Interpretar la Escuela. Teresa Ferrer (Valencia)

En esta contribución, pretendo interrogar, el texto de J. A. Miller "Teoría de Torino acerca del sujeto de la Escuela", (TDE) sobre ¿cómo sería la interpretación de la Escuela, hoy, a la luz de la TDE, y en concreto ¿desde el “Prefacio de la edición inglesa de los Cuatro conceptos”, l’esp d’un laps? en tanto cambia el modo de la interpretación y desaparece la transferencia.

Del texto de Torino, quiero recoger, algunas cosas que me parecen pertinentes:
Lacan recoge de Freud, de su psicología de las masas, la definición que da de lo colectivo: “una multiplicidad de relaciones individuales, se que se aglutinan en torno al Ideal y las identificaciones”. “Lo individual no es lo subjetivo. Lo individual es un cuerpo, un yo, mientras que el efecto sujeto, lo subjetivo, está articulado al Otro, y lo denominamos lo colectivo o social”.

Y seguirá subrayando J.-A. Miller: “por eso, en el sentido de Lacan, la transferencia no es un fenómeno individual, sino colectivo, de masas, dónde un vasto número de sujetos están sostenido por el mismo SsS, siendo el ldeal el lugar de la enunciación, que puede ser de dos modos distintos: 1) oposición entre "nosotros" y "ellos", que intensifica la alienación subjetiva al Ideal; o 2) enunciar interpretaciones, que disocia al grupo y reenvía a cada miembro a la propia soledad de su relación con el Ideal”.

Lacan elige la interpretación al formar su Escuela en el ‘64, y así se dirige a ella: "solo como siempre he estado, en mi relación con la causa analítica". (Sigue el texto de Torino), indicando que “aún admitida esta práctica, se duda de que la interpretación, pueda fundar una comunidad. “Es la paradoja de la Escuela y su apuesta, hacer posible una comunidad entre sujetos que conocen la naturaleza de los semblantes y cuyo Ideal, es la causa experimentada por cada uno como elección subjetiva propia, alienante, incluso forzada, que implica una pérdida”. “Lo que llama Lacan una Escuela, es una formación colectiva en la cuál, cada miembro sabe... en la medida en que esta analizado, se analiza y conceptualmente ha incorporado lo que enseña un análisis: que se está solo, con el Otro del significante, con el propio fantasma, sólo con el propio goce éxtimo”.

“A diferencia del deseo de Freud, el de Lacan llevado a más allá del complejo de Edipo, no produce una Sociedad analítica, sino una Escuela, sin una excepción única, con una serie de excepciones que forman un conjunto antitotalitario, sin universal, en el que no vale el "para todo x". Es un "no-todo" lógicamente inconsistente, que se presenta bajo la forma de una serie sin ley de formación, regido S de A barrada, cuyo único enunciado capaz de colectivizar la Escuela, es subjetivizarla”.

¿Qué es subjetivizar la Escuela?; (plantea J.-A. Miller): repetir la interpretación de Lacan sin imitarla; cada uno ser miembro en la soledad de su propia relación, interpretación, y por ella hacer de esta comunidad un Sujeto barrado.

La interpretación hace de la Escuela un Sujeto, (es la tesis que presenta el texto, y sigue), razón por la cual Lacan pensaba en AEs capaces de analizarla, e incluso puso en la portada de la revista de su Escuela Scilicet "Tú puedes saber lo que piensa la Escuela freudiana de París" , un sujeto de pensamiento, que piensa a través de sus miembros, espíritu que anima la "Proposición del 9 de octubre del 1967", precisando necesariamente de la democracia directa, para hacer de la Escuela un SsS subjetivizado.

Y de las relaciones con la ley, dirá el texto: En una Escuela todo es de orden analítico, es un axioma, así como lo es también: es una verdad de experiencia. Por ello debe preservar su inconsistencia, su bien más preciado, su agalma, y saber mantenerse invisible al Estado, en tanto este represente el exceso, la maldad del superyó de la ley, del vale para todos, del NP universal. La ley fálica determina lo que Freud llamaba el horror de la feminidad. Por eso hay jueces, para interpretar y humanizar la ley, necesario por lo imposible de reducir el "para todo x", de la relación sexual, a un universal.

Destaco del texto de Torino, la alusión a la intervención de Marco Focchi, que me parece define lo que es la interpretación que uno a uno podemos dar de la Escuela, cuándo evoca: “el modo singular que cada uno tiene de responder a la inexistencia de la relación sexual; y se añade: "conocemos bien, los tiempos de espera, aceleraciones, sorpresas, demoras, relámpagos imprevistos que intervienen cuando, seguimos las huellas de esta singularidad".

Hasta aquí, lo que quería resaltar del Texto de Torino. Parecería que el texto plantee que es desde lo singular que se interpreta la Escuela. Pienso no es así, en tanto “cada uno miembro de lo colectivo” tiene un pie en el Otro, y lo singular no. Desde el no-todo, cabría pensar, en una interpretación planteada desde lo particular: “algunos que sienten su soledad etc.…”, pero creo que el reto de Lacan es llevarla a la singularidad, a pesar de que: “la singularidad produzca un abismo insostenible, que es lo que hay detrás del refugiarse en lo particular del diagnóstico y la comunidad”, como dirá J.-A. Miller en la sesión del 17 de diciembre de su Curso “Cosas de finura en psicoanálisis”.

Lo singular insostenible, hace refugiarnos en lo particular, "el para algunos x". ¿Cómo hacer pues, una interpretación propia y personal de la Escuela, desde el abismo de lo singular? Dar algunas anotaciones al respecto es mi apuesta, para lo que tomo cómo eje central, el cambio conceptual de la transferencia e interpretación en la TDE, y la reflexión del Curso de J.-A. Miller de este año.

Reflexiones que giran en torno a: “en un análisis que transcurre, se produce un desplazamiento del eje, del saber al goce, que Lacan presenta como un nudo, sin nada que hacer con la estructura del lenguaje. A la luz de la DE y TDE, ya no se intenta más dominar el goce, pero, -continúa J.-A. Miller-, sí tratamos de articularlo bajo las especies inéditas del sinthome, si ponemos el goce en el lugar de mando, si le damos la primacía, incluso sobre el significante..., entonces, obtenemos lo que no está explicito en Lacan, y fui conducido a formalizar: una escisión del sentido del inconsciente, entre inconsciente real e inconsciente transferencial” . Orientación, dirá, “que ha deducido del último escrito de Lacan, su prefacio al Seminario XI sobre l’esp d’un laps , donde esto figura: El inconsciente, si es lo que yo digo, entre paréntesis, el inconsciente real. Decir que el inconsciente es real, es ponerlo del lado del goce, lo que nos lleva a pensar que el inconsciente transferencial, es una defensa ante el goce que es real”.

Pero hay que tener en cuenta, que el goce del que se trata en la TDE, no es el goce pensado en exceso del plus de gozar , sino el de un funcionamiento que incluye el exceso, que lo vuelve rutina, y eso es lo que Lacan llama sinthome (no sin eco con el texto de Freud del 1919 "Más allá del principio del placer", en el que se da cuenta del impasse de la homeostasis).

Así pues se presentan tres términos: el sinthome , el ics-trans; el ics-real, y del ics-real, que también del sinthome dirá J.-A. Miller apoyándose en la TDE: el inconsciente real, es no se deja interpretar, y sigue, citando l’esp d’un laps: el inconsciente está definido como el lugar donde la interpretación no tiene ya ningún alcance . El inconsciente real, atañe al goce opaco al sentido, y podemos, por ficción, emprender la tarea de hacerlo charlatán.

¿Podría pensarse la interpretación de la Escuela a la luz de este hacerlo charlatán, cómo modo de soportar el abismo que supone lo singular? Mi idea es que haciendo uso, de lo particular, hay una apuesta por dar su lugar a lo singular, de los casos, y de los analistas que pueblan la Escuela.

Para terminar un breve comentario respecto a la transferencia, otro de los pilares de lo colectivo, a subjetivar, para lo cuál sigo retomado algunas ideas de las clases citadas del Curso de este año de J.-A. Miller, (sesiones 6, 7 y 8), dónde se interroga ¿qué es un analista, un análisis y el pase en la perspectiva del sinthome?, a la vista del escrito l'esp d'un laps.

Algunos apuntes sobre esto: “desde el grosor de la teorización del pase, en la enseñanza de Lacan, hasta el final en la TDE, hay un cambio respecto al SsS, la transferencia. Del analizante, que terminaba su análisis, siendo un sabio de la falta y del plus de gozar que viene a obturarla llenando el lugar vacío del SsS, Lacan nos trae al final de su enseñanza, dentro de la reflexión del sinthome, es decir de enfrentarse sin mediación al estatuto del goce, a un pasante no puede testimoniar mas que de una verdad mentirosa”.

“La transferencia no aparece en el texto l’esp d’un laps , (sigue diciendo J.-A.M.) ¡en su lugar esta la urgencia!”. Cabe pensar que la urgencia, no es la prisa, el deseo tiene prisa, la urgencia es de satisfacción. La urgencia no es la transferencia, la urgencia escapa a la “atención”, en tanto las producciones del inconsciente la burlan, y desbaratan la “asociación libre”, superyó, que instala un análisis. La atención presente en las primeras reflexiones freudianas, en el Entwurf, al que podemos sumar al l’esp d’un laps, en su dicho: “desde el momento en que se presta atención, se sale del inconsciente real”.

“Un psicoanálisis es sin duda una experiencia que consiste en construir una ficción, la introducción del SsS encuentra ahí su sentido. Pero al mismo tiempo, luego, un psicoanálisis a término es una experiencia de deshacer esta ficción. Es decir que el psicoanálisis, no es el triunfo de la ficción”.

“Entonces, ¿quién sería analista, a la luz de la TDE? Alguien para quien su análisis le hubiera permitido demostrar la imposibilidad de la hystorización , y dar testimonio de la verdad mentirosa, cerniendo el salto entre verdad y real. No ocuparía el lugar del objeto a, del que se desprende el analizante, como objeto de desecho, y como Lacan formula en el sinthome: “El analista es un sinthome”, soportado por el sin sentido, representando el acontecimiento de cuerpo y semblante del traumatismo”.

Y sigo citando a J.-A. Miller (21 de enero): “el criterio del pase, en TDE, define al pasante, como: ‘sin parecido’. Es lo que Lacan recuerda: sólo se designa como analista sujetos que no tiene predicado común, es decir que no puede reunirlos ninguna semejanza. No es más el pase del sujeto del saber, es el pase del parlêtre. Y el pase del parlêtre, no es el testimonio de un éxito, es el testimonio de un cierto modo de fracaso”.

Interpretar la Escuela, para hacerla sujeto, los parlêtres que la habitan, ¿Sería desde la soledad de un cierto modo incomparable, de fracaso?, dejando el SsS, del lado del Otro que no existe, pues nada tiene que hacer con lo subjetivo ni lo singular. ¿La transferencia, mueve, soporta un análisis, o la Escuela? ¿Se evapora tras la interpretación?, desde la interpretación charlatana: respuesta subjetiva al “no hay relación sexual”, ni con el Ideal.

* Contribución al espacio de la ELP-CV: “Política del psicoanálisis”. Psicoanálisis Puro-Psicoanálisis Aplicado.

Textos consultados: J. A. Miller La Escuela Sujeto. Teoría de Torino, acerca del Sujeto de la Escuela (mayo 2000). Revista El Psicoanálisis; Cursos de J.-A. Miller de Orientación lacaniana III, 11. “Cosas de finura en psicoanálisis”. (Clases del 17- diciembre 2008; 14 y 21 de Enero 2009); J. Lacan: L’esp d’un laps. Prefacio a la Edición inglesa de “Los cuatro conceptos”.