SCILICET. Textos del Congreso de Roma de la Asoc. Mundial de Psicoanálisis (AMP). MITO. Por Antoni Vicens (Barcelona).

(NOTA DE REDACCIÓN. Con la publicación de un extracto de las diversas entradas del texto SCILICET, preparatorio del Congreso de Roma a celebrar del 13 al 16 de julio 2006,-ver http://www.amproma2006.it/ -hemos ofrecido a los internautas del blogelp, un muestra del trabajo desarrollado en dicho texto por parte de un grupo de psicoanalistas españoles. Hemos seguido un orden alfabético hasta completar los extractos de los diez psicoanalistas españoles que allí escriben.)(ESTE BLOG se redactará desde la ciudad de ROMA en los próximos días).

MITO. Por Antoni Vicens (Barcelona)

El mito se distingue de la religión revelada en el hecho de que ésta tiene como soporte una escritura, mientras que aquél subsiste en un relato oral. Las formas en que ese relato se cuenta, una y otra vez –hasta que el etnólogo lo recoge–, dan la forma propia de la repetición mítica: una reiteración con ligeras variaciones. Finalmente, la teoría acaba por reconocer, como dice Lévi-Strauss, que el mito es el sistema mismo de las variaciones en el que subsiste.

...Podemos leer el libro de Freud Moisés y la religión monoteísta como un intento de definición de la travesía que lleva del mito al Libro; en este sentido, el hombre Moisés aparece como aquel que se empeñó en garantizar que todos los trazos en los que se basaba la organización de una determinada colectividad de goce, el Pueblo, eran dictados por Un padre, por un impar. Nos referimos aquí al rastro trazado andando por el desierto mientras el Pueblo se constituía como tal, así como a la marca de identidad de la circuncisión y, por supuesto, a la escritura del Libro. Todo ello comporta el paso del relato a la historia, de la fábula a la invención, del Pueblo a la ley, sometido siempre a la garantía de Un-padre. Pero Freud encuentra un obstáculo a la hora de construir esa trama, y es que, a la hora de explicarla, sólo parecemos ser capaces de darle, de nuevo, la forma de un relato mítico. De ahí parte Lacan, en su seminario El reverso del psicoanálisis, para intentar trasladar el mitema al matema.

...El mito demuestra a quienes lo escuchan que todo ha sido dicho ya; y que por ello es inútil escribirlo, pues una escritura nunca lo haría original. Siguiendo a Lévi-Strauss, podemos decir que, en su contenido, el mito siempre presenta una contradicción resuelta. Puede tratarse de la imposible inscripción lógica de la cópula entre hombre y mujer; o también, por abstracción, de la paradoja de la existencia de una naturaleza entendida como fisis, esto es, como una cópula entendida como generación no discursiva de todo lo que existe...
En otro tiempo, en un tiempo irrecuperable e irrepetible, el héroe tuvo solución para alguna de las contradicciones fundamentales. El héroe se define por un tipo de acto que elimina todos los demás; su acto heroico, único, y en el que se fuerzan los límites de la naturaleza y del discurso, hace que sea imposible su repetición. Nosotros podemos decir que, si ese acto existiera, forcluiría el inconsciente...
El mito es popular: todos lo conocen, cualquiera lo puede relatar. El mito se transmite íntegramente; realiza perfectamente el principio de la ignorantia juris: nadie puede alegar la ignorancia de la ley que está establecida en él...
...El mito, por su parte, no necesita para nada a la filosofía, como lo sabía muy bien Platón, que pretendió hacer una ciudad matemática, sólo con la verdad. En una ciudad así, sin mito, cada significante se representaría a sí mismo –ésta es la definición lacaniana de la letra matemática, pero también configura el ideal del ciudadano–, y quedarían desterradas las contradicciones de la verdad. La ley quedaría separada del goce y coincidiría plenamente con el bien...
...En El reverso del psicoanálisis, Lacan sitúa el mito de Edipo como el contenido manifiesto de un sueño de Freud... El contenido latente al cual remite ese contenido sólo es alcanzable si tomamos en cuenta esta génesis en un orden inverso: es el mundo el que da lugar al caos, es la transgresión la que crea la ley, y la luz y la palabra hacen existir retroactivamente una oscuridad y un silencio míticos, bien míticos. La creación, el origen, no procede como relata el mito, sino tal como lo enseña el acto de escritura. Mientras que el mitema describe de qué modo el Uno surge del caos, el matema escribe el Uno que hace surgir el sueño del origen, al cual llamamos nada.
Una parte del sueño del origen es irreductible; nos mantiene dormidos el tiempo que es necesario para mantenernos en vida. Llamamos padre a esa parte de sueño; su despertar, siempre parcial, es el deseo.
Freud creía que el mito daba sostén al padre. Lacan enseña que, en el reverso del mito, lo que hay es un soporte temporal para el no-todo. El padre se sustancia entonces como el agente del acto por el cual el descompletamiento que nos da vida, al cual llamamos deseo, puede ser acogido amorosamente por la nada, esto es, por la Ley.

EXTRACTO de SCILICET, de la entrada "MITO", escrita por Antoni Vicens (Barcelona).

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Bibliografía:
-K. ABRAHAM, “Traum und Mythus: Eine Studie zur Völkerpsychologie” (1909).
-R. CAILLOIS, Le Mythe et l’homme, París, Gallimard, 1938 – S. FREUD, “Gross ist die Diana der Epheser!” (1911); Der Mann Moses und die monotheistische Religion, 1939.
-C. GARCÍA GUAL, La mitología, Barcelona, Montesinos, 1987.
-G. S. KIRK, Myth. Its Meaning and Functions in Ancient and Other Cultures, Cambridge U. P., 1971.
–A. L. KROEBER, “Totem and Taboo: An Ethnologic Psychoanalysis” (1920) y “Totem and Taboo in Retrospect” (1939) en The Nature of Culture, The University of Chicago Press, 1968, p. 301-309.
–J. LACAN, “Le mythe individuel du névrosé” (1953), Ornicar? 1979, 17/18, p. 289-307; Le Séminaire, livre XVII: L’envers de la psychanalyse (1969-1970), 1991; “Improvisation: Désir de mort, rêve et réveil”, L’Ane 1981, 3, p. 3.
-C. LEVI-STRAUSS, “La structure des mythes”, cap XI de la Anthropologie structurale, París, Plon, 1958.
–J.-P. VERNANT, “Du Mythe à la raison. La formation de la pensée positive dans la Grèce
archaïque”, Mythe et pensée chez les Grecs, vol. II, París, Maspero, 1974, p. 95-124.