PERIODISMO Y VERDAD. Por Pía López Herrera (Madrid)

En un estado democrático la opinión pública es el resultado de un proceso de discusión en libertad, es decir de un intercambio de ideas sin restricciones y abierto a todos.
La formación de la opinión pública hoy en día corresponde a los medios de comunicación. Estos no son transmisores inocentes de la realidad, desempeñan un papel decisivo en la selección de lo que el público percibe como relevante.
La veracidad de la información no se identifica con la verdad material, el requisito de veracidad supone que el informador tiene un especial deber de comprobar la realidad de los hechos que expone mediante las oportunas averiguaciones y empleando la diligencia exigible a un profesional. Información veraz significa información comprobada o contrastada.
Habría que preguntarse si existen hechos independientes de la opinión y de la interpretación.
La lectura de un texto no produce inmediatamente su comprensión, se hace necesaria la interpretación de lo que en toda comunicación se transmite.
La información puede correr el riesgo de ser errónea, pero las informaciones erróneas son inevitables en un debate libre. Si se impusiera la verdad como condición para el reconocimiento del derecho, la única garantía seria el silencio.
La libertad de expresión plantea el problema de la responsabilidad por las palabras,
responsabilidad por conocer y mostrar la verdad y responsabilidad por el nivel del texto escrito o del programa de radio o televisión preparado.
En la actualidad esta responsabilidad parece a veces olvidada, la libertad de expresión es entendida muchas veces como la libertad de publicar chapuzas, cosas de mal gusto o abominables. Se trata de una tendencia que podría definirse como la libertad de escribir de cualquier manera y sobre cualquier cosa haciendo un uso perverso de la verdad.
Para el psicoanálisis la verdad concierne al inconsciente, la verdad como tal no se puede decir. Cuando se trata de la verdad del inconsciente, es incongruente esperar una
concordancia con la realidad que subsiste fuera e independientemente del sujeto. Sin embargo, para el psicoanálisis, en todo discurso hay un lugar y un respeto por la verdad, por eso le interesa debatir el efecto que los discursos, como los de los medios de comunicación, tienen sobre la subjetividad.

Pia López-Herrera (Madrid).

(NOTA DE REDACCIÓN: Este texto es la introducción a la Mesa "Periodismo y verdad" en la que participaron Gustavo Dessal y Carlos Elordi, periodista y colaborador habitual de la Cadena Ser. "Periodismo y verdad" se enmarca en el espacio Psicoanálisis y Ciudad, que funciona desde hace dos años en la Sede de Madrid de la ELP y cuya Comisión es la siguiente: Mercedes de Francisco (responsable), Mirta García, Rosa López, Pia López-Herrera y Olga Montón.)