Bienvenidos los ciclos. Por Estanislao Mena (Sevilla).

Esta fue la fórmula final, "bienvenidos los ciclos", que Éric Laurent pronunció tras el “mas líbranos del fin”, que Fernando nos ha recordado. Me parece que no debemos olvidar las directrices que en esa intervención de la mañana nos avanzó, directrices que debemos tomar y desarrollar.
La de los ciclos me parece una fundamental, ¿por qué el pase ha de hacerse al final de un análisis? Me gustaría añadir una pregunta, ¿el pase no puede precipitar el término de un primero, segundo o enésimo recorrido analítico? He evitado de forma deliberada decir un fin de análisis, “mas líbranos del fin”.
Pero la conversación me ha provocado más reflexiones que quisiera aportar. Se dijo en la sala, “cuando alguien al final de su análisis demanda el pase...” Sabemos desde hace mucho que no respondemos a las demandas, ¿por qué hay que responder a las demandas del pase?
Éric Laurent apuntó de forma muy certera, ¿por qué dos respuestas a la demanda de pase?, ¿por qué no puede haber una tercera respuesta, o una cuarta? Y tiene razón, ¿por qué la Escuela debe responder a una demanda?
Miller nos ha enseñado que la Escuela es un sujeto, que la Escuela se constituye con significantes, que la Escuela es interpretable, que la Escuela piensa a través de sus miembros, que habla a través de sus miembros...
La Escuela también puede callar por el bien de sus miembros, como si de un final de sesión se tratara, dejar la respuesta en suspenso. En 3SP, Gracia Viscasillas nos recordaba, cómo Miller hacía un paralelismo entre el sofisma del tiempo lógico con los tres prisioneros y el Pase. Dos pasadores y un pasante, pero en el ejemplo de Lacan, los presos se miran y finalizan, no hablan.
Pienso que eso nos libraría, en primer lugar de convertirla en el Otro Escuela, la Escuela no es un Otro, no garantiza, no es un Otro completo, es un sujeto, como dice Miller. Además, creo que esto nos podría evitar algunos problemas del post pase.
Se me ocurre uno, el del sujeto que tras haber realizado el Pase, vea reflejada su imagen en el espejo, vuelva la cara y el Otro Escuela le confirme su imagen especular: “...comprender el estadio del espejo como una identificación en el sentido pleno que el análisis da a este término: a saber, la transformación producida en el sujeto cuando asume una imagen... imagen especular que asume jubilosamente...” Nos dice Lacan en “El estadio del espejo”.
Es decir, la aparición, como consecuencia de la confirmación, de una “asunción jubilosa” de esa imagen especular, de una identificación que podría llevar a lo peor, pero también puede suceder que esa imagen no sea refrendada por el Otro, y de esto tenemos ejemplos, y de los estragos producidos.
Seguro que puede haber otros problemas, pero tendremos que describirlos.
Desde mi punto de vista, y tras haber realizado la experiencia del Pase a la entrada, hubo un momento del proceso en el que sentía que no necesitaba una respuesta de la Escuela, lo importante, descubrí, no era la respuesta sino la experiencia que había realizado.
Un Pase a la entrada no es un Pase al término pero como sostiene Dominique Miller en su artículo “La passe á l´entrée, un pari avéré”: “El Pase marca una etapa en el análisis y en la vida; es un corte, un momento que lo modifica, como un paso a otra escena, en sí una travesía”
Son estas algunas reflexiones que he desarrollado al hilo de las indicaciones de Éric Laurent, “bienvenidos los ciclos”.

Estanislao Mena (Sevilla)