Crónica: ¿Cómo aman las mujeres de hoy?* Alberto Estévez (Madrid)
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El lunes 31 de enero, tuvo lugar en la sede de la ELP de Madrid la cuarta del ciclo de 5 conferencias del NUCEP cuyo tema central es Las mujeres y el psicoanálisis. En esta ocasión, Gustavo Dessal fue el invitado, bajo un título muy sugerente que concitó una asistencia superior al aforo de la sala: ¿Cómo aman las mujeres de hoy?
Siendo norma del espacio, su responsable, Amanda Goya, fue la encargada de realizar una introducción que sirvió, a su vez, para presentar algunas reflexiones del invitado respecto del tema que nos reunía, y decidió comentar parte de las contribuciones escritas por éste, más en concreto, el artículo incluido en la conocida compilación Mujeres una por una, que logra articular las diferencias sexuales con el discurso social de la actualidad.
La moderadora recorrió y comentó algunas de las frases ahí consignadas, y su ejercicio sirvió para percibir bien a las claras la poderosa influencia cultural y la ferocidad del capitalismo actual, responsable de la caída de los referentes que para los sexos han resultado clave en la constitución de sus respectivas identidades, en pos de una igualdad que, en definitiva, consiga desterrar la diferencia sexual.
Terminó Amanda su alocución citando la serie televisiva Sex and the city, lo que le permitió mostrar precisamente las posiciones desde las cuales las mujeres afrontan hoy el encuentro con el varón, y para ello, se sirvió de las cuatro chicas que la protagonizan y que personifican distintos modos de fallar la relación; pudo así transmitir, más claramente, la afirmación que Gustavo Dessal recogería posteriormente y desarrollaría en su intervención: la pareja es un síntoma.
La labor de extensión que tienen estas conferencias estuvo muy presente en la ponencia de Gustavo, consciente de un público heterogéneo, sin embargo, no renunció a plantear algunos términos y enunciados que constituyen la columna vertebral de la teoría psicoanalítica, empezando por el axioma con el que un psicoanalista aborda la constitución de la subjetividad, que formuló así: hay el goce. A lo que añadió que sólo existen dos formas de gozar; o se goza como hombre, o se goza como mujer, y ello siempre es independiente del género.
Unas pocas pinceladas sobre las diferencias de ambos goces le permitieron entrar a glosar el título de la conferencia, más concretamente el tema del amor, sus anhelos y sus límites, y fue ahí, -sirviéndose del mito de Alcestes-, que regresamos sobre la principal preocupación que para el psicoanálisis supone la satisfacción.
Asistimos hoy a la producción de un cambio que se traduce en lo social y que está en relación con cómo aman las mujeres en el siglo XXI. Se trata de una sustitución, que podemos formular, nos dice Gustavo, tomando la expresión del propio Freud, su majestad el niño, reconocido vencedor de la contienda, ya que ha derrotado a su majestad el hombre.
Este comentario dio paso a un buen número de intervenciones, provocadas por las inquietudes que este tema, tan acertadamente incluido en el ciclo, generó tanto en los varones como en las féminas que constituían una amplísima concurrencia.
