La mujer no existe

Comentario del artículo de Philippe La Sagna “Las mujeres, la lalengua y la serpiente, un trio de orygen”1, del cual se recomienda su lectura, por su originalidad e ingenio.

Hay algo que salta a la vista en los escritos y artículos sobre este tema y es la dificultad de tachar LA (cuando se refiere a la mujer): es una cuestión técnica, nuestros ordenadores no tienen esta posibilidad de forma sencilla, pero podemos decir que es un fenómeno de estructura, no es tan fácil apretar un botón y barrar a la mujer. Hay un imperativo desde las neurosis y las psicosis para hacer existir a la mujer igual que llegar hasta el sacrificio para hacer existir la relación sexual, van de la mano estos dos aforismos lacanianos. Para el sujeto histérico, “la otra mujer” es la que atesora la esencia de la feminidad; en las neurosis obsesivas encontramos como la dama idealizada aparece inalcanzable e incólume en los pensamientos y en las psicosis la emasculación y “el empuje a la mujer” juegan su partida para producir a La mujer, a través del delirio. Diferentes modos de hacer existir a La mujer que Freud detalla en sus casos clásicos: Dora, El hombre de las ratas y Schreber.

Argumentos:

Si entramos en la página web de la AMP para La Gran Conversación encontraremos razones y argumentos para sostener dicha afirmación. La subversión freudiana y lacaniana apuntan a lo que estaba en el origen del psicoanálisis: las mujeres, que Freud, en plena época victoriana, pudo escuchar que eran no solo madres, sino que tenían una vida sexual y amorosa como lo testimonia el caso de la joven homosexual, de manera explícita. Hoy, se ha demostrado que una parte de lo femenino no se somete a los lugares de: madre, esposa, hija, concubina, prostituta, hechicera, bruja…

La ficción construida por lo simbólico con imágenes y significantes da cuenta de este hecho de múltiples maneras, en la historia del arte tenemos interesantes referencias a desbrozar en este sentido. Una imagen icónica es la de la mujer y la serpiente: las representaciones a lo largo de siglos dan cuenta de ello desde el románico, gótico, donde encontramos dicha iconografía en los capiteles, hasta el Barroco, donde la pintura religiosa ha recreado la imagen de la virgen pisando a la serpiente al decir de Lacan, se sostiene y habla con ella. Pero fueron los prerrafaelistas, simbolistas y El Art Nouveau en el siglo XIX- XX donde hubo mayor profusión de mujeres aladas, etéreas, fatales, demoníacas, algunas bíblicas que a la vez dictan un doble mensaje de miedo y deseo; justo en el momento de la aparición de la nueva mujer liberada del corsé y ataduras a la vez y a la par del descubrimiento del inconsciente freudiano.

Philippe La Sagna, en su artículo “Las mujeres, la lalengua y la serpiente, un trío de orygen”, nos muestra la articulación entre las mujeres, la serpiente y lalengua.

Para ello toma como referencia a Rastier, un lingüista que nos recuerda que, para la Sociedad Lingüística de París, fundada en 1866 debe parte de su celebridad a su artículo II:

  • Art.2.- La sociedad no admite ninguna comunicación relativa al origen del lenguaje, ni a la creación de un idioma universal.

Desde entonces el debate se ha reanudado de Skinner a Chomsky, rebatido por Lacan en su seminario.

Para Lacan el significante se apoya esencialmente en lalengua de la sintaxis.

La Sagna se pregunta si el equívoco hace de prótesis de la sintaxis en vías de disolución. Sustenta esta hipótesis con Antoine Meillet2, quien en su libro afirma: “La capa de personas cultas que practicaban la lengua latina era delgada”

De esta forma nacen las lenguas romances que se enriquecen de otras lenguas. Sociólogas y observadoras modernas han podido confirmar que la lengua hablada común tiene un estatus particular en femenino, calificado con frecuencia de parloteo (bavarder, papoter, en castellano charlar, chismear, chismorrear, cotillear, comadrear, alcahuetear, chacharear, hablar de forma animada pero insustancial). Las mujeres son fuente viva del parloteo. Ejemplo vivo lo podemos encontrar en Tomás Segovia en su poema “Mujeres”3. En él las palabras de las mujeres son fuente de vida, ya hablen, murmullen, manoseen o soben las palabras, dicen que hay la vida, ellas hablan desde siempre por los siglos de los siglos, transmiten la lengua materna y ponen corazón al tiempo. Bellas y dulces palabras que harán a la reflexión en cada lector.

Prosigamos con La Sagna y su pregunta: ¿Cuál es el vínculo entonces entre el sentido fálico y el poco sentido del parloteo de las mujeres que a veces coquetea sin tocarlo con el sin-sentido de lo real, incluso con el que mantiene en ese real que escapa a los hombres? ¿En qué resuena entonces un goce fuera de sentido que les sería propio?

Y se responde: el parloteo en femenino reinventa la lengua y reencuentra su origen en lo real de la no relación haciéndola existir entre líneas.

Recordemos una definición del lenguaje como una elucubración de la lalengua. Lacan en el 74, en “La Tercera”, se pregunta: ¿Cómo puede lalengua precipitarse en la letra? Y añade: no hay letra sin lalengua4.

Pero la referencia clave que nos trae el autor lo encontramos en la Conferencia de Ginebra, donde Lacan declara: “Yo, me sentiría bastante inclinado a creer que contrariamente a lo que le resulta chocante a mucha gente, fueron más bien las mujeres las que inventaron el lenguaje…Con la serpiente ellas hablan”5.

Pero quisiera terminar con el exordio que nos trae La Sagna, al principio para subrayar que finalmente el psicoanálisis propone a través de la asociación libre una invitación al parloteo es decir a feminizarse, aquello que Lacan intentó toda su vida. En su seminario El momento de concluir dice: “Es una práctica. Es una práctica que durará lo que durará, es una práctica de parloteo. Ningún parloteo está exento de riesgos. De entrada, la palabra parloteo implica algo. Lo que implica está suficientemente dicho por la palabra parloteo. Lo que quiero decir que no hay solo frases, es decir lo que llamamos proposiciones, que implican consecuencias, las palabras también. Parloteo coloca la palabra en el rango de babear o de escupir al hablar. La reduce a la especie de salpicadura que se produce. Ahí está”6.

Podemos decir que el sinthoma nos feminiza y es aquello que anuda al parlêtre a la vida y al goce del cuerpo. Entonces se deduce que para los hablantes solo puede ser sinthomatizada la vida.

Entonces el psicoanálisis es una experiencia para cada sujeto única y singular que nos aproxima a obtener la diferencia absoluta, nos da una identidad especial la del sinthoma, es decir, una marca que no puede ser colectivizada, ni homologada que escapa al discurso de la dominación.

La gran jornada clínica es una llamada a poner en acto la práctica del psicoanálisis y enseñar que Lacan, con sus fórmulas de la sexuación, anticipa lo que se llama “género fluido”.

Y mostrar cómo hay que tomar a las mujeres una por una, caso por caso, ya que escapan a toda definición siempre furtivas, evanescentes, sin esencia, es decir no todas.

 

Bibliografía consultada:

  • Bornay, Erika. Las hijas de Lilith. Ediciones Cátedra, Madrid, 2021.

 

Notas:

  1. La Sagna, Philippe. “Las mujeres, la lalengua y la serpiente, un trio de origen”. Web de la AMP para la gran conversación.
  2. Meillet, Antoine. El esbozo de una historia de la lengua latina. Klincksiek, 2004, p. 273.
  3. Segovia, Tomas. Casa del nómada. Editorial Vuelta, La imaginación, 1992.
  4. Lacan, Jacques. “La Tercera”. Intervenciones y textos 2. Ediciones Manantial, Buenos Aires, 1988, p. 95.
  5. Lacan, Jacques. “Conferencia en Ginebra”. Intervenciones y textos 2, Manantial, Buenos Aires, 1988, p.143.
  6. Lacan, Jacques. Le seminaire, livre 25, Le moment de conclure. Lección del 15 de noviembre de 1977, inédito.