Veladas clínicas: Hacia el XI Congreso de la AMP "Las psicosis ordinarias y las otras bajo transferencia" | Paloma Blanco y Manuel Montalbán

XI Congreso AMP-02Tras el paréntesis de la Semana Santa se inician en la Sede de Málaga, Comunidad de Andalucía-ELP, las veladas clínicas preparatorias del IX Congreso de la AMP “Las psicosis ordinarias y las otras bajo transferencia”. Se trata de una actividad dirigida a miembros y socios de la sede de Málaga y de la Comunidad de Andalucía de la ELP, así como a amigos del psicoanálisis con práctica clínica y formación continuada en actividades del Campo Freudiano.

Presentación: La hipótesis de la psicosis ordinaria

A partir de los temas que orientaron los tres últimos congresos de la AMP y lo elaborado en ellos es posible hacer una revisión de la concepción de la subjetividad contemporánea, lo que implica una nueva lectura de los conceptos de neurosis y psicosis. De algún modo, los tres congresos son el umbral de esta revisión que se orienta en la oportunidad de ligar la clínica del sujeto con la clínica de la civilización. La psicosis ordinaria es la psicosis de la época el "todos locos" de Lacan. Esto tiene varias lecturas. Cierto es que la civilización es un producto del sujeto, pero también al contrario, el surgimiento del sujeto está anudado a la época. Pensamos que es en esta lógica en la que tiene su justificación la elección para el próximo congreso de un tema clínico como es el tema de la psicosis ordinarias. Esta nomenclatura es propuesta por J.-A. Miller como una hipótesis de trabajo, no como un concepto ya constituido en su definición, lo que puede interrogarnos: ¿Definiremos mejor a partir del próximo congreso la psicosis ordinaria? ¿Se trata más de una categoría epistémica que objetiva?

Clínica de la discontinuidad-continuidad

La clínica freudiana con su clasificación según las tres grandes estructuras, y la clínica lacaniana regida por la metáfora paterna, son clínicas de la discontinuidad ordenadas por el Nombre del Padre. La clínica de la continuidad que esclarece la clínica borromea alumbra la estructura única e irrepetible de la invención singular de cada sujeto para anudar cuerpo, vida y palabra. ¿Qué relación de unión-disyunción podríamos considerar entre el pasaje de la metáfora al nudo? ¿De qué modo tomarlas en términos no excluyentes para hacer de ellas herramientas útiles que permitan orientarnos en la clínica contemporánea del parlêtre?

En la enseñanza de Lacan la perspectiva estructuralista sigue las huellas del surco abierto por Freud donde el Edipo es lo que anuda los tres registros. La Metáfora Paterna da consistencia al Otro y la forclusión del Nombre del Padre abre un agujero en lo simbólico que el delirio intenta reparar. Esta tesis concibe la psicosis a partir de una falta de neurosis. El viraje hacia una nueva formulación es producto de la introducción del significante de la falta en el Otro, S(A/). No se trata entonces de un agujero en lo simbólico solo para algunos, como ocurre en el caso de la forclusión del Nombre del Padre, sino de una ausencia en el Inconsciente de un significante para el goce femenino que atañe a todos los seres hablantes.

Desde esta perspectiva el psicoanálisis pasa a ordenarse por la lengua y sus efectos de goce y no por las leyes del lenguaje. Esta nueva ordenación hace de los tres registros disjuntos y equivalentes sin prevalencia de uno sobre otro. El asunto crucial es que se mantengan anudados.

A partir del Seminario 20 Lacan no habla más de neurosis sino de síntoma edípico, de manera tal que la neurosis pierde el privilegio de representar el mejor ordenamiento posible de la subjetividad, constituyéndose en un modo de anudamiento más. Aunque la nomenclatura del Nombre del Padre se conserva hasta el final de su enseñanza, es vaciada de la significación edípica y empleada para designar aquello que anuda los tres registros como cuarto redondel, de ahí su conjugación en plural. Lo que mantiene en común con el Edipo es la función de nominación. Pero también podemos plantearnos que no tiene por qué tratarse de un síntoma edípico, es la hipótesis que Lacan trae respecto a Joyce, del que no habla en términos de psicosis sino de sinthome: Joyce, el sinthome.

La clínica borromea permite indagar sobre el invento singular de cada parlêtre para hacer consistir el nudo, no a partir del padre y la elucubración de saber que es el inconsciente, sino a partir de un saber hacer con el propio enredo de goce. ¿Qué consecuencias extraer para la clínica de las neurosis, las psicosis ordinarias y las otras? La hipótesis de trabajo que representa el sintagma "psicosis ordinarias" es asimismo una apuesta política y ética porque dicha propuesta implica también una toma de posición frente a los avatares de la clínica de la subjetividad contemporánea. Se trata de un término que parte de la concepción del Nombre del Padre como una solución entre otras para arreglárselas con el goce y que contempla también los efectos de la decadencia del discurso del amo antiguo y la primacía de la mutación de dicho discurso que es el discurso capitalista. La clínica de hoy da cuenta cada vez con más nitidez de que cada sujeto precisa de una invención singular para arreglárselas con el lenguaje, el cuerpo y el Otro sexo para la que las herramientas que el Nombre del Padre como S1 puede brindar no bastan, nunca bastaron, no hay un saber sobre esto preestablecido de antemano. Lacan no fundó su escuela en torno a un S1 ni al par S1-S2, haciendo del saber un amo. Lacan fundó su escuela en torno a un agujero, el que produce el no saber hacer la proporción del goce entre los sexos por la ausencia de un significante que nombre el goce femenino como tal. El corazón de la escuela es el Otro tachado y su producción epistémica da cuenta de la sutura imposible de ese agujero: S(A/).

Apuesta por la clínica: metodología

En el espacio propuesto indagaremos esta orientación, dejándonos conducir por la hipótesis de las psicosis ordinarias y la posición epistémica que ella implica sin convertirla en un concepto cerrado. Desde esta perspectiva queremos dejarnos interrogar por la clínica y escuchar a las estructuras clínicas clásicas: neurosis, psicosis, perversión. A partir de trabajar juntos las viñetas clínicas que se presentarán podremos avanzar en algunas respuestas parciales a los impasses y soluciones subjetivas que encontramos en los casos, también a lo "raro", peculiar y, en definitiva, absolutamente diferente de cada caso en su uno por uno.

Las veladas clínicas son nuestra pequeña aportación para preparar el próximo Congreso de la AMP a través del interrogante clínico, prescindiendo del uso de la episteme como un saber a priori. Tomaremos la perspectiva de esta conjetura propuesta por J.-A. Miller para intentar escuchar la clínica de la subjetividad desde claves, en parte nuevas, orientadas por las nuevas perspectivas que abre la enseñanza de Lacan a partir del seminario 20 y que orientan una clínica de la continuidad.