CIUDAD VERSUS GLOBALIZACIÓN. Por Pasqual Mollá, (Valencia)

(Como venimos publicando la Tertulia lacaniana de Valencia, "El Inconsciente es la Política" se ha celebrado. UN EXITO. Alrededor de 100 participantes. Políticos como: Joan Ribo (portavoz del grupo parlamentario de eupv), Josep Bor (diputado provincial), Dolors Perez (diputada del grupo parlamentario), Mª Jose Mendoza (diputada del grupo parlamentario socialista), Andres Perello (portavoz adjunto del grupo parlamentario socialista), Isaura Navarro (secretaria cuarta de la mesa del Congreso de los diputados, Vicen Moreno (Alcalde socialista, y presidente del FONS de solidaridad) Iván Castañon (consejero por Ezquerra Unida en el Instituto Valenciano de Estadística), Presentación Urán (responsable del área de la mujer de Izquierda Unida federal), Salvador García de la Mota (asesor del grupo de ezquerra unida en la federación valenciana de municipios y provincias), Mónica Oltra (miembro de la permanente de ezquerra unida, y abogada de la coalición), Ester Tarín (personal de confianza del grupo parlamentario de esquerra unida en las Cortes Valencianas). Militantes del Partido Socialista y de Izquierda Unida, muchos, y lo sorprendente, muchos jóvenes, de la facultad de Ciencias Políticas, y del Polítecnico, Sociología, Derecho. Muchos jóvenes, fue el dato más llamativo. Informa: Teresa Ferrer, de la Biblioteca del Campo Freudiano de Valencia.(Publicamos, pues, en este POST por su interés, una de las intervenciones, la de PASQUAL MOLLÁ, Responsable de Política Institucional de E.U.-P.V).
Ciudad versus globalización.
La primera cosa que quiero es agradecer a la Biblioteca del Campo Freudiano de Valencia y especialmente a Teresa Ferrer y Sara Tarín la oportunidad de participar en este acto y en el coloquio que podamos establecer conjuntamente.
La verdad es que cuando me propusieron participar en esta tertulia me comprometí a ello de manera casi rutinaria, acostumbrado a participar en mesas redondas y otros actos públicos en los que se expresa una opinión sobre temas diversos, y al adentrarme en el tema desde el contexto en que se plantea –el psicoanálisis- he pasado por momentos de dificultad que, en cualquier caso, me han servido para una doble reflexión que creo que viene al caso: la trivialización habitual del discurso político, profesionalizado y quasi mecánico y la conveniencia de actualización, sin apriorismos, que todo pensamiento articulado hacia la practica, como es la política, tiene.
La idea del epígrafe que me corresponde “ciudad versus globalización” se inserta en una dinámica de cambio de paradigma en el mundo que condiciona el conjunto de relaciones humanas así como a cada persona individualmente y a su equilibrio social y emocional y, por ende, a la política como aportación de respuestas a las problemáticas de cada momento.
La ciudad, entendida como elemento suficiente para el desarrollo humano, como el lugar concreto de ejercicio de la ciudadanía y productor de la seguridad personal y social que provoca una dimensión accesible y como lugar de concreción de la política con un modelo definido se ha acabado. Sus perfiles y sus limites, y con ellos sus modelos y seguridades, se han difuminado o se han evaporado con la globalización.
En citas de Miller, que comparto, (Intuiciones Milanesas) “La ciudad homogénea ya no existe, incluso el propio estado nación ha sido conmovido, cuestionado, se debilita y en el lugar de la ciudad y el Estado cada dia ponemos mas el concepto de Globalización que se muestra mas operativo que el de ciudad”. “Frente a la deslocalización de la ciudad, la globalización nombra un espacio social en el que ya nada estaría en su lugar de antes, es mas, la misma noción de lugar es la que se sustrae, en lo que se llama una pérdida de puntos de referencia, y cuando nada esta en su lugar, es la propia falta la que tiende a convertirse en obsoleta. Y si la globalización fuera el nombre de lo que hace a la falta obsoleta?". (Jacques Alain Miller).
Este planteamiento entronca, a mi parecer, con algo que en la política y en la izquierda sentimos desde hace y algún tiempo: la falta de un modelo acabado, la falta de una alternativa completa. Y no es el modelo el que esta obsoleto, es su necesidad la que es ya de otro tiempo, aunque cueste horrores aceptarlo entre la actual generación política.
“Pensemos que para que haya falta, para que se transgreda, es preciso que exista lo prohibido, y la prohibición supone barreras, limites que permitan configurar un todo, más allá del cual se esta fuera. Esta estructura es la que ha desaparecido en los tiempos de hoy. Y esta estructura es la que vemos caer con el régimen del padre y su ley, pues la sociedad en la época de la globalización ha dejado de vivir bajo el reino del padre”. (Jacques Alain Miller)
Cómo es la política en la época de la globalización, cómo funciona en la sociedad del no-todo, de lo ilimitado, del fraccionamiento de la verdad, del ocaso del líder, de la derecha como suma parcial del conservadurismo laico y la preocupación social mística, o al revés, de la rigidez en el discurso y la flexibilidad en la práctica, o al revés, y de la izquierda como amalgama de la diversidad de la redención social, de la revolución ecológica, de la transformación feminizante, de la multiculturalidad integradora,…¿Cómo funciona la política en la época en la que ya no hay Miterrands?
Y cómo se abre paso la política en la época de la globalización sin que triunfe la “llamada a la autoridad, el retorno al orden, una llamada desesperada al significante amo, que está herido de muerte y en curso de abolición, pues el funcionamiento del no-todo exacerba la nostalgia del significante amo”. (Jacques Alain Miller).
La política habrá de combinar la pluralidad de respuestas con la proximidad a las personas, a las sociedades, a las que quieren representar. Se habrá de encontrar las formulas, cambiantes y coyunturales, para establecer vínculos de proximidad y de participación, evitando la profesionalización y tecnificación de la política, que no de sus aplicaciones en los campos que corresponda. La creación de nuevos vínculos de confianza se basaran el la plurarización de las respuestas según las situaciones y en el acierto en la captación de las demandas que realiza la ciudadanía desde su diversidad y personalidad especifica.
Y, probablemente, sustituyendo la verdad por la ética; por la ética de las consecuencias no por la “políticamente correcta” y artificial ética de las intenciones.

Pasqual Mollà (Valencia)