Padre patriarcal y padre parental
El tema del congreso sobre el cual comenzamos a conversar esta noche plantea un eje que va de la clínica hacia la crítica del patriarcado y viceversa. Desde un lado supondríamos una clínica en esas coordenadas, una clínica que se desprende de lo que sería la causa del malestar contemporáneo: el patriarcado (a secas), como lo señala Poblome1 en el argumento de este congreso. Pero esta crítica es la queja sobre “el poder del padre soberano”, que no se tolera más, “el patriarcado hace resonar una crítica al abuso de este padre que monopoliza el goce”2 .
Aunque entendemos que este padre no es más que un mito como lo construye Freud en “Tótem y Tabú”3, el padre gozador y tiránico. Hoy el padre patriarcal levanta chispas desde un mito caído, que no sabemos si sería la declinación del mito paterno o el mito de su declinación lo que estamos atravesando ya tantos años pues el padre patriarcal, el pater familia ideal varía en cada época. Como quiera que sea la cuestión, ese mito está en una constante caída desde los inicios del psicoanálisis, como lo marca Lacan tempranamente4, el cual no provoca más que las enfermedades del padre en la neurosis (letanías obsesivas, histéricas, fobias y una larga cadena de síntomas) o cuando el padre se cree el padre de manera impostada que genera su forclusión.
Otra cosa quizás sea el padre parental5, el de los cuidados parentales, aquella baliza del amor y el goce, qué quizás debiéramos distinguir del anterior. Sobre este punto Lacan fue muy fino al ir deconstruyendo, declinando poco a poco esa función, cómo lo muestra Laurent en su texto. El padre que impacta al hacer “lazo con un deseo” más que “imponer su goce”. Es acá donde se abre una pregunta para el psicoanálisis a partir de leer ese impacto en cada sujeto, “sosteniendo las contingencias de los encuentros con el goce”6. Esta lectura, el discurso psicoanalítico lo hace desde una autoridad inédita que “excluye la dominación”7, al mostrar que “el padre no puede encarnar la autoridad sino como un semblante”8. Es una autoridad instituida “que solo dura mientras los hijos den su consentimiento”9.
En algún punto podemos pensar el padre patriarcal recubría al padre parental, y cuando el padre del patriarcado decae, surgen las nostalgias y retornos del padre pretérito perfecto qué podría poner orden en el caos, pero lo hace dando pie a los fundamentalismos, las verdades absolutas y los autoritarismos, las enfermedades de la añoranza del padre patriarcal. Si desconocemos esta superposición damos cabida a los nostálgicos del padre, y lo hacemos sin reconocer el dominio del lenguaje sobre el sujeto, verdadero autoritarismo de los significantes amo que dominan la vida del ser hablante silenciosamente, de modo imperativo y sin sentido10.
Surgen algunas preguntas ¿se puede poner límite al goce si ya no se cree en la función paterna como legítima?11. También nos arriesgamos a totalitarismos subjetivos bajo la dominación del ideal por medio de la supuesta liberación del padre patriarcal (algunos feminismos).
¿Las transformaciones sociales del lugar del padre patriarcal suponen un impacto directo sobre la subjetividad? ¿No se trataba en la clínica precisamente de declinar el mito totémico del padre para encontrar la inscripción singular de esa función prometeica de la castración y el deseo?
¿La caída del padre patriarcal develo el derrumbe definitivo del padre parental cuando los creíamos diferentes? o ¿Era condición para su existencia, y estaban más atados de lo que pensábamos?
Si “el padre después del patriarcado se sitúa desde lo real, es decir, desde el goce” 12 como señala Laurent, hoy nos acercamos a un padre que hay que buscar caso por caso, en “lo que hace suficientemente las veces de excepción” sin imponer su goce ya que porte su propia castración y que “marca el goce como viable”.
Quizás el psicoanálisis se trataría de ir más allá del patriarcado, sin la búsqueda nostálgica por la falta de una supuesta ley que en realidad era poder ir más allá del fantasma neurótico del padre totémico, para encontrarnos con la singularidad del padre después del patriarcado, que “preserva la posibilidad del deseo y no pretende recubrir lo real” 13.
Notas:
- Poblone, Guy. “Clínica y critica del patriarcado”. Argumento del 7º Congreso Europeo de Psicoanálisis, PIPOL 11, 2023. ↑
- Leguil, Clotilde. “Critica del monopolio del goce legítimo”. Newsletter de PIPOL 11, 2023. ↑
- Freud, Sigmund. “Totem y tabú”. Obras completas, Vol. XIII. Amorrortu, Buenos Aires, 1997. ↑
- Lacan, Jacques. “Los complejos familiares en la formación del individuo”. Otros Escritos. Paidós, Buenos Aires, 2012. ↑
- Utilizo este término para distinguir del padre patriarcal, acercándome al concepto de parentalidad que opera como significante, pues alude al lugar de los cuidados del pariente, de donde toma su raíz la palabra y nada tiene que ver con la madre o el padre, a menos que ocupen esa función. ↑
- Laurent, Eric. “El lugar irreductible del padre”. Newsletter de PIPOL 11, 2023. ↑
- Miller, Jacques Alain. "Todo el mundo es loco”. Paidós, Buenos Aires, 2015. ↑
- Consenza, Domenico. “Autoritarismo”. Newsletter de PIPOL 11, 2023. ↑
- Leguil, Clotilde. “Critica del monopolio del goce legítimo”. Op. cit. ↑
- Consenza, Domenico. “Autoritarismo”. Op. cit. ↑
- Leguil, Clotilde. “Critica del monopolio del goce legítimo”. Op. cit. ↑
- Laurent, Eric. “El padre después del patriarcado”. Newsletter de PIPOL 11, 2023. ↑
- Ibidem. ↑
Miembro de la ELP. Comunidad de Madrid.