VOLUNTAD DE ABRAZO | Gracia Viscasillas

ArtistasAutistas

El pasado jueves 7 de mayo, el Centro de exposiciones Joaquín Roncal de Zaragoza -que en estos días celebra su décimo aniversario- se vistió de fiesta. Una fiesta por la dignidad y el respeto, significantes que han acompañado a la Asociación TEAdir-Aragón desde el inicio, y que han inspirado nuestro proyecto “ARTISTAS : AUTISTAS” que se inauguraba con la primera muestra de la exposición “EL MUNDO EN SINGULAR. I Encuentro de Jóvenes Creadores con el Autismo”.

La exposición gira alrededor de la obra de tres personas diagnosticadas de autismo: Lucile Notin-Bourdeau (13 años, Avignon), Martín Giménez Laborda (16 años, Zaragoza) y Carlos David Illescas Vacas (40 años, Granada). Junto a ellas, y en diálogo con las mismas, las obras de otros jóvenes creadores, en su mayor parte de la Escuela de Arte de Zaragoza: Luisa Hernández, Anabel Lacasta, Natalia Lisinicchia, Violette K., Diego Sanz Felipe, Gonzalo Moreno Causapé y Brenda Vallés Uriarte.

La exposición es bellísima y sorprendente. Cuidada en todos sus detalles, destila delicadeza y fuerza, color y trazo, mundos que se adentran en mundos, en una visión cada vez singular. Puedo afirmar desde estas líneas que ninguno de los numerosos asistentes que nos acompañaron salió indiferente de la exposición, cuya inauguración resultó un acto de gran calidez y cercanía.

Calidez y cercanía. No podía ser de otra manera, contando con las amables palabras de Blanca Carvajal, responsable de que desde el Centro Joaquín Roncal pusiesen todo su esfuerzo y dedicación para acoger esta increíble exposición. A continuación, María Jesús Sanjuan, Presidenta de TEAdir-Aragón, expuso ante todos como surgió este proyecto: “Del autista se dice que a veces le cuesta tanto hablar y que no tiene lenguaje, pero nosotros habíamos observado que cada uno tiene un lenguaje diferente, y que parece ser que se sienten muy cómodos cuando el lenguaje es el artístico, y de ahí empezó a gestarse la idea de esta exposición. Una idea en la que hay que mencionar a Cristina Laborda, madre de Martín Giménez Laborda y que ha sido la cabeza pensante de esta exposición que se ha ido gestando desde hace dos años. El siguiente paso fue pensar en convertirlo en un proyecto en el que la persona autista se comunicara con otros, y con quién mejor se puede comunicar un artista que con otros artistas. Por eso nos pusimos en contacto con la Escuela de Arte de Zaragoza, les presentamos nuestra idea, el concepto que tenemos de expresión en el autismo, lo que tenían como interés nuestros chicos, y ellos lo entendieron perfectamente”.

Tras los agradecimientos a todos los artistas, instituciones implicadas y todos aquellos que con su esfuerzo y apoyo han hecho posible esta exposición, nuestro artista zaragozano, Martín Giménez Laborda, tuvo el gusto de tomar la palabra:

“Hola a todos del Centro Joaquín Roncal. En la exposición “El Mundo en Singular” vais a ver los cuadros que he pintado con acrílico en una tabla de mis compañeros del instituto Miguel Catalán. Son 12 chicos, y 3 chicas muy guapas. Hay mucho color. He mezclado el rojo, amarillo, verde, azul, blanco, naranja, rosa y el negro. Me gusta pintar, con rotuladores o con pinceles. Me gustan los graffitis, las guitarras, los grupos de música, los personajes de películas, las rutas de viajes, y hacer cómics. Me gustan mucho los dibujos de Lucile, las esculturas de Diego, el dado de Brenda, las fotografías de Carlos, el pez de Natalia. Los trabajos de Violette y Gonzalo son muy chulos. El video de Anabel y Luisa me ha parecido estupendísimo. El cartel de las manos de Sofía y Juan ha quedado chulísimo. Estoy contento con la exposición del Joaquin Roncal. Gracias a todos por venir, y en especial gracias a mi abuelo Jesús que ha venido de Uncastillo y a mi abuelo Luis que ha venido de Ejea. Espero que os guste el Mundo en Singular”. Y aquí, cómo decirlo… la sala a rebosar se cubrió de aplausos.

Después tuvimos el placer de escuchar a Antón Castro, escritor y periodista, que en una intervención entrañable y atenta recorrió y resaltó la obra de los diferentes artistas y nos ofreció -él, que dijo que había aprendido tanto contemplando esta exposición- una lección de humanidad y bonhomía. Quiero resaltar aquí algunas de sus palabras:

“Es un placer estar aquí. Se ve claramente que no es un mundo en singular sino que es un mundo en plural, es un mundo compartido, es un mundo que tiene muchos diálogos y la verdad es que es muy emocionante ver el diálogo que se establece entre los artistas”.

“Viendo los dibujos de Martín nos damos cuenta de que es un artista total, que ha asimilado por intuición, o sencillamente porque tiene una región misteriosa que le pone en comunicación con el Arte Bruto, con el arte primitivo y salvaje, pero también con el mundo de los Simpsons, y con muchas otras cosas. Y vemos de repente algo fundamental: lo cariñoso que es con sus compañeros, como ha llenado ese mundo suyo de color, de detalles, de fuerza, y a veces también de un sentido del humor muy tremendo. Si pensamos en la historia del arte, a veces parece que se acerca a puntos del grupo Cobra, y también a esa cosa primaria, a veces africana realmente estupenda, a veces incluso latinoamericana… Y llama la atención cómo se puede conseguir eso. Es muy emocionante verlo, tiene mucha fuerza, mucho sentido del color y además una armonía del color que es muy sorprendente”.

De los dibujos de Lucile, que dijo no dejaban de evocarle a los del artista aragonés Javier Peñafiel, destacó que “Sus dibujos tienen una sutileza, una limpieza de líneas, una voluntad de abrazo que llama mucho la atención. Una necesidad de tender puentes con los demás. Es algo que tiene toda la exposición”.

“La obra de Carlos David es una obra que tiene una complejidad visual, formal, una complejidad de estructuras, de fotografías, de temas y subtemas, de infografía, de trabajo con el photoshop, que te deslumbra”.

“La escultura estupenda de Diego, los cuadros de Violette, de Gonzalo. Luisa y Anabel, a partir de formas muy sugeridas, muy limpias, que son como esculturas depuradísimas, de repente han hecho un video que está lleno de humanidad, de ternura, de movimiento, de comunicación, y que en el fondo realza el abrazo, la necesidad de estar juntos, la comunicación que es seguramente uno de los elementos más bellos”.

“Me encanta la pieza de Natalia, una pieza preciosa vinculada con Lucile, pero también que parece diseño de Paul Klee. Se parece mucho a ese sentido poético, a esa disposición de los espacios que tenía Paul Klee”.

“El arte nos comunica de una manera muy esencial y nos damos cuenta de que nadie nace de la nada y que en todos hay como hilos misteriosos que nos conducen al pasado y al futuro y que nos entreveran todo el tiempo”.

“A veces desconfiamos de lo que se llama el arte contemporáneo. Esta exposición nos enseña a mirar de otra manera el arte contemporáneo. Lo que ha hecho Martín, tiene mucho que ver con lo que ha hecho Miró. Lo que ha hecho Lucile tiene mucho que ver con lo que ha hecho Paul Klee, que es uno de los artistas fundamentales”.

“Y hay otra cosa muy curiosa, de alguna manera los artistas del siglo XX nos pasamos la vida intentando recuperar la pureza visual, recuperar el trazo infantil. Es esta una exposición muy entrañable, muy cálida, donde hay mucho que ver, donde hay mucho que pensar, y donde sobre todo hay una cosa fundamental: Estos creadores autistas realmente están todo el tiempo en comunicación con nosotros. Tienen una sabiduría extraña, oculta, maravillosa. Tienen un silencio que es un silencio no sé si poblado de palabras, o poblado de clamores o de un pequeño grito, pero está poblado de necesidad de cariño, de urgencia de comunicación, de ternura, de belleza, de intensidad, y eso a mí me parece muy conmovedor. Y eso está aquí presente”.

“Y hay otra lección fundamental, y es que en el fondo todos tenemos un mundo dentro que está lleno de mundos. Y aquí se ven. Aquí hay muchos mundos que nos tocan a todos, mundos que nos conmueven. Y a veces lo único que tenemos que hacer es abrir los ojos, escuchar, mirar mejor, ver. Es lo que han hecho Luisa y Anabel: también nosotros nos movemos con ese compás. Es lo que ha hecho Diego: esas tres figuras también somos nosotros. Es lo que ha hecho Martín. Somos nosotros y estamos ahí. Y, sobre todo, esta ahí una vida que nos parecía que no era la nuestra y que sin embargo es la nuestra. Y eso me parece fundamental”.

“Esta es una exposición muy entrañable, y una de las cosas que he aprendido aquí es que hay que intentar entender, pero sobre todo con los ojos del corazón, con la emoción, con los ojos cerrados, así, de repente, porque hay algo especial que nos llega y nos conmueve y es algo de una gran belleza”.

“Muchísimas gracias. Enhorabuena a los artistas, a todos, también a los que habéis sido tan generosos como para fundiros con Martín, con Lucile, con Carlos David. Espero que esta exposición sea sólo el principio porque es muy bonita la idea que es como el embrión. Se abre aquí una espiral que no sabemos a dónde va a llegar, pero yo creo que la espiral va a ser tan grande, se va a dispersar tanto por los aires, que nos llevará con ella y nos abrazará un poco a todos. Y al fin y al cabo el abrazo es como el beso, como la palabra, como el trazo, una de las emociones más palpitantes. Enhorabuena, y muchísimas gracias. Es un honor estar aquí con vosotros”.

A continuación, María Jesús Sanjuan intervino para señalar que las palabras pronunciadas por Antón Castro conectaban perfectamente con lo que desde TEAdir-Aragón se pretendía transmitir con esta exposición. “Queríamos darle al autista un lugar en la sociedad, queremos que haga lazo social, porque está visto que tiene cosas que decir, y que las puede decir, de una u otra forma. Sólo se necesita sensibilidad, un poquito de tiempo para saber escuchar o para saber mirar, y el autista nos dirá lo que nos tenga que decir. Pero también necesita ser conocido, y conocido a su manera, al modo autista, porque ni todos somos iguales ni les podemos exigir a ellos que sean iguales. Y quiero agradecer también desde aquí, a Pilar Giménez, comisaria de la exposición y a la que hemos cansado hasta la saciedad, pero sabiendo que ha sido un trabajo muy bonito y que efectivamente queremos que sea el comienzo de algo que siga y aumente. Cualquier disciplina artística tendrá cabida, y nuestra idea es que la comunicación siga surgiendo, con la Escuela de Arte y con otros, pero que no dejemos nunca de intentar una comunicación con el mundo autista”.

Y luego hubo la guinda: Como colofón del acto de inauguración, Martín Giménez Laborda regaló a Antón Castro un cuadro-retrato, que fue muy aclamado.

Espero desde estas líneas haber transmitido algo de lo que fue esa tarde de mayo. Pero no quiero dejar de hacer una mención especial a Sofía Giménez Laborda y a Juan Rubio Marco, autores del hermoso cartel de nuestra exposición, y también a Juan Rubio Marco por el logo del proyecto “ARTISTAS : AUTISTAS”. Y por supuesto, mi agradecimiento a todos los socios y amigos de TEAdir-Aragón -asociación a la que tengo el orgullo de pertenecer-, pues todos ellos han hecho posible que podamos animarnos a pensar y a llevar a cabo proyectos como éste.