Crónica del testimonio de Pase de Óscar Ventura en Galicia | Eugenia Insua

oscar ventura galicia-postEl sábado 30 de Septiembre experimentamos en A Coruña la satisfacción de escuchar el testimonio del AE, Oscar Ventura.

La sala llena y expectante hizo presente una Escuela interesada en vislumbrar ese paso de analizante a analista, y a lo que produce realmente un análisis, poniendo el dispositivo del Pase en el centro de interés de la comunidad. Iluminando, al tocar los análisis mismos de cada cual, dándoles la perspectiva de un final, así como presentando “una brújula” para los clínicos que se orientan por la práctica del Psicoanálisis.

En el hilo conductor de su relato, apuntalado con relación a la memoria, memoria que es un tema de su elaboración, fue ubicando, recortando momentos lógicos a partir de las interpretaciones que dieron lugar a franqueamientos que reacomodaron al sujeto en la perspectiva de lo real, formalizando como se encarna esa decisión que implica hacerse soporte del discurso analítico.

oscar ventura galicia-auditorioNos transmitió especialmente la resonancia en el cuerpo que las interpretaciones le han producido, también como memoria, apuntando la cuestión de que no representan tanto a un analista en concreto, sino al uso que el analizante hizo del analista como instrumento, como se sirvió de ellas en beneficio de lo que convenía al sujeto de la enunciación, y a los impasses que le permitían franquear. A pesar de haber habido cuatro análisis, considera, que hay un solo análisis, el del analizante que uno es.

Nos mostró de diversas maneras como su apuesta por hacer surgir del silencio otra cosa, que no estuviera atravesada por una constante enunciación trágica de la existencia, orientó su posición analizante, cuestión que en la conversación se precisó un poco más, se trataba de la negación del objeto voz lo que le llevaba a la búsqueda del silencio, era el empuje de la pulsión de muerte donde la voz estuviese silenciada: “Habrá un ruido que soportar”.

En el transcurso de su tiempo de análisis, la insistencia de un rasgo melancólico empujaba al argumento de un destino mortal, la satisfacción siempre impedida por la fijeza del fantasma, que se construye muy pronto, amparada en las coordenadas de un relato de su gestación.

Nos enseña como el eco del fragmento de una frase recortada, se le impone, toca al cuerpo, perturbando la lógica de la separación: “estar solo, desaparecer”. Que se materializa bajo el fondo de hacer fallida la separación del Otro.

Una secuencia del análisis producirá un franqueamiento sin retorno. Escucha del lado del analista una pregunta “¿Oyó lo que dijo?” La declinación de su voz arrancó una coma de cuajo, la coma es la puntuación privilegiada de la organización gramatical. Le devolvió su enunciado sin la coma. Dio un vuelco, un giro radical, dejándolo a merced de su propia relación con lalengua. Se le hizo patente la solución en el análisis de ese goce mortificante, ese pathos de la tristeza. Al tocar la identificación al objeto, se deflacciona el destino trágico. Momento de captación radical de la inexistencia del Otro.

Pudimos escuchar ese momento de pasaje de analizante a analista y sus consecuencias en la práctica. Se le hizo patente ese singular funcionamiento de la memoria y la lectura, como luego se retomó en la conversación. En la lectura de historias trágicas, el sujeto leía identificado a los rasgos de goce de los personajes.

Una serie de sueños elaboran la separación definitiva del analista, y una nueva relación al superyó, un pacto. La tenacidad del rasgo melancólico era el refugio preferido del superyó. Al establecer una relación de amor con lo que se hace, lo que se hace se va declinando más bien, del lado de una elección, que de un deber que se impone. Ese nuevo amor va desplazando al superyó que abre un agujero, y al instalarse ahí, los efectos no son transitorios.

Su exposición siguió de una animada conversación, se habló de la escritura, y su relación a lo real; de lo que ata al analista a estar ahí cada día, afirmando que tiene que ver con la satisfacción que produce el vaciamiento que se produce en el conjunto. ¿Desde dónde se interpreta? si es desde el fantasma, se contamina la escucha, uno podría interpretar en su caso “el paciente me dejó solo”. O se interpreta desde el cálculo del acto, pero hasta que uno lo experimenta en el cuerpo, no se sabe lo que es estar en el lugar del objeto. El control de los casos, sin urgencia, también orientará el lugar desde el cual uno interpreta Se conversó alrededor de ese concepto “Caer de las identificaciones” si bien hay efectos que van y vienen, hay efectos irreversibles.

La enunciación de Óscar hizo pasar al público su resolución, su depuración, puso en acto la presencia del deseo del analista.