Los avatares de las adolescencias. Carmen Campos Bernal. (Sevilla)

Dentro del ciclo de conferencias “Los Sufrimientos actuales” que se viene realizando como actividad de extensión abierta a la ciudad, organizada por la Sede de la ELP en Sevilla, comenzamos una nueva etapa contando con la colaboración de la Casa del Libro, dónde Vilma Cocozz nos ofreció el día 27 del pasado mes de marzo, una conferencia titulada “Los avatares de las adolescencias” .

Eligió recurrir a los libros y recoger que nos dicen sobre esta época tan particular de las adolescencias, tomando un pasaje de las tribulaciones del joven Törless de Robert Musil, y la referencias a Freud con su texto “La metamorfosis de la pubertad”, señalando que nos descubrió que hay un malestar en todos los seres que hablan para poder decir qué somos cómo sexuados.

En el adolescente la dificultad mayor radica en esta transformación del ser, que va más allá de una crisis biológica, y se produce una crisis del deseo: el joven hasta este momento encontró una estabilidad en el deseo de sus padres, siendo “hijos de”, pueden presentarse al mundo de esta forma. Con la pubertad se inicia un tránsito en el que hay que hacerse cargo de sus propias palabras de sus propias enunciaciones, abandonando el discurso de los padres.

El sufrimiento actual de los adolescentes es enorme y está vinculado al problema de la autoridad que será el tema de la próxima conferencia.

El adolescente está solo, errático y se le deja caer en el túnel que describía Freud que debe recorrer para separarse de sus padres, no hay modelos consistentes. La actualidad empuja a las personas a que se las arreglen solas.

Hay que interesarse por el mundo actual de los adolescentes, por la forma en que ellos lo perciben, esto requiere un trabajo adicional.
La adolescencia es una invariante, siempre ha sido difícil, hay que ver qué es lo que ha cambiado y que es lo que es común a otras épocas.

Para ello tomó la descripción de Mussil del túnel que atraviesa el joven Torless y la reacción de sus padres. En el texto aparece la nostalgia, el dolor por el recuerdo de sus padres y a la vez el gusto por este tormento que al final se transforma en una fuerza de alma, algo nuevo había nacido, un desarrollo interior. Los padres a su vez hacen su propio duelo.

Las adolescencias de los jóvenes también son las nuestras, porque nos tenemos que transformar para poder entender el drama subjetivo de la crisis del deseo del adolescente.

El cambio es un cambio discursivo dónde el joven no se calla sus preguntas ni el descrédito hacia los adultos.

La violencia en los colegios demuestra que la autoridad se ha desplazado a los líderes de los grupos, como un intento de quitarse del túnel el problema del cuerpo en base al acto. La angustia empuja a actuar, o a buscar en las drogas o en internet.

En la adolescencia se produce una separación entre la pulsión de vida y de muerte, y el enfrentarse al vacío de quién soy y qué soy para el Otro, puede llevar a muchas respuestas sintomáticas. Pueden aparecer conductas que no implican al Otro, actos suicidas, conductas adictivas. Lo fundamental es que puedan percibir que en este trabajo no están solos.

Es la etapa de la vida en la que aparece una mayor socialización, dónde la cohesión del grupo ayuda a resolver la salida del túnel, pero en la época actual se responde al problema del ser con el objeto, cómo con el botellón o con los imperativos de los ideales, por ejemplo en la revistas que se dirigen a adolescentes “sé sexi”, dónde la respuesta la ofrece el cuerpo igualándose a los chicos en la identidad de comportamiento con la sexualidad.

Freud nos enseña que más que preguntarse “quién soy”, él se preguntaba “qué sé”, ocupar un lugar en la palabra, esto es lo que distingue a los chicos de las chicas, no sólo una imagen, un discurso.

Serge Cottet dice que el sexo ya no es indecente para los jóvenes, lo que se ha vuelto indecente son los sentimientos, los chicos se avergüenzan de estar enamorados. Se han vuelto indecentes porque no hay nadie que los valide, que les otorgue su dignidad, el amor se vuelve una caricatura. Esta en una particularidad de la adolescencia actual que acompaña a la invariante del túnel.

No hay muchos apoyos que les permitan acercarse a los sentimientos y en lugar de una liberación aparece una apatía sexual. Lacan dice en su texto, “Televisión” que si no hubiera prohibiciones que afecten a la sexualidad nos encontramos con el aburrimiento y la pérdida de interés. El discurso sobre el amor está en crisis y no hay saberes que permitan alojar esta dificultad. El psicoanálisis se ocupa de esto porque ha podido captar la lógica de la dificultad y puede ayudar a que cada uno resuelva a modo de ecuación personal la salida del túnel con los adultos que le acompañan de la manera más digna posible.

Y con una copa de cava ofrecida amablemente por La Casa del Libro, en el incomparable marco de la azotea y con el olor de la noche primaveral sevillana brindamos por esta nueva etapa.