VI Encuentro de Elucidación de Escuela

“Hay el psicoanálisis y hay la Escuela”
Jacques Lacan “Exhorto a la Escuela” (1969)
en Otros Escritos pág. 313

 

¿Cuál es el nudo entre el psicoanálisis y la Escuela en la orientación lacaniana? Aproximarse a una respuesta implica poder interrogarse sobre la formación del analista, la que la Escuela dispensa, y la transmisión del discurso del psicoanálisis.

La apuesta de la Escuela necesita del deseo vivo de sus integrantes. Un deseo cuya causa, vivida por cada uno a nivel de su propia soledad subjetiva, ha de ser compartida con otros, conservando esa tensión entre esta soledad propia y el Ideal, colectivo, para producir una comunidad de trabajo. Se trata pues de “…una elección alienante, incluso forzada y que implica una pérdida”¹.

Los tiempos actuales no son propicios a la pregunta acerca de la transmisión. El culto por lo nuevo parece concordar con la ruptura con la tradición. La transmisión quedaría entonces sin objeto a transmitir, en una posición a-histórica del sujeto contemporáneo, en la que el saber se reduciría a la opinión. Lo nuevo parece ligado a la invención y lo viejo a la tradición.

Sin embargo, el psicoanálisis plantea más bien una torsión de esta lógica. No hay transmisión sin tradición y al mismo tiempo ella es condición de posibilidad de invención². Todo ello no es sin el trabajo necesario de los textos de Freud y de la enseñanza de Lacan orientada por Jacques-Alain Miller, que fundamenta la elucidación y la puesta en razón de la práctica del psicoanálisis y la experiencia de cada uno.

Por tanto, la transmisión del psicoanálisis, condición fundamental de la Escuela, necesita de la transferencia de trabajo; una puesta en juego permanente de la conversación, del estudio, del intercambio y por supuesto del acto; advertidos que “en la Escuela no se está en posición de enseñante sino en posición analizante”³. No tenemos el dominio de lo que decimos, ni del efecto que producimos, porque el saber que se produce en ella solo tiene valor en tanto que invención mentirosa del real en juego.

La Escuela da su campo a un trabajo que encuentra la misma resistencia que el trabajo analítico: el no querer saber del goce. Lo que significa, tratándose del discurso del psicoanálisis, que se ha de abrir la pregunta sobre qué transmisión de lo imposible, para cada uno como miembro de la Escuela. El deseo de Escuela no parece necesario para analizarse, para ello no se requiere una Escuela, sino un analista. ¿Qué es entonces lo que anima a alguien a querer formar parte de la Escuela y a desear una Escuela deseante?

El tema de este sexto encuentro de Elucidación, Transmisión y deseo de Escuela, se hace eco de las distintas voces surgidas en la última Asamblea General y otras que prosiguieron desde las reuniones del Consejo de la ELP.

Consideramos fundamental seguir ese rastro de lo que nuestra Escuela piensa a través de sus miembros, para movilizar un saber respecto al momento en que se encuentra el deseo de Escuela y la fuerza de transmisión del psicoanálisis, para continuar con el camino de hacer existir la Escuela de Lacan en los tiempos de hoy.

La Comisión de organización
María José Freiría, Ruth Pinkasz, Montserrat Puig y Félix Rueda

 

Notas:

1. Miller, J-A, Teoría de Turín acerca del sujeto de la Escuela.
2. Miller, J-A, Entrevista publicada en la revista Malentendido nº 1.
3. Lacan, J., "Alocución sobre enseñanza", en Otros Escritos. Ed. Paidós.