Crónica: Psicoanálisis, Arte y Literatura. Mesa redonda dedicada a Oscar Masotta. Juan Ramón Lairisa (Barcelona)

El pasado día 30 de marzo la Casa Amèrica Catalunya, con la colaboración de la Biblioteca del Campo Freudiano de Barcelona, celebró una mesa redonda en torno a la figura y el pensamiento de Oscar Masotta.

Ejerció de moderador Edgardo Dobry (Universitat de Barcelona) y contó con las intervenciones de Jorge Belinsky (Universidad Complutense de Madrid) y de Miquel Bassols (Campo Freudiano de Barcelona).

En la presentación, Edgardo Dobry explicó que con este homenaje se celebraba la reedición de las obras de Oscar Masotta en Argentina que está realizando la editorial porteña Eterna Cadencia. Habiéndose ya publicado en 2009 “Sexo y traición en Roberto Arlt” (1965) e “Introducción a la lectura de Jacques Lacan” (1970), se espera la pronta aparición de “Conciencia y estructura” (1968). Señaló cómo, a treinta años de la muerte del autor, los textos mantienen su vigencia y llegan a una nueva generación de lectores. A continuación glosó brevemente a Oscar Masotta como un representante de la figura del intelectual argentino quién, después de fundar la Escuela Freudiana de Buenos Aires, tuvo que abandonar su país, viajó a Londres y se estableció en 1976 en Barcelona, donde creó la Biblioteca Freudiana y falleció prematuramente el 13 de septiembre de 1979.

Miquel Bassols, dando un tono personal a su intervención, situó el momento histórico en que se encontraba nuestro país cuando conoció a Oscar Masotta y evocó lo que supuso para un joven cómo él, desengañado del saber universitario, el encuentro con la enseñanza de Jacques Lacan en los grupos de estudio de Oscar Masotta, en los que encontró un lugar de enunciación.

Prosiguió recordando las contribuciones de Masotta en el campo del arte y en especial en la realización de happenings, en los que, dijo, conseguía efectos muy llamativos, habiendo llegado a proponer lo que sería un antihappening: entregar a la prensa el informe y la foto de un happening que no hubiera ocurrido, librando así el acontecimiento a su difusión, para demostrar que el significante prima sobre los efectos de significado.

A continuación destacó el desencuentro como un rasgo “masottiano”, siendo aquel también una de las figuras mayores del psicoanálisis, y aludió al encuentro de Oscar Masotta con la obra de Jacques Lacan, en un momento de su vida en que acababa de bordear una crisis del sentido. Afirmando que lo real de lo que somos la pasión, se atrapa en este límite de sentido.

Concluyó recomendando la relectura de los textos y comentando una cita de “Introducción a la lectura de Jacques Lacan”, que comienza así: “Con una chica, un perro, y un neurótico (saludemos, al pasar, las transiciones -¿entre qué y qué?- de Winnicott), imposible ganar un campeonato de béisbol.”

Jorge Belinsky comenzó su intervención aludiendo a sus encuentros con el autor y situándolo también como un representante típico del intelectual argentino de la época. Oscar Masotta, dijo, aprendía enseñando. En Buenos Aires organizó un tramado parauniversitario de grupos de estudio a los que asistían cerca de 300 personas y fundó la Escuela Freudiana. Destacó su capacidad de cambiar de registro, su carácter caleidoscópico. Era un intelectual faro que iba irradiando con un estilo muy particular.

Señaló cómo, en los textos de Masotta, lo autobiográfico desempeña un papel importante y pasó a efectuar un recorrido de los mismos, para explicar que en ellos se aprecia la evolución de su pensamiento, desde la influencia de Marleau Ponty y Sartre, a la convergencia progresiva entre el existencialismo y el psicoanálisis, y el decisivo viraje hacia la obra de Jacques Lacan. Definió al autor como cartesiano con una profunda vertiente apasionada y constató que, paradójicamente, la historia oficial le concede un papel pionero pero no fundacional, cuando Oscar Masotta no cesó de ser un fundador y su pensamiento estaba volcado hacia el futuro.