¡La vox populi y la cosa juzgada!, por Guy Briole (Barcelona) // El perdón de las ofensas, por Jacques-Alain Miller (París)

¡La vox populi y la cosa juzgada!

Por Guy Briole (Barcelona)

 

El domingo 11 de enero fue una jornada inolvidable y excepcional. Nunca se había visto una cosa igual, por lo menos con esa amplitud. Una Francia en pie, codo con codo por los valores que creíamos de una época pasada. La capacidad de indignación, de movilización era de cada uno. Sin embargo la manifestación de un querer vivir juntos, más allá de la diferencias y de las desigualdades, era sensible.

“Je suis Charlie”, “Yo soy Charlie”, se convirtió en un símbolo del rechazo a la vulneración de las libertades, sobrepasando el horror de la masacre en la sede de Charlie-Hebdo. De ese modo, “Yo soy Charlie”, no habla de su apego a ese periódico y a su contenido respecto al cual cada uno puede mantener su libertad de crítica –el propio espíritu de Charlie obliga a ello- sino a principios fundamentales que atañen a la libertad de opinión, a la posibilidad de expresar las ideas y debatirlas sin estar en el punto de mira de un arma manejada por uno u otro portador de una verdad sagrada, superior a cualquier otra, y que justificaría que el primero muera. El “Yo soy Charlie” de ese domingo, también es el rechazo a cualquier segregación, a lo inaceptable de la repetición de actos antisemitas. Una vez más la comunidad judía ha estado en el punto de mira, alcanzada, asesinada.

El Estado ha demostrado su capacidad para hacer frente y movilizar, cuando se decía que era inaudible. El Estado fue ampliamente escuchado en el mundo y La Casa Blanca decía ayer mismo lamentar no haber enviado a Paris un responsable de más alto nivel junto a su Ministro de la Justicia. Hay que hacer notar que no fue recibido por su homologo francés sino por el Ministro del Interior. ¿Una coincidencia donde nada se dejó al azar? La policía y la gendarmería fueron, según se dice, de una eficacia sin errores y recibieron los aplausos de la población que había descendido a la calle. ¡Cosa nunca vista, ni oída! Las fuerzas especiales de la policía y de la gendarmería, unidas por un objetivo común pero en lugares separados,“dieron en la diana”. No teniendo competencia particular para poder discutir sobre el método, reconoceremos a esas valientes personas el haber estado a la altura de lo que se esperaba de ellas. Saben hacer lo que se les pide y no tiemblan en el momento de realizarlo.

La coincidencia evocada unas líneas antes nos traslada a algunos años atrás. Solenzara, día 4 de mayo de 1988. Los rehenes franceses en el Líbano acaban de ser liberados y se les espera en la base aérea donde también se encuentra el Ministro del Interior de la época. Entonces nos enteramos del asalto a la gruta situada en la isla de Ouvéa, en Nueva Caledonia, por el Grupo de Intervención de la Gendarmería Nacional (GIGN) y un comando de fuerzas especiales: diecinueve “independentistas Kayak” - así fueron designados- muertos, así como dos militares. “ La fuerza ha estado con la ley”, exclama el Ministro visiblemente muy satisfecho. “No, Señor Ministro, la fuerza ha estado del lado de la fuerza, no de la Ley ”. Sin juicio pero, más allá del asalto, hubo muertes inexplicables.

Jueves 13 de mayo de 1993 a las 9h27’, un hombre que se hace llamar “Human Bomb” toma unos niños como rehenes en una escuela infantil en Neuilly. En la media hora que sigue hace llegar escritos donde hace constar sus reivindicaciones y sobre todo firma su patología. El diagnostico está hecho y nada se opondría a entrar en contacto con él. El proyecto de Interior es diferente, quiere una “colaboración” con la policía. La encontrará con otra persona. El secuestrador será ejecutado mientras duerme, adormecido por hipnóticos y vencido por las horas mantenido despierto. La Fuerza se quedó en la RAID, (1) con el Ministro siempre entusiasmado en “querer aterrorizar a los terroristas”, con el Alcalde de Neuilly al que filmaron saliendo corriendo con un niño en los brazos. No hubo justicia, ni cuidados para el secuestrador. Un artículo, valiente y claro, del abogado Thierry Lévy en el periódico Libération, denunciando esta situación se quedó sin respuesta, hasta este momento.

A Mohammed Merah, que abatió a tres militares y realizó la odiosa matanza en la escuela judía Ozar Hatorah de Toulouse, lo mataron el 22 de marzo de 2012 en el asalto de la RAID, cuando estaba solo, parapetado en su apartamento. Los discursos oficiales dejan constancia de “bárbaros” que han sido “castigados”; esos significantes, sin apelación, pasan al discurso común.

Los especialistas –criminólogos, psy, especialistas del terrorismo- siempre prestos a la clasificación y a reducir todo a la causalidad para todos, inventan un nuevo concepto: ¡el terrorista suicida! Un derivado de los “atentados suicidas”. El asesino transmutado en héroe por la gracia de las balas de la policía! Es muy simple, es eficaz, eso conviene tanto al hombre de la calle como a los gobernantes. Por supuesto, a veces el lapsus dice la intención a penas inconsciente y es el “terrorista suicidado” que aparece, revelando la falla.

El sospechoso no será juzgado, muere como héroe. El pueblo erigido en tribunal, ante la evidencia, da carta blanca a sus fuerzas del orden. Sin embargo, eso inquieta, da miedo esta determinación al heroísmo –el vértigo es pensar en todos esos que llenan nuestros barrios y esperan su hora heroica- pero tranquiliza en cuanto a la buena conciencia que empuja a aplaudir las fuerzas del orden.

¿Qué querría usted juzgar? Y después, ¿qué haríamos con esos gérmenes que contaminarían todas nuestras cárceles? Hay que parar todo eso. Matar el germen en el huevo. Sin embargo, en Noruega, Anders Behring Breivik que, en julio de 2011, acababa de matar a 77 personas no murió con la “armas en las manos”. Fue arrestado, juzgado y condenado según las leyes de su país. Le encontraron un lugar en la cárcel, allí donde el Derecho de su país ha previsto que estén aquellos que actúan así.

Nunca un país democrático, un grupo de naciones, no se constituye sin el Derecho. En las horas más negras del siglo XX, en el transcurso de lo que fue el caos del Holocausto, el proceso de Nuremberg juzga a los criminales nazis y los condena según las reglas del Derecho en vigor. También, para la historia de la humanidad futura, el Derecho fija lo que debemos entender por “crímenes contra la humanidad” .Otros criminales, fueron perseguidos, cogidos vivos, extraditados y conducidos ante los tribunales competentes.

Subrepticiamente, la Ley de 9 de octubre de 1981 sobre la abolición de la pena de muerte, que presentó e hizo votar tras una gran lucha Robert Badinter, es obviada. Un restablecimiento por inatención, por emoción culpable, por una idea de astuta venganza.

El abogado Badinter recuerda, incansablemente, lo que es un Estado de Derecho; que sólo esta referencia, dice lo que es una sociedad, sobre lo que ella reposa y que es su cimiento así como su fuerza real. Y cuando Badinter ya no esté entre nosotros, ¿quién nos lo recordará?

Gracias señor Badinter.

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Texto traducido del francés por Francisco Hernández Díaz

ELP Valencia.

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(1)           RAID: Unidad de élite de la policía nacional francesa. Tienen la consigna de “Servir sin fallar”. Son los GEO franceses.  Nota del traductor).

 

El perdón de las ofensas, por Jacques-Alain Miller (París)

 

Desde París, sábado 17.01.2015; 10 horas

Traducción Silvia Baudini.

http://citaenlasdiagonales.blogspot.com.es/

Victoria me regaló ayer por la mañana el número recién salido, que no pude procurarme. Esperaba decepcionarme. Y bien, no lo estoy. Nada trascendente, pero se trata de una proeza en vista de las circunstancias. La tapa es exacta. Sobre el papel brillante, el verde queda muy bien. El sentido es otra cosa. En Causeur, al que me abono decididamente, Elisabeth Levy rezonga contra el tema del perdón.
Los Judíos tienen el rito del "Perdón", pero se les reprocha una larga, muy larga, demasiado larga memoria. A Mitterrand eso lo exasperaba. Acosado por el famoso "lobby judío" que exigía disculpas por Vichy, dejó escapar que estaría en eso "también tal vez aún en 100 años". Ese movimiento humorístico del ex miembro de la Cagoule (1) o amigo de los miembros de la Cagoule, por lo común muy dueño de sus emociones, estalló durante una entrevista que puede volver a verse. Explica allí sin reírse que, siendo funcionario de Vichy, ignoraba todo acerca del estado de los judíos.
En el psicoanálisis en todos los casos, no se perdona. "El error de buena fe, escribe Lacan, es de todos el mas imperdonable". El porqué, lo expliqué en mi curso. En los Escritos también dice: "De nuestra posición de sujeto, somos siempre responsables. Que eso se llame terrorismo donde se quiera". ¡Ay! Es una palabra que en los tiempos que corren se presta a confusión. Esto quiere decir: si largas la verdad en un lapsus, no lo puedes borrar; lo dicho, dicho está. "¿Te disculpas con tu inconsciente? ¿No soy yo es él?" Precisamente, Freud enseña que tu inconsciente también eres tú, tu más verdaderamente. No hay excusa que valga. Nada te será perdonado. Es lo que dice también el Eterno Retorno de Nietzsche. Y parece que también en estos días el islam tampoco perdona, o al menos difícilmente perdona las ofensas hechas al Profeta. Un Rushdie, por ejemplo, no perdió tiempo esperando.
En vista de las raíces cristianas de Francia, no se adapta. No perder jamás la esperanza en el hombre es nuestro bello principio. Siempre se busca el sesgo por donde tocar el corazón del Faraón. La historia de Moisés muestra sin embargo que hay circunstancias en que las cosquillitas son inoperantes. Hay que poner toda la carne en el asador: diez plagas, ni una menos. Hiroshima, en suma. Siempre pensé que fue la profunda cultura del puritanismo americano la que produjo la buena conciencia del presidente Truman en el momento decisivo. Si recuerdo bien su biografía hecha por David McCullough, la noche siguiente durmió el sueño de los justos. ¿Qué diría hoy la Corte penal internacional? ¿Proporcionado? ¿Desproporcionado?
¡Ah! Lo olvidaba. Si firmaron el Estatuto de Roma que creaba la Corte, los Estados Unidos no lo ratificaron. ¡La Biblia, la Biblia, les digo! Y Rusia hizo lo mismo. Pero ni China ni India firmaron tampoco el Estatuto. Por lo tanto, la Biblia no es la única culpable. Pero finalmente, si la ONU hubiera existido en los tiempos bíblicos, la historia santa hubiera tenido muchas dificultades en arrancar. Esto me hace pensar en la frase de Renan extraída por Lacan –decididamente, lo encontramos todo en los Escritos: "Felicitémonos que Jesús no haya encontrado ninguna ley que castigue el ultraje a una clase de ciudadanos. Los Fariseos hubieran sido inviolables". Sí, con nuestras leyes Jesús hubiera sido arrestado, como Dieudonnè.
Hoy tengo mucho peor humor. Es el efecto Charlie. O más bien estoy en la vena sarcástica, que chirria, "ahumana", del lacanismo. Pero después de todo, el Dios del pueblo judío también él era "ahumano". ¿No es lo mínimo para un Dios que es uno? "Porque el Faraón estaba endurecido, y no queriendo dejarnos ir, el señor mató en Egipto a todos los recién nacidos desde los recién nacidos de los hombres hasta los recién nacido de las bestias ". ¿Por qué las bestias? Diría Houellebecq. Imaginen a Jehovah delante de la Corte Penal Internacional, no darían mucho por su libertad, se la arrebatarían por la eternidad. François Regnault, mi querido amigo, podría seguramente escribir esto, entre el Tribunal de los flagrantes delitos y el Liebeskonzil de Panizza. Es verdad que el pobre Oskar, acusado de 93 cuentos blasfemos, pagó su audacia con un año entero de prisión bávara (1895-1896). Por otra parte terminó sus días en el asilo, por una paranoia con alucinaciones auditivas.
Recuerdo que se dio Le Concile d'amour en París poco después del 68 con trajes sensacionales de Leonor Fini. Obtuvo un premio. Si un teatro se aventurara hoy a poner la obra, se pelearían en las calles de París. Recordamos que el Fanatisme ou Mahomet le prophete, que debía darse en Génova en 1991 para el tricentenario de Voltaire, no se pudo representar, la municipalidad se negó a subvencionar el espectáculo. También en 1742, las representaciones en París fueron suspendidas después de la tercera, el parlamente juzgó que la obra era peligrosa para la religión. Sin embargo cuando la volvieron a poner en 1761, causó un "efecto prodigioso", según testimonia el conde de Lauraguais, referido pro Ferney. Me parece maravilloso que las Luces conserven intacto en el siglo XXI su carga subversiva. ¿Cuánto falta para que se nos pida que desmontemos la estatua de Voltaire del vestíbulo de la Comedia Francesa y la de Diderot en el boulevard Saint Germain, porque causaría el displacer de los creyente que se vieran afectados?
Los impíos sufren también. Es así que están muy molestos porque el Papa Francisco, que convocaba a todos los corazones tras él, hubiera señalado este jueves, en una conferencia de prensa que dio a bordo de un vuelo hacia las Filipinas, que la libertad de expresión debía ejercerse sin por ello ridiculizar la fe de los demás. Gran decepción entre las ranas, que no admiten que el escorpión tenga una naturaleza. Ellas lo llaman en estos días: "esencializar". Todos ¡existencialistas! Para colar otras metáforas, el mejor de los papas, como la más bella muchacha, no puede dar más que lo que tiene. Dicen que a Nicolas Sarkozy le gusta repetir, "No se cambian las rayas a la cebra". No, vean ustedes, La Iglesia profunda, a diferencia del Vaticano II, no está reconciliada con el hecho de que el papa Francisco designara sin ambages el jueves último como "la herencia de las Luces". El cardenal Scola, que era mi caballo del comisario, si puedo decirlo, para la última elección papal, y parece que el de Benedicto XVI, piensa parecido, y lo ha escrito. Lo cierto es que el campo del progreso se las ve negras. Le Monde hizo pasar la info sobre los dichos del papa abajo y chiquita. ¿Y a qué consagró La Croix su tapa ayer a la mañana? No lo van a creer: al virus de Ebola. Su editorial era sobre los perjuicios de Boko Haram.
La Iglesia tiene una tirada, mientras que.. ¡qué balandronada la de Voltaire, si lo pensamos, qué vanidad, sin contar la ingratitud, de haberse creído "con capacidad", como dicen los socialistas, de aplastar lo que él llamaba el infame!
Sus alfilerazos a lo sumo lo desinflaron. Luego de haber perjudicado en sus comienzos el prestigio de las tradiciones espirituales, podríamos decir que la pérdida de sentido inducida por el éxito de la matematización de la naturaleza, prepara de hecho "el triunfo de la religión" (Lacan). "Miseria del hombre sin Dios", se vuelve siempre a eso. Pascal no es el único en aterrorizase por el silencio de los cielos.
La "cientofobia" se extiende a medida que "el desierto crece" (Nietzsche). Errando por la tierra devastada del Rey pecador, la Tierra baldía, la humanidad muere de sed sin saber que está cerca de la fuente. Espera el aguacero divino, conforme a la promesa de Ezequiel, 34:26: "Yo enviaré la lluvia a su tiempo, y será una lluvia de bendición".
Bueno, aquí estoy predicando, como Fabricio en Parma. Mi mal humor se disipó. Algo como Charlie llegó. Desangrado, se puso a sublimar a lo loco. Un Mahoma con lágrimas en los ojos.
Este hace una enmienda honorable como lo indica, colgado del cuello, "Je suis Charlie". Rubricado con un "Todo está perdonado", enunciado sin sujeto, como de ninguna parte, a modo de Mane, Thecel, Phares. Es muy bello, pero es un sueño cristiano, o más bien de católico de izquierda: el islam que vino arrepentido se une a la familia de Naciones bajo la férula del buen Pastor, y besa la sandalia del Papa.
Nuestros hermanos musulmanes no lo tomaron bien. Los comprendemos.
Continuará.
(1) La Cagoule es el apodo que le dio la prensa a la Organización secreta de acción revolucionaria nacional, Grupo de extrema derecha activo en los años 1930 en Francia.
Nota
Mitterrand y Elkabbach :

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Publicado el 17/01/2015 en lepoint.fr a las 15.30 hs.
Traducción Silvia Baudini.