Crónica: La BOLM presenta el libro de Graciel Sobral, “Madres, Anorexia y Feminidad”. Alberto Estévez (Madrid)

La Biblioteca de Orientación Lacaniana de Madrid (BOLM) dentro de su ciclo de actividades, presentó el jueves 24 de Marzo en la sede de la escuela el libro “Madres, anorexia y feminidad” de Graciela Sobral.

El espacio, moderado por Constanza Meyer, tenía como invitadas en la mesa de presentación a Hebe Tizio y Mercedes de Francisco. Constanza introdujo el encuentro destacando, en su recorrido por los distintos capítulos, el artículo sobre la obra de Lewis Carroll, “Alicia en el país de las maravillas”, y el pasaje de niña a mujer, advirtiendo cómo la autora reparaba de manera especial en los sueños, y aprovechando también su introducción para elogiar la ilustración de la portada.

Curiosamente, dicha ilustración reapareció en las primeras palabras de Hebe Tizio, al confesar que un libro es un objeto muy especial para ella, que anuda letra y mirada, y en este encuentro agrega la voz; objeto, además, que en este caso testimonia de un interés sostenido, diez años de trayecto, hay algo, por tanto, que insiste. Si somos elegidos por el tema, el libro es, en primer lugar, la muestra de un efecto de consentimiento, patente en el caso de esta autora, pero además la marca de relieve que ha dejado ese camino.

La madre, que obtura los problemas de la mujer, y el estrago en su magnitud sin límite, representaron buena parte de su intervención, hasta llegar al rechazo como dimensión, desembocando en el rechazo del propio cuerpo, evidenciado en los súper-cuerpos de nuestros días, y bien visible en los casos clínicos que el libro ilustra, que permiten dibujar a la autora de la obra el funcionamiento del cada uno en cada época.

Hebe Tizio apuntó, finalmente, algunas consideraciones sobre la anorexia y la bulimia expuestas en el libro; la fuerza del vacío, y su vertiente “energética”; la lógica de positivización y negativización del objeto; el que come no está solo, … Cuestiones, en suma, que le permitieron terminar con alguna pregunta entre las que cabe destacar lo que nombró “oscuridad” en relación a lo que ocurre con el padre en esta temática.

Constanza dio la palabra entonces a Mercedes de Francisco que comenzó su intervención haciendo referencia a trabajos que con anterioridad, ella y la autora realizaron juntas, e inmediatamente introdujo su sensación de extrañeza por la inclusión en la obra del capítulo sobre “Alicia en el país de las maravillas”, una clave a descifrar, comentó.

Partiendo de que la lógica fálica freudiana no permite responder suficientemente la cuestión que hoy plantea la anorexia, la obra vira hacia el tema del amor en Lacan y la relación al don incluyendo, en un amplio trabajo, la relación a los objetos pulsionales; ésta, revela que la anorexia es un tratamiento de la angustia, por ello cuesta tanto que las anoréxicas lleguen a las consultas.

Para Mercedes, el libro plantea conclusiones que permiten salir de nuestra manera de pensar el tema; desplaza el foco de la relación con el objeto oral a la cuestión de la mirada: cómo se da a ver el sujeto anoréxico y qué busca provocar en el otro.

El texto nos transporta a la última enseñanza de Lacan, el acontecimiento en el cuerpo, el síntoma como un funcionamiento, para poder ver más claramente que esta cuestión no se cierra con la consideración del otro materno: anorexia en su faceta de respuesta como desviación del goce femenino, “pseudogoce” femenino -si puede decirse-, que no pasa por el partenaire.

Mercedes de Francisco acabó su intervención retornando a la inclusión al final del libro del escrito sobre “Alicia…”, entendiéndola ahora como otra manera de pensar el paso de niña a mujer, en la que un hombre aporta una clave sobre lo imposible.

Graciela Sobral, agradeció desde el público los comentarios de las ponentes, y con ello dio paso a un muy participativo debate en el que se retomaron algunas cuestiones planteadas desde las intervenciones de la mesa, pero también se hizo mención de un amplio abanico de otras consideraciones, desde la visión de la anorexia como síntoma que objeta a la biopolítica, a la argumentación de si no estaremos, con el caso de la anoréxica, frente al partenaire por excelencia de nuestra época.