamos", de la editorial Gredos.

En el acto intervinieron Liana Velado y Xavier Esqué (autor del prólogo), ambos psicoanalistas miembros de la ELP y AMP.

Comenzó Liana Velado presentando a Xavier Esqué al público de A Coruña y haciendo un recorrido por los artículos del libro, relacionándolos con ejemplos de su práctica médica orientada por el Psicoanálisis.

A continuación, Xavier Esqué, recordó las palabras de Lacan en “Función y campo de la palabra”: Mejor pues que renuncie el que no pueda unir a su horizonte la subjetividad de la época, para decir que la clínica y la civilización siempre van relacionadas.

Señaló que en esta época hay un imperativo de la evaluación, un ideal de saberlo todo. Se reduce al ser humano a una unidad de consumo, se construyen unidades homogéneas regidas en términos de coste-beneficio, en las que la subjetividad está borrada. Para el Psicoanálisis, la evaluación tiene que ver con la clínica del uno por uno, no con la burocracia. Así, cuanto menos clínica, mayor control social y más conducta, más discurso del amo, y la Salud Mental se convierte en una cuestión de orden público, como dice Miller.

Se puede apreciar como la evaluación predictiva sustituye al acto del maestro y el clínico.

Existe una tensión entre el Psicoanálisis y la Salud Mental. El Psicoanálisis se dirige a lo particular del sujeto, mientras que la Salud Mental pretende un universal higienista para todos, algo que no existe, no es posible. Las técnicas cognitivo-conductuales y las neurociencias borran la clínica del sujeto, lo que lleva a la patologización y la medicalización para todos igual.

Al Psicoanálisis le interesa la subjetividad, el síntoma de cada sujeto. Y es esta vía del síntoma la que puede hacer frente a las fuerzas burocráticas de la Salud Mental.

Es porque el síntoma acompaña y es lo más particular de cada sujeto, que Lacan puede decir todo el mundo delira, todos locos, que ya Freud anunciaba como todos neuróticos.

El Psicoanálisis no encasilla, busca la singularidad del deseo de cada sujeto en su síntoma, que es lo que pone límite a lo universal terapéutico.

Para finalizar, se abrió un tiempo de debate con el público