El Inconsciente y el cerebro: nada en común* | Kepa Torrealdai Txertudi

El título para PIPOL9 es sugerente y también provocador. Nada en común. No es lo que la Neurociencia espera como respuesta a sus investigaciones.

Con todo me gustaría comenzar mi ponencia por la primera parte del título, el Inconsciente, y elijo el sueño como formación paradigmática o vía regia de acceso al mismo.

¿Qué nos dice la neurociencia sobre los sueños?

Los últimos estudios sobre la producción de los sueños señalan que sucede una activación de lo que denominan la “zona caliente cortical posterior”, zona relacionada con el córtex visual. Se ha visto que la producción onírica sucede no sólo en la fase REM como se pensaba hasta ahora, sino que también se puede soñar en la fase No REM. Siendo los sueños predominantemente visuales, han encontrado que este contenido visual es representado por el mismo sustrato neural que se observa en la vigilia. Entonces, en un intento de captar el contenido del sueño, comparan patrones de actividad cerebral del durmiente con la respuesta que se tiene a estímulos visuales en la vigilia.

Aunque hay varias teorías evolutivas, todavía no hay fórmula para determinar por qué soñamos o reproducimos diferentes recuerdos y los mezclamos en la manera bizarra en la que aparecen en los sueños.

Hay estudios de sonámbulos y de las personas que hablan dormidas, donde analizan su comportamiento y lenguaje a través de grabadoras, para tener un material de primera mano. No parece un formato adecuado preguntar al paciente por lo que ha soñado, por el sesgo de subjetivación que pueda hacer de su relato.

Imagen acústica:

Ferdinand de Saussure en su Curso de Lingüística General acuña el signo lingüístico, una entidad psíquica que aúna el concepto con la imagen acústica. Explica que la imagen acústica no es el sonido material, sino su huella psíquica.

Este binario podríamos traducirlo por Significante y significado. El Significante sería la imagen acústica, la huella psíquica o el representante de la representación. Y el significado sería el concepto.

La Imagen acústica es lo que se pretende captar con los patrones de actividad cerebral.

Dando un paso más, desde el psicoanálisis sabemos que dicha imagen acústica, dicha representación puede aparecer en el sueño bajo la forma de otra imagen, modificada. Podríamos considerar la represión como mecanismo que hace movilizar un significante por otro a través de la condensación o el desplazamiento freudianos, equivalentes a la metáfora y metonimia lacanianas.

La interpretación de los sueños:

Rescato del libro de La interpretación de los sueños de Freud, el capítulo VII, "Sobre la psicología de los procesos oníricos" -Punto B: La regresión-. Ahí retoma el Psychophysik de Fechner, donde asevera que: “el escenario de los sueños es otro que el de la vida de representaciones de la vigilia”.

Así, Freud explica la idea de una localidad psíquica, pero que no deberíamos de caer en la tentación de determinarla como si fuera anatómica. Con el esquema del aparato psíquico explicará cómo las huellas mnémicas se propagan del polo perceptivo al polo motor. Entre estos dos polos se distribuyen el sistema Inconsciente y el Preconsciente, antes de llegar al extremo motor de la conciencia.

Pone en oposición los ejemplos de reflexión de un telescopio en el que la imagen se refleja entre diferentes espejos y la placa fotográfica donde queda una huella mnémica. Es decir, en el aparato de la memoria inconsciente estarían las primeras huellas que a través del preconsciente, de la censura, llegarían al polo motor consciente. En el sueño al estar el polo motor inhibido (como sucede en el sueño REM, atonía), sucede la regresión: la representación vuelve a mudarse en imagen sensorial de la que una vez partió, pero modificada. Prosiguiendo el símil de los espejos del telescopio, la censura situada entre los sistemas preconconsciente e inconsciente correspondería a la refracción de los rayos en el pasaje a un medio nuevo. Como cuando los rayos de luz entran en el agua y se modifica la imagen. Es decir, la representación retorna al polo perceptivo pero modificada.

El ombligo del sueño:

Cuando Freud analiza el sueño de Irma señala que “Todo sueño tiene por lo menos un lugar en el cual es insondable, un ombligo por el que se conecta con lo no conocido”. Es decir, que la interpretación de las representaciones condensadas y desplazadas tiene un límite. Hay algo que se resiste a la interpretación.

Algo que no es interpretable y que además supone una satisfacción, un goce. Que también el sueño es portador de un núcleo no interpretable. Podríamos hacer el recorrido desde el fantasma y el sentido de la interpretación, al acontecimiento del cuerpo y a la satisfacción (al sentido de goce). Es decir, es el recorrido del sujeto al parletre y de la lengua a lalange.

Un sueño:

Traigo un sueño propio: Conducía un coche e iba pisando serpientes con la rueda delantera derecha, algunas aplastadas se iban enrollando en la rueda. La ventana del coche estaba abierta y una se cuela dentro del coche y me viene encima, tengo miedo de que me muerda, aunque parece muerta. Despierto angustiado. Las serpientes tenían una forma concreta con la cabeza ancha, eran “cobras”.

Tenemos por un lado la imagen acústica, la cobra. Que homofónicamente puede remitir a otro significado, el verbo cobrar en imperativo. ¡Cobra!

Se trataba de un trabajo que tenía que cobrar de una manera determinada, pero me resistía. El sueño me despierta de mi ensoñación diurna con esta representación. Pero hay algo más, el acontecimiento del cuerpo, la angustia, cuando la cobra aunque aplastada se me abalanza encima, puede morderme. Hay algo que se vive en el cuerpo, la angustia que me hace despertar. Hay un tiempo para la interpretación y un tiempo para el acontecimiento del cuerpo, que señala una resistencia.

La interpretación del sentido no es suficiente para tratar este real que asoma.

Para cerrar:

Lo que quiero decir con esto es que la Neurociencia como mucho puede llegar a la representación manifiesta, pero el deslizamiento del significado bajo el mismo significante se le escapa. Es decir, la no univocidad de las imágenes acústicas y el equívoco que conllevan hacen perder el pie a la neurociencia. También se le escapa el sentido gozado del mismo.

Kepa Torrealdai Txertudi, médico de Atención Primaria en Osakidetza (Sistema de Salud Vasco), referente del Plan de Prevención de Alcohol de Menores en la Zona de OSI Barrualde, Gernikaldea y participante de la Antena Clínica de Bilbao.

*Trabajo presentado en las jornadas preparatorias para PIPOL 9 en la sede de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis en Bilbao el 14 de Marzo de 2019.