LACAN COTIDIANO N° 05. Armand Zaloszyc, Jacques-Alain Miller, Lilia Mahjoub, Pierre Ebtinger, Agnès Aflalo, Philippe Bénichou, Jean-Pierre Klotz, Anne Poumellec, Beatriz Udenio, Clotilde Léguil.

“El retorno será lacaniano también en Belmopan”

“El Mundo de los Libros y nosotros”, por Lilia Mahjoub
Schneider y Patachón Valdés: dos casos raros.
Clotilde a la escucha de France Culture.
SÁBADO 27 DE AGOSTO 2011
15H25 [GMT + 1]

***

¿Una mentira de Freud?
Una apostilla acerca del artículo “Sobre el sentido antitético de las palabras primitivas”.
por Armand Zaloszyc

En su artículo “Sobre el sentido antitético de las palabras primitivas” (1910), Freud piensa encontrar en los trabajos del lingüista Karl Abel, donde se plantea la pregunta acerca de la representación de contenidos opuestos, una confirmación de la concepción según la cual “la expresión del pensamiento en el sueño [tendría] un carácter regresivo, arcaico.”
Freud nos dice que es “accidental” su lectura de “Gegensinn der Urworte” publicado en 1884, afirmación que tiene con qué sorprendernos: ¿accidental? Tal vez, pero se produce porque existe una necesidad. ¿De qué tipo de necesidad se trata? Dejo por el momento la pregunta en suspenso. Queda claro una vez leídos los textos, que se trata de una pregunta decisiva. Es decir una pregunta que decide la existencia misma de ese pequeño texto de Freud, de su lugar en la constitución teórica del psicoanálisis.

No podemos menos que asombrarnos al leer la nota que Freud añade al respecto en su Interpretación de los sueños (AE, tomo IV, 324). “Por un trabajo de K. Abel […] me enteré del hecho asombroso, confirmado también por otros lingüistas […]”. Ahora bien, Benveniste nos asegura “que ningún lingüista calificado, ni en la época en la que Abel escribía (ya lo había hecho en 1884), ni retuvo desde entonces el Gegensinn der Urworte ni en su método ni en sus conclusiones.” ¿Entonces? ¿Será una mentira de Freud?

En un texto de 1956 que apareció en el número 1 de la revista La psychanalyse y retomado en sus Problemas de lingüística general que lleva como título “Observaciones sobre la función del lenguaje en el descubrimiento freudiano”, Benveniste hace una crítica desde el punto de vista de la lingüística del estudio de Karl Abel acerca de los sentidos opuestos en las palabras primitivas. Lleva adelante esta crítica tomando en cuenta el detalle, retomando la mayoría de los ejemplos citados por Freud, para concluir que no puede otorgársele ningún “crédito a las especulaciones etimológicas de Karl Abel que sedujeron a Freud.”

Pero quedémonos con la sorprendente construcción del artículo de Freud: «formula, como un resultado todavía no entendido del empeño analítico, una tesis: “En extremo llamativa es la conducta del sueño hacia la categoría de la oposición y la contradicción. Lisa y llanamente la omite, el ‘no’ parece no existir para el sueño. Tiene notable predilección por componer los opuestos en una unidad o figurarlos en idéntico elemento. Y aún se toma la libertad de figurar un elemento cualquiera mediante su opuesto en el orden del deseo, por lo cual de un elemento que admita contrario no se sabe a primer vista si en los pensamientos oníricos está incluido de manera positiva o negativa.”» Y Freud añade que es leyendo “accidentalmente” la obra de Karl Abel que “me permitió entender esa rara inclinación del trabajo del sueño…” Después de esto todo el artículo consiste en largas citas textuales de los puntos de vista de Karl Abel. Y concluye el artículo señalando la concordancia de lo que sucede en el sueño y de lo que sucede en “el desarrollo del lenguaje”.

¿Qué queda de esta concordancia una vez eliminados los puntos de discordancia de los “lingüistas calificados”? La “magistral rectificación otorgada a la falsa voz, como dice Lacan, donde Freud introducía la pregunta en el terreno filológico” ¿nos intima a abandonarlo simplemente, como un error respecto a la verdad calificada, es decir, la verdad que aquí puede calificarse de racional?

Podemos imaginarnos a Freud (1910) aventurándose en las exposiciones riesgosas de un lingüista equívoco. ¿Acaso no sucede lo contrario? Freud calificando, confirmando, como pueda, la ciencia filológica, ya antigua, aún riesgosa –para muchos– teoría psicoanalítica? Ahora bien, ¿qué confirma a partir de Karl Abel en cuanto a lo que hace surgir como lógica del equívoco del significante? Pero esto en la forma mistificada de la anterioridad histórica, del estado arcaico o primitivo, del mecanismo preformado, del estado regresivo, allí donde lo procedente es precisamente el modo de funcionamiento de la estructura.

Mistificación propiamente ligada al dispositivo teórico dominante, al terreno en el que Freud polemiza, donde el psicoanálisis debe retomar y volver las armas contra esta racionalidad dominante que había forjado para su uso exclusivo. O donde a partir de allí, el sueño, el lapsus, las diferentes formaciones del inconsciente sólo pueden aparecer (porque de todos modos “eso no impide existir”) en posición dominada: como mecanismo monótono y, retomando una expresión de Lacan, “levantado desde las profundidades, […] primitivo y que tendría que elevarse al nivel superior de lo consciente”, o de una racionalidad universal.

Se puede entonces rectificar la presentación del artículo de Freud: no mentira, sino preocupación, allí se completaría, deformado el deseo de Freud, que habrá que interpretar bien. No es la filología de Karl Abel la que explica la teoría de Freud, sino la teoría de Freud que descubre la verdad de las “especulaciones filológicas” de Karl Abel y de Freud mismo.

***

EL RECORRIDO DE UN SIGNIFICANTE
por Jacques-Alain Miller

La línea final de ese texto indicaba “Strasbourg, 1975”. Despertó mi curiosidad y pedí al autor que precise el recorrido de ese texto. Se mostró que había salido de una conferencia presentada sin propósito de publicación, en el seminario mensual del profesor René Ebtinger. Fue redactada a solicitud de nuestro difunto colega Christian Dumoulin quien la publicó en Les Feuillet psychiatrique de Liège que él dirigía. Un boletín bastante confidencial. “Pasé los últimos días en el polvo de viejos documentos que ordenaba, me escribió Zaloszyc y me encontré con este viejo rollo. Reencuentro contingente, e incluso doble y triplemente contingente -con mi texto de la jornada Uforca en Montpellier y con el de las Jornadas de octubre de la Ecole de la Cause freudienne, relacionadas con una pregunta totalmente actual: la relación entre el equívoco y lo que de lo real en tanto excluido del sentido, puede tocar. Hay además una divertida relación entre esta pregunta y la idea de una mentira de Freud, muy a lo libro negro, et al. He aquí lo que hizo que a su improvisada pregunta le respondí que acababa de encontrarme con ese viejo texto. Pero es Ud. quien lo aceptó como conveniente y he allí también vuestras razones.”

Son simples: ese texto parece haber sido escrito hoy, el estilo es nítido; aborda con liviandad, en buen francés y por un sesgo divertido cuestiones actuales y profundas. Tengo más que suficiente con tener que cargarme en el medio analítico con “chismes incomprensibles”, como se decía en mis tiempos en la rue d´Ulm. Tenía las espaldas anchas para recibir la ola de maledicencias, si puedo decirlo, pero tenemos que mutar.

Mientras que nosotros los calificados, nos encerramos en jaulas de galimatías, los nulos son quienes ocupan los medios de comunicación, son ratones de librerías y cuentan cuentos, más aún sobre Lacan sin la menor vergüenza. Yo siempre evité los medios de comunicación, no por menosprecio (desde que supe leer no quería ser ni bombero ni médico, sino reportero, de allí que sea imbatible en el ejercicio), sino porque creí tener un trabajo diferente, discreto: con mis pacientes, con mi curso, con los Seminarios de Lacan.

Por más que uno sea de buena pasta, es sólo al darse cuenta que los otros decidieron enterrarlo vivo como a Kill Bill, persuadir al mundo que uno no existe, lo circundan de una nasa invisible, lo encierran en su cuarto como a Cenicienta para festejar sin Ud., a un hombre que amó y admiró y a una obra a la que Ud. consagró su vida mientras que ellos no cesaron de ennegrecer al hombre y disfrazar la obra, entonces es demasiado arriesgado levantar los hombros frente a tanta impudencia y estupidez, y permanecer sumergido en sus trabajos de benedictinos. Y además aquellos alrededor suyo que lo aman tampoco lo soportan. Entre ellos, Judith, mi esposa, su hija.

Así pues guardé el arado. Me encaminé hacia Jano. Amo ese momento y he conocido varios en mi vida en que desvanecido, disipado en el aire, me recojo y salto a la escena donde no soy esperado –puesto que ni yo mismo me espero. Uds. mis buenos amigos me tienen reprimido. Es perfecto. Tendrán que vivir el retorno de lo reprimido. Y tomaré más forma. El espacio bajo el artículo de Zaloszyc está lleno.

***

EDITORIAL
EL PUNTO SOBRE LA O.
por Lilia Mahjoub

Retomo el artículo de la parte inferior de la página 7 del Mundo de los Libros, del jueves pasado. Es un adoquín que no parece nada pero al mirarlo bien quiero decir, al leerlo, simplemente se convierte en lo que es. Un adoquín en el charco, en la marisma del Mundo de los Libros.

“El retorno será lacaniano” dice el artículo, slogan que hoy resuena hasta el otro lado del mundo. El artículo continúa: “Más allá de la publicación del seminario (Libro XIX …o peor, Seuil) y las conferencias en la Capilla del hospital Sainte-Anne (Hablo a los muros, Seuil), nuestra colaboradora Elisabeth Roudinesco firma un Lacan contra viento y marea (Seuil)” Gramaticalmente la frase no tiene ambigüedad: el mismo grupo nominal firma la publicación de ambos libros y del tercero.

¿Qué crea el acontecimiento de este retorno y que vale para ser calificado de “lacaniano”? Lo sabemos: son los treinta años de la muerte de Lacan y la aparición de dos libros cuya autoría se encuentra en la carátula. Sin embargo, en el momento mismo en el que se decreta el retorno “lacaniano”, el nombre propio de ese mismo Lacan sólo aparece como tal en el título de una obra que le es consagrada.

El adverbio “Además” en “Además del seminario…”, quiere decir que el seminario va de suyo; en el Mundo de los Libros no lleva el nombre del autor, no está redactado por nadie, mientras que su edición fue objeto durante dos decenios de recensiones venenosas. Y en el Mundo de los Libros, invariablemente. Allí, ya no se trata de atacar a la edición ni al editor (¿para qué?). Pero uno ve que todo tiene que desaparecer: Lacan, y sobre todo aquel a quien encargó para que redactara su enseñanza oral y que tuvo que soportar durante años la constante persecución de…, la persona que justamente la gramática del artículo coloca en el lugar de todo el mundo.

En suma, Jacques-Alain Miller estaba en el centro del debate cuando se trataba de mancharlo y de desanimarlo. Puesto que resistió y que ya no se trata de eso (¿para qué?), entonces debe desvanecerse sin dejar huellas.

Se dirá que el lector avisado habrá corregido, pero el lector lambda, culto, no lo dudamos puesto que lee el Mundo de los Libros ¿qué habrá aprendido? ¿A quién se le atribuirá la publicación de los Seminarios y de las conferencias? Estos últimos ¿crecen en los árboles? ¿Caen del cielo?

La frase continua: “…y el lingüista Jean-Claude Milner […]”. Este nombre, de un amigo cercano de Jacques-Alain Miller, debe introducir aquí una ambigüedad semántica, barajar los naipes y sobre todo porque esta construcción deja entender que el “lingüista” (es eso pero también muchas otras cosas) forma parte de aquellos que borran el nombre de Jacques-Alain Miller. Es una injuria a Jean-Claude Milner.

En el conjunto de este artículo se cita el nombre de dos autores en total, para cinco libros mencionados. Se añade en efecto uno anónimo, El inconsciente en el paraíso, publicado por Payot, al que el autor anónimo del artículo sugiere tener acceso “si la voz de Lacan les parece siempre impenetrable”. ¿No pueden evitarlo?

La voz de Lacan no es en absoluto impenetrable, puesto que justamente a partir de ella, de su grabación, se establece el texto de los seminarios y de las conferencias; es publicado, leído, traducido en varios idiomas y a pesar de esta jauría se convirtió en una vía (con una e)*, desprovisto de religiosidad, para psicoanalistas cada vez más numerosos en el mundo. También es una referencia imborrable para la cultura en general.

Que para algunos esta vía esté tapada me parece en efecto dar cuenta de la confusión entre una x y una e.* El establecimiento de los seminarios es un trabajo sobre la letra, un trabajo de autor, de co-autor, que escribe esos seminarios y conferencias inicialmente hablados. ¿Pero quién los escribe? ¿A dónde fue a parar su nombre? ¿Por qué el nombre de Jacques-Alain Miller fue borrado, ignorado, excluido, como si no existiese?

¡Veamos! Un nombre borrado no es nada. Más allá de todos los nombres con los que podría calificarse tal censura, esto es grave. Es la desinformación para no decir la deshonestidad intelectual.

¿Y quién obra en ese sentido? Es ese mismo Mundo de los Libros que alardea de una renovación de sus páginas, de sus rúbricas, de su tono.

El retorno es lacaniano, lo sabemos.

Lo sabemos en París, Toulouse, Bordeaux, Nantes, Rennes, Nice, Lyon, Strasbourg, Ré, en buenos Aires y Nueva York, en Tel Aviv y Roma. Gracias a Jacques-Alain Miller y a su red internacional de envergadura, se sabe también en Belice, en Sottwill, en Tunakatrâbyïé, etc.

El periódico en línea LACAN COTIDIANO da testimonio de ello, cada día y de todas las maneras.

El Seminario XIX, …o peor no podía salir en mejor momento. –Les Portes-en-Ré, 26 de agosto.

* Homofonía en francés entre vía (voie con e) y voz (voix con x). (N. de la T.)

***

¡El Diablo está allí!! PORQUE LACAN
El Diablo probablemente (Verrier) proporcionará su toque tan parisino a este retorno con su número Porque Lacan. Movilizó a su selecto equipo durante las últimas semanas. Bajo la batuta de Deborah Gutermann-Jacquet y Benoît Delarue, redactores en jefe, el Diablo se hizo con júbilo a 100 por hora, con la eficacia que se le conoce. Dio lo mejor de si. Se encuentran allí los redactores habituales de la revista. Y como estrellas invitadas: Eliette Abecassis, Agnes Aflalo, Roland Castro, François Cheng, Catherine Clément, Benoit Jacquot, Pierre Michon, Judith Miller, Jean-Claude Milner, François Regnault, Philippe Sollers, pero también Bertrand Lavier, Jean-Pierre Raynaud, Jean-Michel Othoniel, y más Pablo Reinoso y Kimiko y Jacques-Alain Miller.
Número especial

***

EL CASO MICHEL SCHNEIDER
La piel del león
por Pierre Ebtinger

El artículo de Michel Schneider sobre Lacan sería digno de un debate a condición de concluirlo. No que se calle, sino que enuncie su tesis,** que concluya el proceso de significación que abre a cada paso. Fuera de ello no hay huella en su escrito. Abundan las alusiones pero el autor se escabulle apenas se trata de decir verdaderamente. ¿Qué queda de Lacan?, pregunta Michel Schneider. ¿Pero qué queda de Michel Schneider al final de su artículo? Esencialmente un lugar vacío allí donde se espera un autor, un lugar vacío sobre el que soplar el viento nocivo de la alusión.

Acerca de Lacan, escribe que algunos dicen que estaba loco, pero ¿qué dice él? De Lacan deja entender que suscitaba un loco amor, que algunos habrían muerto de amor, pero acerca de estos rumores desgastados ¿qué dice él? Esta huida anima todo su papel atravesado por la negación, la negación de la palabra de Lacan, la negación de Lacan como autor.

Luego de la alusión y la negación viene al final la máscara, la máscara de una mujer que escribe acerca del tema del amor. Tras esa máscara otra alusión más en un paralelo dudoso, que deja entender que en el amor como en el psicoanálisis los que más hacen con ello son los que menos hablan de ello. Pero evidentemente eso no está dicho. No podremos por tanto replicar que es un poco corto, sobre todo para dejar asentada una posición crítica. Pero poco importa ya que lo esencial no está allí. Lo esencial está en la demostración que nos hace Michel Schneider de su soltura en el país de las máscaras, de la negación y de la alusión, demostración que esconde mal la piel que codicia.

** Juego homofónico de palabras con : qu’il se taise y qu’il énonce sa thèse.

***

Yo, El abyecto.
por Agnès Aflalo

“Soy un falso hermano, un falso hijo, un falso escritor. Llevo un falso nombre, un seudónimo, el nombre de un padre que no era mi padre”. Estas frases son del mismo Michele Schneider. Están citadas en El Nuevo Observador por Jérôme Garcin, como extractos de su libro que viene de aparecer, Tu, el hermano, obra ampliamente biográfica. Michel Schneider dice de si mismo que en relación a su hermano “Soy su sobreviviente abyecto”, etc. De lectura urgente. Los resortes de su odio se detallan bastante, la relación con el padre, con las mujeres, etc.

***

La venta de los libros
por Philippe Bénichou

El Seminario XIX …o peor, la selección de tres conferencias-charlas, Hablo a los muros y Vida de Lacan, de Jacques-Alain Miller, así como el último numero del Diablo probablemente, número especial que lleva por título Porque Lacan, sin punto de interrogación tal y como lo explicita el editorial, estarán disponibles para la venta en el site ECF-Echoppe a partir del lunes en la tarde o del martes en la mañana.
Aún no tendremos los libros. Estos nos serán enviados próximamente, pero podemos desde ya ponerlos a la venta en el site y enviarlos apenas lleguen.
Les recuerdo la dirección del site: www.ecf-echoppe.com

***

PATACHON VALDES,
UN CASO
Carta a un amigo de Belice
por Jean-Pierre Klotz

Para mí que viajo por el síntoma americano, inagotable y seguramente lacanizable (es mi apuesta), es una alegría y una sorpresa apasionante descubrir en el corazón - ¿qué digo? en la mediación internacional del retorno lacaniano, un eminente residente de la ex - Honduras británica, país que miraba desde hace años con envidia al pasar por Cozumel, apenas a la altura (es una isla) de su frontera mexicana. Ese retorno de Belice, núcleo anglófono más o menos sofocado por lo hispano, una suerte de pequeña California pero al revés, incluso si nunca se habla de ello, ¿estaría a punto de convertirse en un faro gracias a Ud., quien tuvo la perspicacia de no desconocer aquello por lo cual podemos orientarnos en las conmociones contemporáneas gracias a Lacan?

Tal vez tenga ideas erradas y cuento con Ud. para iluminarme más acerca de la Belicitude, o las Belicitudes, no sé muy bien cómo decirlo. En el marco de mis estudios sobre el síntoma contemporáneo vuestro advenimiento en nuestro mundo es un evento que me sigue captando y confundiendo. Mi curiosidad está aguzada, cuento con Ud. para iluminarme acerca de las posibilidades de visitarlo a Ud. y a su país, ahora que somos colegas en LC.

¿Cómo puedo hacerlo? Estoy ávido de sus luces así como de sus oscuras claridades. Para nosotros, estoy seguro que alguien que está tan alerta como Ud. no lo ignora, Belise es el nombre de una mujer no erudita, que está por encima de aquellas que creen serlo: así la describe Molière. Pero es al erudito de Belice a quien me dirijo, con impaciencia.
Espero leerlo pronto.

PS: Le escribo desde Portland (Oregon), una ciudad “liberal” del Oeste, poco conocida, extraña y bella, muy síntoma americano.

***

El efecto Patachon
por Anne Poumellec

Hay un efecto-Patachón. Es un efecto lectura-de-texto, que proviene de una práctica particular de la lengua que creía mía, el francés. Es un efecto de singularidad feliz, que me permitió penetrar al instante las lenguas que hasta el presente se hallaban fuera de mi alcance. Así, pude comprender inmediatamente la lengua de Santanu Biswas (“Journey to Y, and return to K”) y la de Marco Mauas (“taf, taf, nun, taf…”). Es un efecto “Pentecostés”, de los más sorprendentes, que alivian.

Por otra parte, he aquí el gran agujero azul en Belice. Allí es donde probablemente cayó el artículo del Mundo de los Libros que debía anunciar de manera decente la publicación del Seminario XIX de Lacan, acompañado por tres conferencias distendidas, llenas de humor, y también de enseñanza. Se supone que ese pequeño “artículo” perdido en la parte inferior de la página 7 (ver el editorial de Lilia Mahjoub en este número) es sólo la punta de un iceberg. ¿Qué vamos a descubrir que el gran agujero azul se tragó, con el honor del Mundo de los Libros? ¡Pobre Patachon! que cree férreamente que es el mismo Mundo de los Libros de su infancia francófila. ¡Y que no reconoce, en el papel de la revista impresa en Paris, el gran agujero azul que le causaba tanto temor antes de dormirse! Ver “Temor de niño” el primer número de La Petite Girafe, nueva serie, que aparecerá en enero, Navarin éditeur, difusión Volumen.

***

Mensaje a JAM
por Beatriz Udenio

Hola, Jacques-Alain, ¡Qué huracán! ¡Otra que el soplo de Eolo! Estpu ajpra em Giate, aña. Actovodades em ña MEÑ-Guatemala. Temas afines al efecto Prosema. Abrazos. Beatriz.

Respuesta. Por favor, Beatriz, te ruego preguntar a los colegas guatemaltecos sobre Belice, si hay lacanianos ahí, y lo que piensan del eterno conflicto Guatemala –Belice y presencia de tropas inglesas para proteger a Belice del imperialismo guatemalteco. Interesar. Besos, JA

***

¡El Diablo está allí! Número especial
PORQUE LACAN

“El retorno será lacaniano”, lo sabemos muy bien, incluso en Belmopan… Se sabrá aún más allí, en esas páginas animadas, esos textos siempre contundentes e incisivos, conversaciones intempestivas, contribuciones a veces divertidas, livianas, emocionantes, densas, conceptuales o poéticas –según el estilo de cada quien.

Se sabrá al descubrir una serie de obras de arte irresistibles que rinden homenaje al analista que marcó la historia del psicoanálisis y más allá la historia del pensamiento.

Quería este número a la imagen de Lacan y de su enseñanza. Traten de verificar las huellas frescas que dejó tras él al pasar por su camino.

El Diablo estará a disposición el 1ero de septiembre en todas las librerías de Francia.

En http://www.ecf-echoppe.com/ se puede pedir desde el mundo entero. – ANAËLLE LEBOVITS-QUENEHEN

***

¡Le Diable est là! Número especial PORQUE LACAN
LA CRÓNICA DE CLOTILDE
por Clotilde Léguil

PUF PUF PUF. Una muy buena noticia en Le Monde con fecha 24 de agosto de 2011 (página cultura). Monique Labrune que tenía a su cargo las nuevas traducciones de Freud en Seuil, y de quien la dirección esperó separarse durante el último invierno, acaba de ser nombrada directora editorial de PUF. Un nuevo comienzo prometedor.

PILLAR CUIC, CONTINUACIÓN. Hay algunos, que cuando no le pillan cuic a Lacan se ponen nerviosos. ¿Qué tantos retruécanos, neologismos, metáforas y metonimias al infinito? ¿No será una vil conspiración, surgida de una secta deshonesta, que intenta arrebatar a la buena gente que a veces no saben por qué eso no anda, sus últimos ahorros haciéndoles creer que son ellos los que no comprenden nada de lo que les sucede? ¿Dejándolos pensar que basta con saber hablar una nueva lengua para nombrar sus males y someterse al amo que sólo hará retruécanos a partir de sus sueños y de sus síntomas, sin importarles curarlos una vez que cobran? Si, es el efecto que eso puede tener cuando se pilla cuic y que no se comprende por qué hay aquellos que parecen entender algo… Es el efecto que esto tiene sobre aquellos que piensan que no hay nada por comprender tras lo que no se comprende.

Al escuchar France-Culture el viernes 24 de agosto entre las 19h y las 20h, descubrí así cómo cierto filósofo popular, luego de haber hecho pasar a Freud por un partisano del Führer a partir de una interpretación de la pulsión de muerte mostrando allí que no pillaba cuic, buscaba mostrar a su auditorio en qué sentido Lacan era también un individuo peligroso. Todo está en la expresión: “Freud y el freudismo”, “Lacan y el lacanismo”, los –“-ismos” que acompañan a los nombres de esos creadores, sirven para denunciar la ideología perniciosa que encubrirían sus falsas teorías que resultan de su delirio personal. A modo de conclusión de sus cursos contra el psicoanálisis, promulgados en la Universidad Popular de Caen en 2011, Michel Onfray se vanagloriaba de dar a conocer lo que Lacan era verdaderamente. Primeramente un discípulo de Maurras, luego un manipulador al origen de una nueva práctica de la dialéctica amo-esclavo.

En relación a la primera queja ver el excelente artículo de Nathalie Jaudel que puede ser leído en el site de La Regla del juego donde muestra cómo ciertas biografías se dedican a hablar de la vida de los otros, insinuando de manera algo rápida una forma de antisemitismo latente, al mismo tiempo que dejan pasar en silencio otros hecho mayores de la vida de dichos sujetos. En relación a la segunda queja, ¿qué puede decirse si no es que en efecto a veces es arriesgado en momentos de odio hacia todo cuestionamiento y todo saber, no transmitir un slogan lo suficientemente claro sino de pasar su vida consagrado a una enseñanza que no podrá resumir en algunas fórmulas prêt-à-porter? Michel Onfray es aplaudido como un salvador, solo contra todos esos horribles psicoanalistas que intentaron engañar a su mundo con sus retruécanos detestables y sus interpretaciones no científicas de los sueños.

Él en cambio sabe mucho mejor que Lacan, interpretar los sueños de otros, los de Pierre Rey por ejemplo… así su interpretación contra la de Lacan, sus burlas respecto al testimonio de análisis que ridiculiza a pedir de boca frente a un público ganado.

Por tanto, desconfiemos de aquellos que no soportan no pillarle verdaderamente cuic a Lacan, porque no le perdonan haber podido, a pesar de todo, transmitir algo a algunos que reconocieron allí algunas luces inéditas.

mañana CRÓNICADISQUISITIONES VITAE por Jacques-Alain Miller

Comunicado de Navarin editeur
Confirmamos a las listas de distribución y a nuestros ya fieles lectores que LACAN COTIDIANO, a pesar de su nombre, no apareció ayer viernes. Razones: mejoramiento de las relaciones informáticas por clave 3G desde la isla de Ré, paso de la muestra a Navarin editeur; elaboración de un nuevo oso, aún en producción; reunión de familia.

El discreto
Lacan cotidiano
the Newsletter of the freudian field

PRESIDENTE eve miller-rose eve.navarin.@gmail.com
EDITORA anne poumellec annedg@wanadoo.fr
CONSEJO judith miller PRESIDENTA judithm@champfreudien.org

LACAN COTIDIANO es una publicación en línea
de Navarin editor SIRET 44343033500010

***

Última hora del sábado, a las 12h20. Laure Naveau à JAM
Al abrir la selección de todos los Huesos con médula que apareció en Omnibus en noviembre del 2008, me encuentro con el número 68, del viernes 25 de agosto de 1939. La editorial lleva como título: «El escándalo del “rien ne va plus”», firmado por Pierre Dac.

“Desde que el mundo existe ha habido numerosos escándalos: unos que han hecho ruido, otros más modestos; tal vez incluso hubo escándalos prehistóricos e incluso caóticos; pero no pienso, en mi alma y consciencia que hubo un escándalo comparable con el de “rien ne va plus”… Lo más extraordinario, más escandaloso diría, en este escándalo es que se despliega abierta y cínicamente a la vista de todo el mundo, sin que nadie pareciera encontrar esto anormal. En verdad me pregunto lo qué sería de la moral pública si no hubiese yo creado este periódico.”

Y continúa: “Sobretodo no crean que el título del presente artículo anuncia una ofensiva contra los juegos de azar; lo que no es ni mi intención, ni mi problema…(a leer)”.

En resumen –escrito en el momento en que, como lo señala Pierre Dac en su “chapô”, “las negociaciones entre Francia, Gran Bretaña y la Unión Soviética se enredan”, o “se habla de desacuerdos insalvables”, donde “el pacto de agresión germano-soviético es firmado el 23 de agosto en Moscú, por Molotov y Ribbentrop, los ministros de asuntos exteriores de la URSS y del Reich” y donde “el parlamento británico enseguida, consciente del inminente peligro, otorga poderes especiales al gobierno Chamberlain” y que “el mismo día, en Francia, Edouard Daladier anuncia la llamada de un contingente suplementario de la reserva”, dicho de otra manera, la movilización parcial entra en vigor”.

- en resumen, me pregunto qué pensar del hecho de no encontrar ningún rastro de las dos publicaciones de Lacan en Seuil el jueves 25 de agosto de 2011, ni en el Mundo de los Libros del mismo día, ni en Libé especial retorno literario de hoy, sábado 27, sino que en efecto “rien ne va plus” y que es un escándalo pero en el sentido pierradacino invertido del término.

Los dos libros de Lacan son joyas. Haber aislado el “Hablo a los muros” visa magníficamente de manera justa, 40 años después. Los dos bellos cuerpos de nuestros ancestros, pintados por Dürer, también. Afortunadamente Ud. no cede. Saludos. Laure.

Traducción: Noemí Cinader