De lo normal a lo patológico | Araceli Fuentes
“El psicoanálisis, una clínica fuera de las normas”
Hacia las Jornadas del Centro de psicoanálisis aplicado de Madrid.
“Para que algo tenga sentido, en el estado actual del pensamiento, es triste decirlo, pero hace falta que se eso se plantee como normal (…). Si la noción de lo normal no hubiera tomado semejante extensión después de los accidentes de la historia, el psicoanálisis no habría visto la luz”.
Jacques Lacan, Seminario XIX “O Peor”
La “norma” surge en el siglo XIX sustituyendo lo que hasta entonces había organizado la sociedad: la ley y sus códigos.
La ley hundía sus raíces en la autoridad divina. La tradición, la moral y la autoridad se sostenían en ese principio, progresivamente deconstruido por el discurso científico desde el renacimiento.
La norma vino a ocupar su lugar. Se basa en la existencia de una mayoría estadística, si algo “es normal”, es porque ocupa la media en una curva de Gauss. Esa norma se convierte en lo normal. En ese mismo movimiento, el antiguo “criterio” sostenido en la ley fue sustituido por la “evaluación” sostenida en la norma.
Se abre aquí un nuevo campo de la política, que Foucault denominó “Biopolítica”. Lo normal no es un concepto neutro, tiene pretensiones de poder y de coerción. Determina la subjetividad moderna. Podemos rebelarnos contra la ley pero es mucho más difícil rebelarse contra la dictadura de la norma.
La normalización excluye la diferencia entre los sujetos y no contempla la singularidad de sus síntomas, aplasta la diferencia bajo la dictadura implacable de “lo normal”.
Cuando un niño presenta un síntoma, por ejemplo está agitado, no está tranquilo en clase, no es capaz de permanecer sentado las horas que se exigen, “la normalización” no se pregunta qué le sucede a este niño, sólo se interesa por eliminar esta conducta que considera “anormal”. Seguramente se le medicará, tras una rápida “evaluación” y “etiquetado”. La medicalización cada vez mayor de nuestros hijos responde a este patrón. Del mismo modo, asistimos a una progresiva “patologización” de muchos fenómenos de la vida cotidiana que rápidamente son considerados como “enfermedades”.
Si por el contrario este mismo niño es tratado por un psicoanalista, éste le dará al niño la palabra para que pueda decir algo sobre lo que le sucede, cuándo empezó su malestar, con qué pude estar relacionado, para que pueda decir su angustia, sus temores o incluso su ignorancia sobre lo que le sucede. El psicoanálisis escucha lo que el síntoma puede decir, porque el síntoma habla allí donde el sujeto no encuentra otros medios.
El psicoanálisis nació como reacción a la extensión del dominio de las normas y a la sociedad de la normalización, sociedad producida por la alianza de la ciencia moderna y del capitalismo. Jacques Lacan en 1973 decía que el psicoanálisis podía ser concebido como un “pulmón artificial” gracias al cual, lo que se llama la humanidad, trata de sobrevivir a las consecuencias irrespirables de esta sociedad de normas.
Por su parte, los profesionales de los Servicios Sociales, la Sanidad, la Educación y otros, que reciben y atienden las demandas de los sujetos en este tiempo, padecen una enorme dificultad para orientarse “según su criterio” ante las mismas. Por una parte, se ven obligados a someterse a los protocolos y procedimientos “normalizados”, muchas veces desconcertantes, contradictorios, o directamente inútiles ante la naturaleza de las demandas planteadas. Por otro lado, padecen la dificultad para calibrar “la verdadera causa”, para orientarse ante algunas de estas demandas. ¿Responden a una “patología, son “normales”? ¿Son demandas “aceptables”, o son “síntomas”?
El psicoanálisis es una clínica fuera de las normas en la que se atiende la singularidad subjetiva que se encarna en el síntoma, este será precisamente el tema del próximo encuentro PIPOL: “Un clínica fuera de las normas”. Por nuestra parte y como venimos haciendo en los últimos años, el Centro de psicoanálisis aplicado de Madrid también realizará unas jornadas sobre el mismo tema cuyo título será: “Lo Normal, lo Patológico”.
Declaración a France cultura en 1973
Psicoanalista, miembro de a la ELP y de la AMP.