Permutación y Escuela

* Texto presentado en el Espacio Central de la sede de Valencia -Comunidad Valenciana de la ELP-, el miércoles 11 de mayo de 2022.

 

Las Jornadas de la ELP de 2019, "La discordia entre los sexos", que se realizaron en Valencia, fueron la ocasión de mi primer encuentro con los miembros de la Escuela de la sede de Valencia. In situ, pude sentir en el cuerpo, el entusiasmo y el trabajo decidido de sus miembros, a la vez que una cálida y alegre hospitalidad.

“Lalengua y el cuerpo de la letra”, fue el título de la intervención de Bartolomé Ferrando en dichas Jornadas; el impacto del goce de lalengua hecho arte a través de su poesía sonora. Creo que me orientará para pensar acerca del tema que nos convoca, en tanto hace la contra a la rutina del sentido.

Tomaré también una anécdota de Lacan de La Proposición del 9 de octubre de 1967 sobre el psicoanalista de la Escuela, de un comentario de un analista que se encontró en su último viaje a Estados Unidos. Cito: "La razón por la cual nunca atacaré las formas instituidas es que ellas me aseguran sin problemas una rutina que me es cómoda”1. En esto no se puede caer, escribe Lacan.

Entonces, bienvenidos al banquete. Hay una enfermedad en la ELP. ¿De qué padece? ¿De qué padecemos? ¿Es posible pensar una Escuela sana más allá del discurso del amo que identifica la salud con el silencio de los órganos, como decía el cirujano René Leriche en 19382, o tal vez con la producción incesante de gadgets para intentar taponar los agujeros pulsionales, o con una rutina del sentido sostenida en una jerarquización burocrática? La Escuela de Lacan, según nos orienta Miller en la Teoría de Turín, es un sujeto. A la Escuela no la contemplamos, la interpretamos, y la subjetivamos. "La Escuela...debe ser subjetivada por una comunidad que sólo puede constituirse en el movimiento mismo de esta subjetivación"3

La Escuela es inconsistente y debe preservar su inconsistencia como "su bien más preciado"4. ¿Inconsistencia es igual a enfermedad?

Así pues, ¿Permutación y Escuela? ¿O permutación en la Escuela? ¿Tres cargos en la Junta Directiva? ¿Cuatro? ¿Se trata de una cuestión de números? ¿De burocracia? ¿A qué apuntaría ese cuatro menos uno o ese tres más uno? ¿Qué Uno es? Por un lado, se me ocurre pensar en el Ser y el Uno, el Uno solo, como decía Lacan: "sólo como siempre he estado en mi relación con la causa analítica". Sólo, pero no el único.

Algunas cuestiones en relación a los jóvenes. No es algo nuevo. ¿Se puede establecer una dupla entre la enfermedad de la ELP y los pocos jóvenes que se acercan a la Escuela? Tomaré una pregunta formulada por Yves Depelsenaire en una carta que dirige a Jacques Miller, publicada en el Journal de Journées en 2010: "¿Se trataría de abrir las puertas de la Escuela a batallones de “menos de X años” para reanimarla?"5.

No parece tampoco tratarse de cantidad, en palabras de Lacan: "No necesito una lista numerosa, sino trabajadores decididos, como ya lo soy yo de aquí en adelante"6. "No necesito mucha gente. Y hay gente que no necesito"7.

En general, si son pocos los jóvenes que se acercan a la Escuela para solicitar la entrada, entonces, me pregunto ¿en qué la Escuela se acerca a ellos?

"No todo el mundo quiere hacerse miembro de la Escuela…Le pido que sea miembro de la Escuela"8, eran las palabras de Lacan en su diálogo con Susanne Hommel, citadas en la carta de Miller en respuesta a la carta de Yves Depelsenaire. Y Miller agrega, en dicha carta, algo interesante en esta relación que se nombra como el "jovenismo" y la "gerontocracia analítica". Lo cito: "Tenemos más que temer de aquellos cuya ambición se limitara a llegar a ser miembros. No se trata de reconocer, ni recompensar a los meritorios, ni servir de asilo a viejos servidores, ni para dar el gusto a sus simpatizantes; por el contrario, la Escuela, si quiere ser algo distinto a una ficción, si deseamos que exista debe dar prueba de algún egoísmo institucional: ¿qué se puede hacer por ella? ¿qué se le puede aportar, qué saber, qué energía, qué promesas?”9.

Y en relación a los cargos, tomo una pregunta formulada por Miller: “¿Cómo un psicoanalista que no puede orientarse en la sociedad en la que vive y trabaja, en los debates que la convulsionan, estaría preparado para tomar a su cargo los destinos de la institución analítica?”10.

En Función y Campo de la Palabra y del Lenguaje, Lacan escribe: "mejor pues que renuncie quien no pueda unir a su horizonte la subjetividad de su época...Que conozca bien la espiral a la que su época lo arrastra en la obra continuada de Babel, y que sepa su función de intérprete... no en la discordia entre los sexos, pero en la discordia de los lenguajes"11.

Tal vez podríamos tomar la cuestión de la trinchera, significante actual en estos tiempos, como articulador entre la poca renovación de los cargos directivos, y la poca entrada de jóvenes y no tan jóvenes a la Escuela.

Hacer demostración en acto de nuestra posición como psicoanalistas, no sólo en la cura sino también en la ciudad.

 

Notas:

  1. Lacan, Jacques. “Proposición del 9 de octubre de 1967”. Otros escritos. Paidós, Buenos Aires, 2012, p. 277.
  2. Francesc-Roca. Presentación “Estamos todos locos”, ELP-Comunidad Valenciana, 2015.
  3. Miller, Jacques-Alain. “Teoría de Turín acerca del sujeto de la Escuela”, Asociación Mundial de Psicoanálisis, 2000.
  4. Ibid.
  5. Depelsenaire, Yves. “Carta dirigida a Jacques –Miller”, AMP Blog: El Debate de la ELP, JJ Nº 78, 2010
  6. Lacan, Jacques. “Acto de fundación”. Otros Escritos. Ed. Paidós, Buenos Aires, 2021, p. 251.
  7. Lacan, Jacques. “Carta de disolución”. Otros escritos. Ed. Paidós, Buenos Aires, p. 338.
  8. Miller, Jacques- Alain. “Comentarios a algunas cuestiones abordadas en la carta precedente Jacques-Alain Miller”. AMP Blog, 2010.
  9. Ibid.
  10. Ibid.
  11. Lacan, Jacques. “Función y campo del lenguaje”. Escritos 1. Ed. Siglo XXI. Buenos Aires, 2012, p. 308.