SCILICET. Textos del Congreso de Roma de la Asoc. Mundial de Psicoanalisis (AMP). CULPABILIDAD. Por Vilma Coccoz (Madrid).

(NOTA DE REDACCIÓN. Con la publicación de un extracto de las diversas entradas del texto SCILICET, prepratorio del Congreso de Roma a celebrar del 13 al 16 de julio 2006, -ver http://www.amproma2006.it/ - pretendemos ofrecer a los internautas del blogelp, un muestra del trabajo desarrollado en dicho texto por parte de un grupo de psicoanalistas españoles. Seguiremos un orden alfabético hasta completar los extractos de los diez psicoanalistas españoles que allí escriben).

CULPABILIDAD. Por Vilma Coccoz.

La herencia simbólica

El vínculo entre ambos términos proviene de la doctrina del pecado, enfermedad mortal y moral que rige los destinos de la carne y la desobediencia a la ley divina. El psicoanálisis hereda esta problemática aunque ambos términos, culpabilidad y nombre del padre, al alojarse en un nuevo discurso, entrarán en otro tipo de conexión, siendo la clínica psicoanalítica el terreno donde podrá verificarse pero también ponerse en cuestión la aparente evidencia de una indestructible relación entre los dos. El complejo de Edipo será la respuesta freudiana a los tormentos morales: los deseos criminales e incestuosos que habitan en el inconsciente serán desvelados por la interpretación analítica haciendo posible el perdón de la palabra. Freud, advertido de la represión, no desculpabiliza al neurótico, seguro de que los autorreproches poseen sólidas razones inconscientes: la culpa es el signo de la verdad reprimida que, por ser particular, se distingue de la verdad religiosa, válida para todos.
En el lugar de la redención, de la absolución o la condena y el castigo surge un nuevo discurso en el que la culpa, al trocarse en responsabilidad subjetiva como condición de la experiencia, reconcilia al neurótico con su deseo...
...El estudio del fantasma de fustigación constituye un hito fundamental en el esclarecimiento del nudo formado por la culpabilidad, el amor al padre y el masoquismo. Este nudo subyace en la formación del superyo, instancia obscena y feroz, heredera del complejo de Edipo que, en estrecha conexión con el Ello, nutre el sentimiento inconsciente de culpabilidad...

La herencia freudiana

Estas observaciones indican que la culpa puede surgir precisamente allí donde la prohibición desfallece, en el lugar donde la mediación de la ley falta. Guiado por esta idea Lacan, en "Subversión del sujeto", dará un certero golpe de gracia al mito del Edipo como razón del goce culpable, menos cretinizante que el mito de la manzana maldita pero cretinizante al fin: El Goce, ...cuya falta hace inconsistente al Otro [...] me está ordinariamente interdicto [...] por la culpa del Otro si existiese: como el Otro no existe, no me queda más remedio que tomar la culpa sobre yo (Je), es decir, a creer en aquello a lo que la experiencia nos arrastra a todos, y a Freud el primero: al pecado original...

Las dichomansiones del cuerpo

...En el seminario XX Lacan distingue tres modos de intentar hacer con el cuerpo como cuerpo de goce: la ciencia tradicional, la religión y el psicoanálisis. La ciencia tradicional, el pensamiento del mango, se remonta a Aristóteles y se reduce a la idea de que el pensamiento domina el cuerpo. En esa filiación ubica el conductismo…
...Si establecemos una conexión con los desarrollos del Seminario VII respecto a la muerte de Dios, encrucijada a partir de la cual el único mandamiento es el de amar al prójimo como a sí mismo, ¿no serían las imágenes de la Pasión de Cristo, encarnación de la muerte de Dios, el sostén de la identificación con el hombre que entregó su vida para salvar no a los hombres sino al Otro desfalleciente?
Por mi culpa, por mi grandísima culpa, reza la plegaria. Culpable por la muerte de Dios, culpable por la falta del Otro, por la hiancia propia del goce, quizás así podría explicarse la extraordinaria eficacia del mito religioso sobre la subjetividad: Padre mío, ¿por qué me has abandonado? evoca el padre ¿no ves que ardo? del sueño freudiano. Lacan concluye con Kierkegaard: la herencia del padre es su pecado, el de estar castrado, el de no poder dar razón del goce.
Jacques-Alain Miller demuestra que la prohibición es una racionalización de la hiancia estructural del goce y que el sacrificio, la castración, son nombres de la pérdida de goce inherente al lenguaje...
...Y qué decir de nuestra época, caracterizada por la permisividad, la laxitud de las normas.
¿Ha eliminado la culpabilidad? Más bien parece hacerse alojado en la confrontación del yo y su cortejo de impotencias e inhibiciones con los ideales liberales y consumistas, discursos que habiendo forcluido la relación a la verdad, dejan al sujeto desamparado, sin remisión, al punto de confesarse nulo, fracasado, inútil, despojado de todo deseo. Si comparamos nuestra época con el barroco, surgen curiosas coincidencias: un profundo cambio en la civilización que conmueve los semblantes y su incidencia se hace sentir en los dichos sobre el cuerpo. El movimiento llamado body -art denuncia en la presentación de cuerpos el estado actual de la civilización...
...Al proponer el equívoco entre coupabilité y cupabilité, Lacan arranca el carácter patético a lo real de la estructura, el agujero del goce, a la vez que propone la vía particular, mediodecir de la verdad para alcanzar lo real sin ley: Para aminorar la verdad como se merece es preciso haber entrado en el discurso analítico, que consigue poner la verdad en su lugar, no la desquicia. Es poca, pero indispensable. Aquí se juega el destino del psicoanálisis, como otra dicho-mansión del cuerpo que, por la vía del síntoma, ofrece al parlêtre una tentativa de hacer con el goce a partir de su imposibilidad estructural.

EXTRACTO de SCILICET, de la entrada "Culpabilidad", escrita por Vilma Coccoz (Madrid)