MESA REDONDA EN LA BIBLIOTECA NACIONAL ARGENTINA: Filosofía, Política y Psicoanálisis. Juan Carlos Tazedjián (Valencia)

El acto se realizó el sábado 10 de agosto, a cargo de la Universidad Nacional de San Martín y la Fundación Hábitat y Salud Urbana, con el auspicio y apoyo de Editorial Grama y Ediciones del Seminario. Intervinieron el Profesor Jorge Alemán, el Dr.Horacio Gonzáles y la Dra. Clara Schor-Landman. El Dr. Enrique Corti hizo la presentación y la coordinación general estuvo a cargo de la Licenciada Silvia Bermúdez.

-Clara Schor-Landman habló de los órdenes de racionalidad construidos por la política que, a la vez son constituidos por ella, oponiendo el orden neoliberal al del ser humano considerado en tanto parlante, sexuado y mortal. Esto, con el acento puesto en Latinoamérica en los campos de:

1) el Psicoanálisis,
2) las Ciencias Sociales,
3) las actividades científicas de la universidad pública y,
4) La salud Mental. Una interesante puesta al día de las tensiones en juego en cada uno de esos campos, mostrando claramente las posiciones antagónicas de cada uno de los órdenes de racionalidad en juego.

Y la pregunta que no podía haber faltado en una mesa con ese título: ¿Qué puede decirle el psicoanálisis a la política? Lo que Clara extrajo y elaboró de los textos freudianos: “Las sociedades que no pueden superar una cuota limitada de amor a la verdad, honradez y humildad, están en riesgo. El motivo del riesgo es que invita a sus miembros a ocultar la verdad, a pintar las cosas con falsos colores, a engañarse a sí mismos y a los demás”.

-Horacio González hizo un ejercicio retórico de puesta en práctica de su teoría, la misma que planteaba criticando ”las teorías”. Tomando como punto de partida el habla de la propaganda política propia de estos días pre-electorales, mostró cómo no está siendo cierto eso de que a través de la palabra se modifican las cosas. Del habla de la política, a la del ejército, de allí a las jergas profesionales, para pasar por la mesa que habla (Marx) al pupitre que habla (Lacan en “La cosa freudiana”).

Hablar “mariposeando”, decía, mientras él mismo mariposeaba en un decir humorístico con el que sugería una propuesta muy aguda: hablar desprendiéndose de los clisés, de una forma más creativa.¿Cómo puede haber dos decires iguales, cuando no existen dos rostros iguales? Propuesta que me recordó la frase de Lacan sobre “un decir menos tonto”. Un decir al que González denominó como una emancipación. Este intento de reseñar su discurso, es tan pretencioso y fallido como el de traducir un poema. Y hablando de poema…

-Jorge Alemán comenzó su discurso con la lectura de “Conjetura de nacer”, poema que prologa su libro “Conjeturas sobre una izquierda lacaniana” donde habla de lo que seguramente sería imposible decir de otro modo que en poesía, de eso más íntimo y de lo que no sabemos: el legado que nos constituye. Lo que siguió, no es ajeno a ese legado.

¿Cómo zafar de las malas noticias sobre lo que el psicoanálisis podría decir a la política, sin caer en el escepticismo lúcido? El esfuerzo de Freud, Marx, Heidegger y Lacan -dice Alemán- constituyen un laboratorio donde transformar esas noticias en un proyecto de emancipación. En realidad, no es del todo así, ya que ese laboratorio no está hecho de piezas sueltas sino del trabajo de Alemán de ponerlos a conversar. Trabajo al que denomina anti-filosofía porque la filosofía es Europa y su trabajo se desarrolla en torno a Latinoamérica, “afueras de la ciudad” se me ocurriría llamarlo, como se titula la colección de Editorial Grama que dirige, en la periferia.

Con el neoliberalismo se ha introducido lo ilimitado, más el deshecho, los sujetos “matables”, la “nula vida”. Si no existiera ese deshecho, habría realizado el crimen perfecto. Que no sea así, deja una fisura por donde el psicoanálisis puede filtrar la pregunta ¿qué elemento es actualmente susceptible de no entrar en el circuito de la mercancía? Lo que Lacan nombró con el neologismo “lalengua”, respecto a la cual no hay expertos. La radical soledad del síntoma que no hace masa con el síntoma del otro sino que constituye el Común que no es producido.

Del debate, distendidamente tenso, entusiasta, por momentos apasionado, difícil de reseñar, sólo quiero señalar una intervención de Alemán en la que precisó que no se puede decir “democracia” como si se tratara de un término unívoco. Están las democracias emplazadas, formales, europeas… y las democracias latinoamericanas, cambiantes, orientadas por proyectos emancipatorios