EL ENCUENTRO MÁS VALIOSO. Acto de Inauguración del CPCT de Málaga. Por Manuel Fernández Blanco (A Coruña).

EL ENCUENTRO MÁS VALIOSO

Quiero comenzar mi intervención rindiendo un homenaje a nuestro querido colega y amigo José Antonio Naranjo Mariscal. Él fue uno de los artífices de la política de creación de Centros de Psicoanálisis Aplicado, gratuitos, por iniciativa de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis y de la Fundación para la Clínica Psicoanalítica de Orientación Lacaniana. Él hizo entender el sentido de esta empresa a muchos, entre ellos a José Andrés Torres Mora que hoy nos acompaña, como lo hará en el homenaje que se le dispensará a José Antonio, en el marco de las V Jornadas Nacionales de la ELP que se celebrarán los próximos 11 y 12 de noviembre en el Palacio de Congresos de Málaga. Sé que José Antonio y José Andrés conectaron enseguida, a partir del mismo momento en que se conocieron. Conectaron por el saber pero, más allá de la valía intelectual de ambos, los dos compartían otro rasgo: la generosidad. La ELP y la FCPOL le deben mucho al interés que José Andrés se tomó en muchos de nuestros proyectos, ahora sostenidos gracias a un Convenio de Colaboración con el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, por medio de la Secretaria de Estado de Servicios Sociales, Familias y Discapacidad.

El CPCT de Málaga, que hoy inauguramos, era el sueño de José Antonio Naranjo. Su inesperada y terrible pérdida, el pasado 3 de marzo, no podía suponer, de ningún modo, el fin del proyecto. En este sentido, queremos agradecer especialmente a Hilario Cid que asumiera la dirección del CPCT de Málaga a pedido del Consejo de la ELP y de Mercedes, la mujer de José Antonio. Hilario, junto al equipo directivo, formado por Ricardo Acevedo, Blanca Fernández, Manuel Montalbán y Rodolfo Pujol, y al conjunto del equipo asistencial, han hecho realidad el CPCT de Málaga, ubicado en el magnífico local que José Antonio le había buscado.

¿Por qué esta iniciativa de creación de Centros Psicoanalíticos de Consultas y Tratamiento, por parte de la Escuela y de la Fundación? El presente año 2006, se celebra el 150 aniversario del nacimiento de Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis. Recordemos sus palabras cuando, ya en 1918, decía: “Supongamos ahora que una organización cualquiera nos permita aumentar de tal modo nuestro número que seamos ya bastantes para tratar grandes masas de enfermos... Se nos planteará entonces la labor de adaptar nuestra técnica a las nuevas condiciones... Asimismo, en la aplicación popular de nuestros métodos, habremos de mezclar quizá el oro puro del análisis al cobre... Pero, cualesquiera que sean la estructura y composición de esta psicoterapia para el pueblo, sus elementos más importantes y eficaces continuarán siendo, desde luego, los tomados del psicoanálisis propiamente dicho, riguroso y libre de toda tendencia” (1).

Siguiendo a Jacques-Alain Miller, cuando formula que “...se puede hacer que el encuentro con el psicoanalista no tenga precio para un sujeto, incluso si es un caso de psicoanálisis imposible” (2). Si “no hay contraindicaciones al encuentro con el psicoanalista” (3), se trata de asumir la responsabilidad que los psicoanalistas tenemos, la responsabilidad como psicoanalistas ciudadanos. Debemos evitar recluirnos en el posible confort de nuestras consultas para ofrecer, en la ciudad, una respuesta propia al malestar de los sujetos contemporáneos. Debemos ofrecer nuestra clínica, así como también nuestra interpretación de los síntomas de la civilización. Por eso, el psicoanalista lacaniano es un psicoanalista disponible. Está tan disponible que hace algo muy raro en la sociedad contemporánea: acepta trabajar gratis. Acepta proyectarse más allá de su consulta privada para, por su acto, sostener en la ciudad el derecho al psicoanálisis.

Asumí la presidencia de la ELP postulando, como uno de los pilares básicos de nuestra acción, el desarrollo de la política de creación de Centros de Psicoanálisis Aplicado. El Consejo de la Escuela ha apoyado decididamente esta política. Los CPCT son una invención poética, si por tal se entiende la creación que necesitábamos. Lo mismo que el psicoanálisis hace existir la libertad presuponiéndola, los CPCT hacen existir el efecto de la palabra, ofertando la escucha. Basta que un sujeto, el más desorientado, el más angustiado, el que llega con la mayor urgencia porque algo le resulta necesario de decir, el que está al borde de un acto de consecuencias lamentables, basta que cualquiera de estos sujetos entre en un Centro, para que la palabra y la escucha hayan ganado una batalla. La utilidad social de la escucha, utilizando la expresión de Jacques-Alain Miller, es más necesaria y actual que nunca en nuestra sociedad, donde el déficit de palabra va de la mano del exceso de parloteo. Esto hace que nos enfrentemos cada vez más a una clínica de los desórdenes pulsionales, a las patologías del acto, y a las patologías del sujeto-objeto, de la objetalización del sujeto. A esto contribuye la respuesta técnica al sufrimiento psíquico mediante protocolos estandarizados que borran la particularidad, la dimensión individual del síntoma, y condenan a la cronificación.

Por este motivo, promovemos la creación de centros, gratuitos, de Psicoanálisis Aplicado. Queremos hacer posible el encuentro con un psicoanalista para todos aquellos que puedan beneficiarse de esta posibilidad, sin que la dificultad económica, o de otro tipo, para hacer un tratamiento a nivel privado, suponga un obstáculo para nadie. Esta iniciativa supone defender, en acto, el psicoanálisis como un derecho ciudadano, como una alternativa frente al sufrimiento más intimo de cada uno. Consideramos que el encuentro con un psicoanalista es algo demasiado valioso, como para que sólo sea posible para algunos. Sabemos de la eficacia terapéutica de nuestras intervenciones, y de la rapidez de las mismas, incluso en aquellos casos donde llevar un psicoanálisis hasta su final lógico sería imposible. El psicoanálisis no da una respuesta estándar frente al sufrimiento psíquico, ni se orienta en su práctica por ningún ideal de adaptación preestablecido. Esto permite al paciente hacer la experiencia del inconsciente y encontrar la lógica de sus decisiones y de su posición en la vida. Es el modo de perturbar la repetición y posibilitar una apertura al deseo.

Asistimos cada vez más a la tiranía de la pulsión de muerte bajo formas acordes a nuestro tiempo: depresión, drogadicciones, anorexias, bulimias, y todas las formas en las que se sintomatiza el vínculo social: violencia, rupturas súbitas del lazo de pareja, y familias desestructuradas. Añádase a este cuadro la nueva clínica infanto-juvenil dominada por el déficit de la palabra que condena a la hiperactividad y al acceso cada vez más masivo y precoz al consumo de drogas y alcohol. Los jóvenes dispondrán, en nuestros centros, de una unidad clínica específica.

Decía ante la Secretaria de Estado, Dña. Amparo Valcarce, en la clausura de las Jornadas sobre la utilidad pública del Psicoanálisis celebradas en Barcelona en el mes de noviembre del año pasado, que es mucho lo que un psicoanalista puede hacer por una vida humana, y eso sin apenas generar gastos, porque en un mundo tan tecnificado como el nuestro, la palabra del sujeto y la escucha del analista resultan tan antiguos como eficientes porque no hay fármaco que resuelva el desamor, la tristeza, la desorientación de los sujetos actuales, la violencia de género, así como la orfandad de los sujetos con padres. Por eso decimos que es hora de que se sepa que no son necesarios grandes medios para sostener equipos de psicoanalistas trabajando para aportar su ayuda y hacer algo más digna la vida de algunos sujetos.

Este es nuestro empeño, por eso quiero terminar esta intervención manifestando, como presidente de la ELP y en nombre del Consejo de la Escuela, mi alegría porque el CPCT de Málaga sea ya una realidad. Mi alegría porque la generosidad de todos los colegas, de la Sede de Málaga, haya permitido que el CPCT esté ya en funcionamiento. Estoy seguro que la experiencia del CPCT, será beneficiosa para todos. Por supuesto para los pacientes, pero también para todos los que participáis en ella. Tendréis la oportunidad de pulsar, en tiempo real, las transformaciones de la clínica contemporánea y de ser la vanguardia de la clínica que viene, de la clínica de mañana, de la clínica que transformará la clínica. En nombre de la ELP, os doy las gracias y os deseo un buen trabajo.

Notas

1. S. Freud, “Los caminos de la terapia psicoanalítica”, en Obras Completas. Bibilioteca Nueva, Madrid, Tomo VII, pp. 2461-62.
2. J.-A. Miller, “Les contre-indications au traitement psychanalytique”, en Mental 5, 1998, p. 16.
3. Ibid.
(De izda. a dcha.: Jose Andrés Torres Mora, Manuel Fernández Blanco y Mercedes González Castillo, viuda de Jose Antonio Naranjo, en la cena posterior al Acto de Inauguración del CPCT de Málaga el pasado día 6 de octubre)