Reinventar el cartel. Por Xavier Esqué (Barcelona).

Reinventar el cartel

...En el Seminario del 11 de marzo de 1980 Lacan poco antes de fundar la Escuela de la Causa Freudiana, propone el cartel como “órgano de base” del trabajo de Escuela. Es decir, que plantea el cartel como uno de los pilares de la Escuela, como una de las principales modalidades de trabajo de la comunidad analítica de orientación lacaniana. Una semana más tarde, el 18 de marzo, Lacan insiste, y ahí requiere ya directamente a los analistas que se junten bajo esta modalidad de trabajo: “Vayan. Júntense varios, péguense (...) y disuélvanse (...)”.
La orientación de Lacan es clara, inequívoca, hasta el punto que podemos decir que la formación del analista y lo más propio del trabajo de Escuela precisa de la experiencia del cartel.


...La Escuela debe sostener esta modalidad de lazo social que es el dispositivo del cartel que hace de bisagra entre la formación del analista y el trabajo de Escuela. La experiencia del cartel es un lugar muy propicio para plantear las verdaderas cuestiones sobre la formación y la transmisión del psicoanálisis. La estructura del cartel se basa en la lógica de la incompletud, cada uno de los componentes del cartel es trabajado por esta lógica, de ahí la consideración del cartel como “órgano de base” de la Escuela porque es un dispositivo que favorece el efecto de discurso por encima de los efectos de grupo.


...Sabemos que la transferencia de trabajo se sostiene en la hiancia de saber, en este sentido el cartel es una apuesta por sostener ese vacío de saber junto a otros colegas, que pueden ser psicoanalistas miembros de la Escuela o no, y que también pueden ser no analistas.

...el cartel va a contracorriente de la época, una época caracterizada por el individualismo y el cinismo contemporáneos lo que, sin duda, produce un aflojamiento de los lazos sociales; pero la experiencia del cartel, precisamente, puede convertirse en una posible salida frente al malestar puesto que por su estructura de descompletamiento tiende necesariamente a producir una cesión de goce en cada uno de sus participantes.

Xavier Esqué (Barcelona)