Crónica: Juventud eterna. Clínica y pragmática de la desinserción en los jóvenes: una perspectiva psicoanalítica. Blanca Fernández* (Málaga)

El seminario itinerante de preparación del encuentro Pipol 4 recaló en Málaga tras Barcelona, primera de sus etapas. La Comunidad de Andalucía de la ELP fue la encargada en esta ocasión de organizar esta cita, que tuvo lugar en el Salón de Actos de la Universidad de Málaga, institución cuya colaboración es estrecha y duradera en el tiempo.

Cerca de 80 personas procedentes de la comunidad andaluza acudieron para participar en torno el tema propuesto en el encuentro malagueño: Juventud eterna. Clínica y pragmática de la desinserción en los jóvenes: una perspectiva psicoanalítica, con la que el comité organizador quería poner de relieve ciertas manifestaciones evidentes en muchos sujetos que pretender perpetuar el estado de juventud, cuestión que consideramos sintomática y vinculada a las diferentes modalidades de desinserción como forma de goce actual.

En el desarrollo de las dos mesas de trabajo, que pasaremos a describir más abajo, el tema propuesto se vio desbordado por la variedad de perspectivas aportadas por los casos.

Manuel Montalbán, en su doble pertenencia como Decano de la Facultad de Ciencias Sociales y del Trabajo y psicoanalista miembro de la ELP, dio la bienvenida a los asistentes y resaltó la vinculación de la Facultad que preside con los acontecimientos candentes de la realidad contemporánea. También hizo alusión, como más tarde harían otros colegas, al término desinserción, elegido como eje del próximo Encuentro de Barcelona, para decir que, junto a los términos inserción y reinserción, representan una serie de conceptos que remiten a la ardua tarea de inscribirse como sujeto en la trama social. Un término de clara resonancia administrativo-burocrática en la gestión que los poderes públicos realizan de la vulnerabilidad subjetiva para confrontarla con la concepción lacaniana del síntoma como real en el vínculo social, y que podemos ilustrar mediante la forma de síntomas no subjetivados, verdaderos obstáculos a la existencia y a una vida articulada al deseo.

A continuación intervino María Navarro, miembro del Consejo de la ELP, quien abundó en el concepto de pragmática y de clínica de la desinserción en psicoanálisis pues, a diferencia de las políticas sociales, dice y se ordena en la estrategia de la transferencia, la táctica de la interpretación y la política del síntoma que se orienta en lo real que insiste, aún en los espacios de intervención de corta duración como los CPCT o centros de orientación lacaniana. Clínica además que se ordenará en función de la dependencia del sujeto al S1 o al objeto a, que da lugar a las distintas maneras de la envoltura formal del síntoma y de nuestra intervención. Y a como, frente a iniciativas de globalización y de adiestramiento, hay que preservar el espacio privado del sujeto. Propiciando frente a los imperativos de la época que fijan los semblantes la posibilidad de que el sujeto pueda inventar con su particularidad.

Blanca Fernández, responsable de la organización del seminario, agradeció a cada uno de los colaboradores la ayuda prestada, y presentó las dos mesas de trabajo que seguirían a continuación.

Primera mesa

Tras las palabras de apertura, comenzó la primera mesa en la que intervinieron: Manuel González Pedraza, Fernando Muñoz Merino y Graciela Olivari, y en la que actuó como coordinador del debate Ricardo Acevedo.

Una nueva forma de desinserción social fue el título del trabajo que nos presentó Manuel González Pedraza, en el que presentó el caso de un joven, interno en un Centro de Menores donde transcurrió el tratamiento, inmerso en una enorme agresividad y acciones impulsivas que desbordan los recursos del centro. La acción del psicoanalista, cuya intervención principal fue la de invitarlo a hablar, ha desplazado la impulsividad cambiándola por un saber que, si bien a su pesar, ha quedado dicho.

Fernando Muñoz Merino tituló su ponencia Violencia como forma de lazo con el Otro. En él se describía el impactante devenir de un joven, en un Centro de Protección, entre los 11 y 19 años de su intensa vida, donde se expresa la paradoja de una forma de lazo social que inexorablemente determina su rechazo por los demás. Una vida signada por la fórmula de un “me dejarás” cuya propuesta fantasmática dio paso en el debate a una posible forclusión, así como a los límites de la acción del psicoanalista en instituciones de este tipo.

La primera mesa terminó con la intervención de Graciela Olivari, con un trabajo titulado Una hija en el mundo: síntoma de la errancia de dos adolescentes , en la que narraba el caso de una niña de 12 años, tratada en un Equipo de Tratamiento Familiar, hija de unos adolescentes de 16 años. Llega al tratamiento después de la decisión de un juez de familia que otorga la guarda y custodia para el padre, para consolidar el vínculo paterno-filial. La niña es la pieza que recorre todas las historias familiares hasta que, mediante las entrevistas, logra subjetivar su posición hasta plantearla en términos de la sexualidad femenina.

Tras la lectura y los comentarios del coordinador Ricardo Acevedo, se dio lugar al debate en el que se puso de manifiesto la limitación de la institución dado que se rige mediante el discurso del amo, pero que, dentro de este conjunto finito, el psicoanalista puede encontrar su manera específica de hacer que descomplete.

La segunda mesa

La segunda mesa fue coordinada por María José Olmedo, y presentó los trabajos de Javier Cepero, Ana Palomo y Carmen Romero.

Javier Cepero presentó un trabajo titulado Procurarse un no , en el que daba cuenta del caso de una chica de 16 años atendida en un Equipo de Salud Mental, donde se ponía de manifiesto la responsabilidad del sujeto para encontrar una salida particular, para dar con algo que le permita operar una separación que no lo deje desasistido en manos del goce del Otro. Mi gitanilla fue el título de la ponencia presentada por Ana Palomo, un caso tratado en el CPCT de Málaga, y donde una interpretación que puso de manifiesto el significante “marear”, motivo de la demanda, produjo un cambio notable en el sujeto.

Por último, Carmen Romero nos habló en su trabajo, Escucha desde el psicoanálisis en un Equipo de Salud Mental. Cuatro encuentros con un chico “raro”, de un joven de 15 años, en el que se deja en suspenso la demanda de los padres de diagnóstico uniforme y de tratamiento farmacológico, y se apuesta por la apertura de un enigma sobre su malestar particular, que lleva a este adolescente a obtener un saber inconsciente que le permite mejorar su integración social y su rendimiento escolar.

Elvira Guilañá y Antoni Vicens, miembros del comité científico del Encuentro de Barcelona, fueron los encargados de concluir el acto. Ambos aludieron al tema de la jornada de trabajo desde sus respectivos puntos de vista. Elvira Guilañá destacó el contraste entre la eternización de la juventud, y las manifestaciones sintomáticas modernas marcadas por la ruptura con el Otro, y la posibilidad, mediante el psicoanálisis, de acoger la dimensión de goce del síntoma, para cifrarlo bajo transferencia. El síntoma como vínculo social, como producción particular. Se trata en cada caso de aislar el punto de inserción de goce para introducir el parentésis [des] inserción. Ante instituciones sociales aferentes al lenguaje, Elvira Guilaña se refirió a un párrafo de “Función y campo de la palabra…” y a “…Funciones del psicoanálisis en criminología”. Antoni Vicens, apuntaba al factor tiempo como elemento estratégico de un análisis, y la diferencia de su uso en el psicoanálisis puro y el aplicado, y el debate actual en el que están implicados ambos. Asimismo, invitó de manera expresa a todos los asistentes a acudir al encuentro que tendrá lugar en julio en Barcelona.

A pesar del día lluvioso y frío, impropio de la ciudad del paraíso, la jornada de trabajo transcurrió de manera excelente, y se vio premiada por la visita a la magnífica muestra pictórica organizada por la UMA, cuyo lema es Del Greco a Picasso, que se exhibe en estos días en la sala de exposiciones de la universidad malagueña.

* Seminario Itinerante de preparación del Encuentro PIPOL 4. Celebrado en Málaga el día 29 de noviembre de 2008.
Blanca Fernández, Responsable Comisión de Organización.