Entrevista a Hilario Cid en MÁLAGA HOY. Redacción.

(Publicamos la entrevista realizada a Hilario Cid en el periódico Málaga, Hoy el pasado 4 de noviembre de 2006 con motivo de la apertura del CPCT de Málaga. La entrevista está firmada por la periodista Leonor García.)

El psicoanalista Hilario Cid afirma que en los tiempos que corren se sufre más, aunque ahora a las personas les falten menos cosas materiales que hace unas décadas. Argumenta, por ejemplo, que las hipotecas generan una precariedad subjetiva que hace sentir a los individuos siempre al borde del abismo. Sostiene además que la angustia del 'mileurista' precario podría ser un diagnóstico típico de esta época.

"LA INSATISFACCIÓN ES LA CRUZ Y EL MOTOR DEL SER HUMANO"

-No me he psicoanalizado ¿es un error?
- El psicoanálisis no es un deber, es un deseo. A veces vienen personas enviadas por su marido o su mujer que se lo plantean como un deber. Por deber no es posible el análisis, hace falta un deseo, que está promovido por el sufrimiento.
-¿Qué es lo que empuja a la gente al psicoanálisis?
- Habitualmente un sufrimiento subjetivo, que puede estar producido por el éxito. Tuve un caso de un hombre que no podía soportar su éxito con las mujeres.
-Muchos querrían la fórmula...
- El sufrimiento no significa que sea un paria. El triunfo puede significar un gran sufrimiento subjetivo. Afrontar el éxito es tan difícil como afrontar el fracaso. No hay que confundir sufrimiento con ser un desgraciado. Uno puede sufrir por lo que tiene y también por lo que no tiene. La felicidad en el hombre es absolutamente problemática.
- ¿En esta sociedad moderna se sufre más?
- Evidentemente sí. Hablo de sufrimiento subjetivo, no de que la persona se parta una pierna. El dolor de la pérdida de un ser querido es tan grande o más que el dolor físico. El sufrimiento subjetivo es real, no es fingido ni imaginario.
- ¿Ahora que tenemos más bienestar se sufre más?
- Tenemos muchas cosas, hemos sustituído los ideales por los objetos de consumo. Una sociedad que pretende paliar, mitigar, engañar y borrar el sufrimiento con objetos de consumo es un fracaso. Esta sociedad así genera más gente que sufre porque hay una caída de ideales y de valores que provoca una desorientación en el sujeto. Ahora no hay una transmisión a los jóvenes de qué tendrían que hacer con la vida, con el trabajo.
- ¿Y eso cómo se traduce en el individuo?
- Genera una precariedad subjetiva, siente que siempre está al borde del abismo y eso le genera inquietud, inseguridad y ansiedad. La angustia del mileurista precario podría ser un diagnóstico de nuestra época.
- ¿Nos preocupamos lo suficiente de la salud emocional?
- Hay una tendencia en la Medicina y en el sujeto moderno a negar el sufrimiento que no sea corporal. Alguien que tiene una hipoteca empieza con trastornos del sueño, vómitos matutinos. Se hace chequeos, le diagnostican depresión o fibromialgia, le ponen un medicamento; se cronifica el cuadro y se oculta la causa que es la falta de seguridad en su futuro porque no está hipotecada su casa sino él. Lo niega, se toma pastillas y a seguir; mal, pero a seguir. Hay parejas que no pueden separarse porque no tendrían dónde vivir. Antes no se separaban por los hijos, ahora por la vivienda.
- ¿Y cuál es la fórmula de la felicidad?
- No hay fórmula, hay que hacer más visibles las propias insatisfacciones. El psicoanálisis busca las causas de la insatisfacción y la forma de aprender a manejarse con ella. La fórmula y las soluciones son de cada uno. Cada uno tiene su camino particular para hacer su vida más vivible.
- ¿Se abusa de los ansiolíticos y los antidepresivos?
- Por un tubo. Es brutal y no es una solución porque es tapar el problema. Se consumen de manera indiscriminada, se utilizan como píldora de la felicidad. Yo hablaría del síndrome del ama de casa colocada; la mujer insatisfecha con su vida dura, fuera del mercado laboral, fuera del reconocimiento social...
- Una veintena de profesionales habéis creado un centro de psicoanálisis que dará atención gratuita. ¿Por qué gratis?
- El psicoanálisis está en una época en la que tiene que dar, que distribuir. Los psicoanalistas queremos demostrar la eficacia terapéutica del psicoanálisis. El tratamiento será limitado, cuatro prorrogables a otros cuatro. Además de trabajo, significará estudio e investigación.
- Sexualidad. También es motivo de sufrimientos y alegrías...
- No conozco a nadie que esté satisfecho con su sexualidad, siempre hay un pero. Freud demuestra que la sexualidad humana por los mecanismos de la estructura de la propia pulsión sexual es siempre insatisfactoria. Es como buscar una utopía también en el plano sexual, como buscar algo que a uno lo llene por completo y eso es imposible porque el ser humano siempre tiene una insatisfacción. Una cosa es lo que tengo y otra cosa es lo que inconscientemente deseo. El deseo por definición es insatisfacción porque se desea lo que a uno le falta y el problema del ser humano es que lo que encuentra no se corresponde con la falta que ha causado ese deseo.
- ¿Por qué nos complicamos tanto?
- La insatisfacción es inherente al ser humano y también es el motor del progreso. Es su cruz y su motor. Vuelve utópica a la felicidad, pero lo hace ir hacia adelante, siempre buscando. Por eso es importante que las metas esté relacionadas con lo posible. Hay un anuncio devastador que dice: "Nada es imposible".
- Antes había familia extensa. Ahora se achica cada vez más. ¿Cómo le afecta al ser humano?
- Aquello servía para decir al niño qué podía hacer en su vida, para transmitir unos valores. Eso se ha suplido por la televisión. Quien educa al niño es la televisión. Ya no está el abuelo para contar batallitas. Está el reality show y eso tiene que ver con la violencia actual de los jóvenes. Están desorientados, no saben qué hacer. ¿Solución? la droga, el alcohol. Lo demás es caótico. No tienen a qué identificarse, no hablan con los padres. Se perdió la conviviencia familiar, ahora es mirar la televisión porque ya no hay una persona que disponga de tiempo para hablar con ellos.

LEONOR GARCÍA. MÁLAGA HOY.
Hilario Cid (Málaga).