El desatino de las políticas sobre violencia contra las mujeres | Araceli Fuentes
Los últimos asesinatos de varias mujeres por sus maridos han hecho decir al delegado del gobierno para este tema, doctor Miguel Lorente, que la ira de los asesinos se había despertado con la última manifestación anti violencia celebrada este fin de semana en Madrid. A parte de acusar sutilmente a los manifestantes contra la violencia, de provocar, ellos mismos, la ira de los asesinos, su declaración toma a esos hombres como si fueran un grupo político que se pone de acuerdo para responder de la misma manera. Me parece que el señor Lorente no sólo cree que todos los hombres que asesinan a sus mujeres y a veces a sus hijos, son iguales, sino que además se habrían unido para formar un complot, al parecer la vieja teoría de la conspiración vale lo mismo para un roto que para un descosido, como se suele decir.
A continuación, en la misma noticia, la señora Bravo de la comunidad valenciana recurre a la idea no por rancia e indemostrable, menos repetida, de que es necesario hacer una política preventiva que consiste en reeducar a estos hombres. De nuevo se apela a la pedagogía como si la pedagogía pudiera hacer milagros, como si la pedagogía pudiera algo contra la violencia de la pulsión. Es sorprendente como los "expertos" que hablan en los medios tienen esa fe injustificada en la pedagogía y cómo nunca o muy pocas veces se pide la opinión de un psicoanalista al respecto, no porque un psicoanalista pueda domesticar la pulsión, la pulsión es indomesticable, sino porque al menos puede esclarecer y orientar lo que es posible y lo que no y esto no sería desdeñable.
Por si fuera poco, la señora Bravo propuso, entiendo que de un modo utilitarista, que se considerase esta "violencia" como una forma de terrorismo para así obtener los medios necesarios para luchar contra ella. ¡Gran idea!
A todo esto, la noticia, oída en la radio, decía que el asesinato de una mujer y su madre se produjo en el momento en el que el asesino fue a devolver al hijo de ambos, de cuatro años, frente al cual ejecutó su crimen.
Ante esta serie de despropósitos me pregunto, ¿acaso la orden de alejamiento que tenía este hombre no prohibía su aproximación a quien había amenazado? , ¿Se toman las precauciones necesarias para que el que amenaza no tenga la oportunidad de encontrase con sus posibles víctimas, por ejemplo en los puntos de encuentro y sus alrededores? ¿Hay mejoras posibles que puedan hacerse en la práctica para evitar situaciones peligrosas?
Son preguntas a ras de suelo que cualquiera puede hacerse pero que los máximos responsables al parecer no contemplan desde su altura.Otra cuestión que nos puede hacer pensar que no se trata de un fenómeno tan sencillo de entender, es la de ¿por qué algunas mujeres no denuncian a sus maltratadores?
Pero en cualquier caso, ¿se hace todo lo posible para proteger a quienes si denuncian?
Comentario de Araceli Fuentes a la entrevista realizada a Graciela Bravo Consejera de Justicia de la Generalitat Valenciana en el programa Hoy por Hoy de fecha del 10 de noviembre de 2105.
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Psicoanalista, miembro de a la ELP y de la AMP.